La mitad de los 28.400 parados que hay en Gipuzkoa tiene más de 45 años

En concreto, el territorio cerró el año pasado con 28.419 desempleados, de los que 15.518 superaban los 45 años, según los datos del SEPE. En esa misma fecha había 2.277 parados menores de 25 años y una cifra similar que tenían entre 25 y 29 años (2.289), lo que arroja un total de 4.562 menores de treinta años. Esta es una realidad que se replica también en Euskadi, donde los parados mayores de 45 ascienden a 59.460, frente a los 16.862 de los menores de 30 años.

Tanto en Gipuzkoa como en el conjunto de Euskadi, los parados mayores de 45 años suponen, asimismo, más de la mitad de todos las personas inscritas en Lanbide como desempleadas. Todo ello, pese a que en el último año se ha reducido algo más el paro entre los más mayores que entre los más jóvenes, pero sigue siendo insuficiente para absorber a una parte considerable de ese colectivo que cada vez tiene más dificultades para acceder al mercado laboral.

La brecha de género en edades avanzadas es mayor que en edades más tempranas. Así, de los 15.518 parados de larga duración que había en Gipuzkoa a cierre del año pasado mayores de 45 años, 8.804 eran mujeres y 6.714 hombres, una distancia que es menor cuanto más baja la edad. Con todo, hay que recordar que hay 16.248 mujeres desempleadas en total, frente a los 12.171, lo que indica que a ellas les cuesta más encontrar un empleo que a ellos, y que según avanza la edad esas dificultades se incrementan.

Si analizamos por sectores, en nuestro territorio la industria es proporcionalmente la que más 'castiga' a las personas mayores, ya que hay 2.136 desempleados que superan los 45 años frente a los apenas 348 menores de treinta años. De hecho, dos de cada tres parados de la industria son mayores de 45 años.

En los servicios, que tiene la cifra total de desempleados más alta, los mayores de 45 suponen algo más de la mitad (56,14%), con 11.327. En la construcción suponen el 65%, con 877 parados, y en la agricultura el 53%, con 260. En el colectivo sin empleo anterior baja este porcentaje hasta el 29,6%, con 918 desempleados mayores de 45 años. Algo lógico si se tiene en cuenta que son pocos los mayores que tratan de acceder al mercado laboral por primera vez. Quienes lo hacen son fundamentalmente mujeres, como lo demuestran las cifras, ya que de las 918 personas mayores de 45 años que buscan empleo por primera vez, 723 eran féminas y tan solo 195 varones.

La mayoría de los desempleados mayores de 45 años llevan más de un año en el desempleo, con lo que se cronifica su situación y cada vez resulta más complicado encontrar un empleo, en la medida en que se van quedando descolgados y más desfasados entre lo que requieren las empresas y la formación y experiencia de estos trabajadores.

Toda una dicotomía en un mercado laboral en el que los trabajadores van envejeciendo y va a faltar mano de obra en pocos años en la medida en que la generación del 'baby boom' se vaya jubilando, sin que haya el recambio suficiente. Por ello, es tan importante recuperar a todas las personas en edad y disposición de trabajar. Aunque no será suficiente y se requerirán otras medidas, como la de echar mano de la inmigración, entre otras.

Precisamente para tratar de paliar esta situación, el Gobierno Vasco ha puesto en marcha un nuevo programa que busca estimular la contratación de mayores de 50 años. En una primera etapa se centrará en aquellas que lleven menos de un año en el paro, porque entiende que son más fáciles de recuperar, para posteriormente hacerlo con los cronificados.

En Euskadi había a cierre del año pasado un total de 46.871 parados mayores de 50 años, el 43% del total de desempleados. La mayoría de ellas son mujeres, ya que suponen el 56,8% (26.628) de todos los parados que superan esa edad. En Gipuzkoa el peso de los mayores de 50 supone también el 43% del total de parados, en Bizkaia sube ligeramente (43,9%) y Araba tiene la proporción más baja (39,3%).

Cabe recordar que Euskadi es una de las autonomías con el porcentaje más alto de desempleados de larga duración. Supone el 45% del total. Y entre los mayores de 50 años, tres de cada cincon (el 61%) está en esa situación. Eso sí, Gipuzkoa cuenta con la tasa más baja de todo Euskadi, el 56,6%.

La iniciativa de fomento del empleo de mayores de 50 que lleven menos de un año en el desempleo parte de un acuerdo de la Mesa de Diálogo Social. La ayuda contempla subvencionar la mitad del salario mínimo de referencia exigido según el nivel de formación y puede alcanzar los 17.000 euros.

El programa está dotado con 2,2 millones y prevé incentivar la colocación de unas 200 personas. Hasta el momento se han recibido 70 ofertas de colocación, de ellas dieciocho en Gipuzkoa, en un programa que se abrió en octubre y se prolongará durante un año. Para que los contratos sean subvencionables es necesario que duren un mínimo de seis meses, aunque para alcanzar la ayuda máxima se requiere que sean indefinidos.

El plan exige una retribución bruta mínima anual según el nivel de formación: 28.300 para licenciaturas; 24.300 para FP Grado Superior; 18.700 para FP Grado Medio y 15.120 para Educación Secundaria o sin estudios. A partir de ahí establece una subvención de la mitad de estas cantidades para cada uno de los casos. Es decir, si se contrata de manera indefinida a un licenciado la ayuda será de 14.150 euros o de 7.560 si la persona no tiene estudios o solo los básicos.

Si el contrato es eventual, los importes son muy inferiores: 4.250 para los licenciados; 3.670 para la FP Superior; 2.800 para a FP media o 2.270 para quienes tengan la ESO o carezcan de formación. Se admiten jornadas parciales, aunque deben ser de al menos el 70%.

Las cuantías de la subvención se verán incrementadas en un 15% cuando la contratación sea de mujeres o personas mayores de 55 años y un 10% si son personas que en 2022, 2023 ó 2024 han finalizado en Lanbide una acción formativa con compromiso de contratación. En caso de que se reúnan las dos condiciones, el incremento será del 20% y se puede alcanzar el máximo de 17.000 euros.

Con este incentivo se pretende luchar también contra el edadismo laboral, es decir, la discriminación que sufren los mayores en el mercado laboral. Una cuestión que perciben los trabajadores y que quedó en evidencia en un experimento realizado recientemente por la Fundación Iseak. El mismo constataba que un trabajador joven (35 años) recibía el doble de invitaciones para realizar entrevistas en empresas que otro de 49 años tras el envío de cientos de solicitudes con dos currículum gemelos, en los que la única diferencia era la edad. La Fundación proponía instaurar los currículum ciegos.