Alternativas de ahorro para calentar la casa en invierno

Se trata de recursos limpios y no contaminantes, por lo que protegen el medio ambiente. A nivel usuario, gracias a la instalación de sistemas alimentados por energía renovable, los gastos mensuales de consumo de energía o otros suministros se reducirán hasta un 70%, ya que cada hogar podrá consumir la energía generada bien a través de la instalación de placas solares o sistemas eólicos, entre otros. Las fuentes de energía renovable que existen son biomasa, biocarburantes, eólica, hidráulica, geotérmica y solar, indican desde HomeServe.

La biomasa está cada vez más extendida en España, aunque todavía no ha alcanzado una cuota de mercado importante. La biomasa puede, entre otras cosas, utilizarse como fuente de energía y se caracteriza porque provienen, en gran medida, de desechos agrícolas (como por ejemplo huesos de aceituna) o restos de madera (aserrín o pellets). Es una fuente de energía renovable, lo que significa que disminuye las emisiones de gases hacia la atmósfera.

Entre sus principales ventajas, resulta mucho más económico que la electricidad o que otros combustibles fósiles empleados en calderas como el gasoil. Además, los pellets tienen un elevado poder calorífico en relación a su precio: el gasto de una calefacción de pellets mediante caldera ronda los 0,25 euros por hora. A esto hay añadir que no cuenta con cuotas de mantenimiento del suministro ni mínimos de servicio. Otra de las ventajas es que puede producirse localmente, lo que deriva en ahorro en transporte y almacenamiento.

Por otro lado, uno de los principales inconvenientes es que la quema de los residuos genera cenizas, lo que incrementa los costes operacionales. Además, las medidas de seguridad en la incineración deben ser elevadas, tanto por la temperatura como por la emisión de gases. Asimismo, hay que tener en cuenta que necesitamos una zona de almacenamiento, ya que no solo vamos a necesitar espacio para la caldera sino también para los residuos que se necesitan para generar la energía. En cuanto al mantenimiento, a pesar de ser sencillo, será necesario realizar una inspección anual por parte de un servicio técnico que esté acreditado.

La aerotermia es una fuente de energía que consiste en la instalación de una bomba de calor que calienta el agua gracias al intercambio de calor con el exterior, generando refrigeración en verano, calefacción en invierno y agua caliente todo el año. De esta forma, si la bomba de calor que se utiliza es de tipo aire-agua, podremos obtener agua caliente, mientras que si es de tipo aire-aire, se podrá suministrar calefacción y también refrigeración.

La aerotermia se ha convertido en la energía del futuro porque se trata de una fuente renovable que ofrece un gran confort al usuario y permite ahorrar entre un 25% y un 70% en la factura de la luz y/o gas, o en el consumo de gasoil. Además, los costes de mantenimiento son muy reducidos. La única desventaja que presenta es el desembolso inicial que hay que realizar para su instalación, aunque se estima que el retorno de la inversión es bastante rápido gracias a los ahorros que genera. Y en la actualidad existen ayudas y subvenciones para el cambio de caldera o sistema de climatización a modelos más sostenibles.

La energía solar es la fuente de energía renovable que se obtiene del sol y que permite generar calor y electricidad para hacer funcionar nuestro hogar. Con la instalación de placas solares en viviendas o negocios, conseguimos generar energía para autoabastecernos a la vez que reducimos la emisión de CO2. En España es una de las mejores alternativas a la energía tradicional ya que tenemos abundante luz solar. La principal ventaja, además de ser una energía sostenible, es la reducción considerable en el consumo energético y, por tanto, en las facturas de la luz.

La instalación de placas está en auge en nuestro país y, según un informe de HomeServe, el 42% de los españoles tiene interés en instalar paneles solares en su vivienda. Como otras energías renovables, la principal desventaja es el desembolso inicial que supone pero gracias al ahorro que implica y a los beneficios fiscales que existen como reducción del IBI o deducciones en el IRPF, el retorno de la inversión es bastante rápido.