Jon Azkue: «Recibimos un ERTE por minuto, pero en cinco días se aprueban»

Al departamento de Trabajo del Gobierno vasco se le acumula el trabajo estos días, valga la redundancia. Por un lado es la autoridad competente para dar el visto bueno a los ERTE de las empresas vascas y la avalancha es descomunal, dado que permite a pymes y grandes compañías pasar a sus trabajadores temporalmente al paro. Por otra parte, también debe responder a las denuncias de los sindicatos en relación a la falta de medidas de seguridad. El viceconsejero, Jon Azkue, explica cómo están actuando en ambas materias.

- Ya son 8.932 las empresas que han presentado un ERTE en Euskadi, con 63.241 trabajadores que pasan temporalmente el paro. ¿Qué perfil tienen?

- Son empresas con una media de siete trabajadores, fiel reflejo de nuestro tejido. Las primeras en acogerse fueron las de sectores de servicios cerrados por decreto, como bares o centros escolares. Luego se han sumado otras que no tienen actividad por el coronavirus. Me gustaría apuntar que los trabajadores afectados suponen el 8,2% del total.

- ¿Esperan muchos más?

- Me temo que sí. Entrarán algunos miles más.

- ¿Tienen capacidad para gestionarlos?

- En los ERTE por fuerza mayor, que son el 95% de los que se han presentado, tenemos cinco días para responder. En caso de que no contestemos en ese plazo, se entiende por aceptado el expediente, aunque nuestra intención es revisarlos. Y eso que ayer recibimos 1.688, lo que hace uno al minuto. Es verdad que hay momentos en que se cuelga el sistema, pero lo vamos solventando. Todo está diseñado para darle la máxima agilidad posible; que los trabajadores pasen a cobrar el paro y las empresas se liberen de las cotizaciones sociales. Ellas mismas, una vez autorizado el ERTE, son las que tienen que tramitar el paro de sus trabajadores en el SEPE para que no haya problemas por ese lado.

- Pero hay muchas dudas de cuándo va a pagar el SEPE. Se dice que está colapsado.

- Esa no es mi competencia.

- Hay un clamor de las empresas, grandes y pequeñas, para que sean flexibles a la hora de considerar los ERTE como de fuerza mayor. Solo de esa forma quedan exoneradas de las cotizaciones sociales y tienen la tramitación en cinco días.

- Ya el decreto contempla el ERTE por fuerza mayor como el principal instrumento para proteger a empresas y trabajadores afectados por el impacto del coronavirus. Se contempla para la mayoría de situaciones posibles y así lo vemos también nosotros. Se pueden acoger los sectores cerrados por decreto, pero también hay otros supuestos como el alto riesgo de contagio o la falta de suministro.

- Hay muchas dudas sobre la posibilidad de alegar fuerza mayor. Le pongo dos ejemplos: un mayorista de pescado que atiende a restaurantes o una empresa de la construcción que se ha quedado sin actividad.

- El primero es claramente fuerza mayor. El segundo tiene más dudas, pero podría presentar un ERTE por causas económicas.

-Pero en ese caso la empresa seguirá pagando las cotizaciones sociales. Las grandes como Mercedes o Michelin van por fuerza mayor.

- Es que hay supuestos a los que se pueden acoger.

- Gobierno Vasco y central llaman a mantener la actividad allí donde sea posible, pero cada vez son más los colectivos que piden el cierre por decreto para acogerse a medidas como los ERTE: arquitectos, ingenieros, dentistas, podólogos...

- Esa es decisión del Gobierno central.

- En la industria el debate es muy intenso. Los sindicatos ELA y LAB abogan por cerrar todo salvo los servicios esenciales.

- Es el Gobierno central el que determina qué sectores mantener activos y cuáles no. Se trata de una decisión política, asesorada por los científicos. Yo, como buen marino, respeto lo que dice el capitán. En los sectores no cerrados habrá que estudiar el nivel de producción que se puede tomar, priorizando la salud. En algunos casos será el 100%; en otros el 50% o el 0%. Y para decidir eso hay medios. No estamos en el siglo XIX. Todas las empresas, grandes y pequeñas, tienen por obligación un servicio de prevención para evaluar los riesgos. Y los delegados de prevención de los sindicatos participan en la toma de decisiones.

- Pero no se ponen de acuerdo. En Sidenor, por ejemplo, los trabajadores pararon la planta porque no veían seguridad. En Aernnova hay el mismo enfrentamiento. Ahí es Trabajo el que decide.

- Si denuncian los sindicatos y paran una planta, nosotros tenemos que responder en 24 horas. Nuestros técnicos, con el asesoramiento de Osalan e Inspección, deciden. Y en los casos denunciados no se cumplía lo que decían los sindicatos.

- Los sindicatos les acusan de estar plegándose a la patronal.

- Saben que eso no es verdad. Las empresas tienen a sus servicios de prevención evaluando los riesgos y no creo que mientan. Al contrario, están venga a plantear sus dudas a Osalan, que les está ayudando. Confío en la responsabilidad de las empresas para no poner en riesgo la salud de sus trabajadores. Y también espero responsabilidad de los sindicatos para actuar con racionalidad.

- Las centrales dicen también que no tiene sentido utilizar los equipos de protección (EPIs) en la industria cuando se necesitan en el sistema sanitario.

- No en todos los sitios es necesario el uso de mascarillas. En muchas empresas los operarios trabajan a dos metros unos de otros.

- ¿Hay suficientes inspectores y técnicos para controlar que se cumplen las medidas de seguridad?

- Insisto en que esa labor la hacen los servicios de prevención, que se están venga a asesorar con Osalan y la Inspección. Nosotros atendemos las denuncias que surgen. Y se está actuando.