El Superior vasco ratifica la indemnización de 199.530 euros a la familia de un operario fallecido por exposición al amianto
El trabajador, empleado desde 1966 en una fundición de Arrasate, falleció en 2009 por cáncer de pulmón reconocido como enfermedad profesional
El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) ha desestimado el recurso interpuesto por Fundiciones Gelma S.A., y confirma de esta manera la ... sentencia del Juzgado de lo Social de Eibar que condenó a la empresa a indemnizar con 199.530,64 euros a la familia de Antonio M., trabajador fallecido en 2009 por cáncer de pulmón tras décadas de exposición laboral al amianto y la sílice, sin medidas preventivas adecuadas.
La resolución judicial destaca que el empleado trabajó desde 1966 en las fundiciones Elma S.A. y posteriormente Gelma S.A.L., en puestos donde manipulaba polvo, mazarotas y piezas fundidas, sin ventilación ni equipos de protección respiratoria. Diversos informes de Osalan y del Ministerio de Trabajo constataron la falta de medidas higiénicas, la presencia de planchas de amianto en los hornos y la ausencia de sistemas de ventilación en las zonas de prensas y mecanizado.
En 2008, Antonio fue diagnosticado de cáncer de pulmón, y un año más tarde falleció. En 2024, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) reconoció a su viuda las prestaciones derivadas de enfermedad profesional. Posteriormente, el juzgado de Eibar condenó a la empresa a indemnizar con 122.313,14 euros a la viuda y 77.217,50 euros al hijo del trabajador, más intereses.
«Un drama silencioso»
El TSJPV ha rechazado los nueve motivos de impugnación presentados por la empresa, al considerar que la sentencia inicial valoró correctamente las pruebas y que no existió prescripción. El tribunal recalca que la condición de fumador del trabajador no exime la responsabilidad empresarial, subrayando el efecto disuasorio de las indemnizaciones para fomentar el cumplimiento de las medidas preventivas. Además, el fallo impone a Fundiciones Gelma el pago de 900 euros más IVA en costas y la pérdida de los depósitos judiciales.
Por su parte, la Asociación Vasca de Víctimas del Amianto (ASVIAMIE) ha mostrado su satisfacción por la resolución, y destaca que «las empresas deben adoptar rigurosas medidas preventivas frente a las múltiples sustancias cancerígenas» y denuncia que «las enfermedades profesionales y muertes derivadas del amianto constituyen un drama silencioso que supera en gravedad a los accidentes laborales». La organización anima a los trabajadores afectados a reclamar el reconocimiento del origen profesional de sus enfermedades.
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