Edificios de Ulma en Oñati. Félix Morquecho

Ulma vuelve a batir récord de facturación hasta los 1.142 millones

La cooperativa de Oñati genera un 73% de sus ingresos de sus mercados internacionales y ganó 106,8 millones en 2023

Jorge Sainz

San Sebastián

Viernes, 21 de junio 2024, 13:33

El grupo cooperativo Ulma bate por segundo año consecutivo récords de facturación. En 2023 la cifra de negocio creció un 9% hasta los 1.142 millones de euros. Una cantidad que mejora la plusmarca de los 1.048 millones en ventas de 2022, que supuso para la empresa de Oñati superar por vez primera la barrera de los mil millones. El beneficio neto del año suma 106,8 millones, también el más alto que se recuerda, tras una campaña que en la compañía no dudan en calificar de «excepcional».

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Unas cifras que evidencian la buena salud de esta cooperativa, precisamente en su primer ejercicio completo desde su salida de Mondragon Corporación en diciembre de 2022 con el objetivo de caminar de forma autónoma. Además, la compañía del Alto Deba, dedicada a ofrecer servicios industriales y en distintos sectores como la construcción, logística, packaging o la forja y consolidada ya en una de las grandes firmas del territorio guipuzcoano, ha aumentado en 205 puestos de trabajo su plantilla. Un incremento al que se suman los 300 del año pasado, en un contexto de dificultad para captar talento profesional y que conforman una plantilla de más de 5.600 personas.

«Referentes»

La asamblea general ordinaria celebrada hoy en Oñati, ha sido el escenario elegido por Ulma para presentar sus resultados en un año en el que han experimentado una «evolución positiva» en la actividad de sus nueve negocios, por lo que los socios cooperativistas presentes aprobaron sus cuentas del pasado año. Una cifra significativa es que los mercados internacionales generan un 73% de sus ingresos. Y es que la diversificación y la internacionalización del Grupo Ulma han sido aspectos determinantes para gestionar el crecimiento de su actividad en un entorno incierto a nivel mundial.

El director general de Ulma, Iñaki Gabilondo, ha comparecido ante la asamblea para defender a la firma oñatiarra como «como un agente empleador clave y como uno de los grupos cooperativos de referencia en el ámbito industrial». La plantilla ronda las 5.600 personas, de las cuales el 53% desarrolla su actividad en las matrices cooperativas ubicadas en Oñati y la localidad vizcaína de Otxandio. El resto se distribuye en las 72 filiales que los negocios tienen ubicadas en diferentes países.

Negocio extranjero

El negocio en el extranjero ha sido una de las claves del aumento de facturación y beneficios. Las ventas internacionales ascendieron a 837 millones de euros, con un incremento del 8% con respecto a 2022. El Ebitda del Grupo en 2023 se ha incrementado en un 22% hasta alcanzar la cifra de 224,7 millones de euros y el beneficio neto compilado del ejercicio ha sido de 106,8 millones de euros.

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La mejora de los márgenes se ha debido a la positiva evolución de la actividad de los negocios, unida a las mejoras en las cadenas de suministro y en la estabilidad de precios de las materias primas, energía, fletes y transporte tras meses de zozobra por la coyuntura geopolítica internacional. Las inversiones realizadas el pasado año, por su parte, han superado los 104 millones de euros, en una situación de «solidez financiera», recalcan desde la cooperativa.

De cara a las perspectivas para este 2024, el grupo reconoce que las empresas se enfrentan a un contexto global que sigue marcado por la incertidumbre desde una perspectiva política, económica y social, y las dificultades geopolíticas. En este contexto, Ulma asegura que el fuerte peso de la actividad internacional del grupo le permite equilibrar «su exposición a riesgos locales y proporcionar flexibilidad en el acceso a diversos mercados». No obstante, gestionar los márgenes de ganancia en un entorno de menor actividad y hacer frente a los cambios derivados de las exigencias en ámbitos como la digitalización y la sostenibilidad son algunos de los retos a los que la empresa debe dar respuesta en el futuro más inmediato. Para ello,la cooperativa guipuzcoana plantea reforzar sus inversiones en el desarrollo de nuevos productos y servicios.

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Sector salud

Entre las actividades del pasado ejercicio destaca también el lanzamiento al mercado ULMA Medical Technologies (UMT), una iniciativa para adentrarse en el mercado sanitario y que desarrolla soluciones basadas en Inteligencia Artificial para la detección y tratamiento precoz de enfermedades oftalmológicas como la retinopatía diabética, el glaucoma y la degeneración macular asociada a la edad.

Por último, desde el punto de vista de impacto social, Iñaki Gabilondo ha afirmado en el cónclave que «nuestro objetivo final es dejar un mejor legado a las generaciones futuras mediante un compromiso con el desarrollo económico, medioambiental, social y cultural en todos aquellos lugares donde Ulma está presente». Para ello, el pasado año, el grupo cooperativo destinó 1,3 millones de euros a proyectos de carácter social.

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