El 60% de los guipuzcoanos que han cogido una baja vuelven a tener una incapacidad a los meses
Euskadi se sitúa con un 58% como la tercera comunidad del Estado con una mayor tasa de reincidencia de absentismo en un mismo año
Fallos en el proceso de curación, tratamientos insuficientes, rehabilitación inadecuada, insuficiente adherencia al tratamiento por parte del paciente, falta de hábitos saludables, interrupciones en el ... seguimiento médico o incluso un comportamiento oportunista tras algunas bajas. Estos son algunos de los factores que explica la repetición en los procesos de incapacidad temporal (IT), es decir, aquellos trabajadores que acumulan varios episodios de absentismo con periodos breves entre ellos en un mismo año, y donde enEuskadi y también en Gipuzkoa casi seis de cada diez vascos (58,3%) de baja repitieron ausencia laboral en 2023, según el informe conjunto de la mutua laboral Umivale y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie).
Los autores del estudio concluyen que la reiteración de procesos por un mismo trabajador explica prácticamente la totalidad del crecimiento del absentismo laboral entre 2018 y 2023. En conjunto, los procesos de trabajadores repetidores representaron en 2023 el 3,6% de las jornadas laborales potenciales perdidas, frente al 2% de los no repetidores. Esta diferencia explica casi todo el aumento de la tasa estatal de absentismo por IT, que ha pasado del 4,1% en 2018 al 5,6% en 2023.
Sostienen, además, que la elevada tasa vasca podría estar relacionada con la estructura del empleo (predominio de sectores industriales y de servicios públicos), la edad media más alta de la población trabajadora y una cultura laboral con alta protección social y mayor cobertura en convenios colectivos, donde el 80% de los trabajadores cuenta con complementos por enfermedad común.
El fuerte carácter industrial del territorio y una mayor cobertura en los convenios explican este fenómeno en Euskadi
Este fenómeno de la reincidencia está en aumento en todo el Estado, pero Euskadi destaca por sus elevados índices, con un porcentaje superior a la media estatal (52,6%) y que se refleja también en los tres territorios vascos, especialmente en Gipuzkoa (57-59%), que figura entre los más altos del Estado, solo por detrás de Barcelona, Álava, Navarra, Tarragona y Guadalajara. Así las cosas, en estos territorios, más de la mitad de las personas que causaron baja en 2023 reincidieron al menos una vez durante el mismo año o en los doce meses siguientes. El estudio destaca de esta manera una diferencia territorial máxima de 26 puntos porcentuales entre las provincias con menor y mayor repetición, y evidencia que el fenómeno tiene un componente estructural y cultural, además de sanitario.
El problema –reza el estudio– no se limita a la duración de las bajas. Los repetidores suelen tener procesos más cortos pero más frecuentes, acumulando en promedio 79 días de baja al año, frente a los 48 días de quienes no repiten. Esto genera una inestabilidad operativa en las empresas, especialmente en sectores donde la sustitución o reorganización de personal resulta más compleja, como la sanidad, la administración o la industria manufacturera.
61,1 Días
días es la duración máxima que registra el sector de la industria extractiva en Euskadi.
Entre los factores asociados a la repetición, el informe identifica tres grandes bloques.En primer lugar los factores de salud, donde destacan las dolencias musculoesqueléticas y los trastornos de salud mental, patologías de más difícil objetivación clínica, que concentran las mayores tasas de repetición (58 y 64,5%, respectivamente).
Mujer con contrato indefinido
En segundo lugar nos encontramos con los factores personales y sociodemográficos. La probabilidad de repetir una baja aumenta en mujeres (3,7 puntos porcentuales más que en los hombres), trabajadores mayores de 40 años, y ocupaciones manuales o de esfuerzo físico. La edad, además, es determinante: los mayores de 60 años presentan hasta 9-10 puntos más de probabilidad de repetir respecto a los menores de 30.
Por último, el estudio también tiene en cuenta los factores laborales y de gestión, donde el riesgo es mayor en trabajadores con contrato indefinido a tiempo completo, en ramas de sanidad, administración pública y servicios sociales, y menor entre autónomos, agricultura o energía.
Si aparcamos las bajas por repetición y ponemos el foco tan solo en el absentismo puro y duro, es consabido que Euskadi se sitúa entre las comunidades con un mayor porcentaje de bajas por IT con un 7,1%, solo superada por Canarias yMurcia (7,2%), según recoge el informe con datos basados de empleo (EPA) referidos al porcentaje de ocupados que se habían ausentado del trabajo por razones de enfermedad o IT durante la semana de referencia de la encuesta.
Los datos muestran que los sectores con tasas de absentismo más elevadas enEuskadi son las actividades sanitarias, administración pública y construcción, reflejando las condiciones y riesgos laborales propios de estas actividades. La duración media de las bajas en el País Vasco se sitúa en los 40,4 días, lejos de los 70,3 que presenta Extremadura, y muy cerca de la media estatal (38,3).Además, el sector con una mayor duración de las bajas en Euskadi son las industrias extractivas (61,1 días), seguido por las actividades de los hogares (53,1).
En todas las autonomías se ha producido un importante incremento del absentismo entre el 2018 y el 2023, que en el promedio para España es de un 36%. Las comunidades con un mayor incremento son Melilla (+67%), Galicia (+53%), Canarias (+48%), Principado de Asturias (+43%), Euskadi y Cantabria (+42%), todas ellas, como ya se ha visto, situadas entre las que presentan los indicadores más elevados de ausencias en el trabajo.
Incidencia
Por lo que respecta a la incidencia, las diferencias son sustanciales, con valores que en 2023 superan los 680 episodios por cada mil trabajadores protegidos en Navarra y Cataluña, siendo también muy elevada en País Vasco (584), Baleares (518), Melilla (514) y Canarias (504).
El estudio concluye que moderar la repetición de bajas es clave para contener el absentismo. Sin una reducción significativa de este fenómeno, advierte, «resultará difícil mejorar los indicadores de incapacidad temporal sin afectar a la salud de los trabajadores».
Entre las medidas propuestas destacan estrategias tales como mejorar la gestión sanitaria de las patologías recurrentes, especialmente las de salud mental y dolor crónico; reforzar la coordinación entre el INSS, las mutuas y los servicios de salud; promover entornos laborales saludables que reduzcan el estrés, la fatiga y la conflictividad interna, o incorporar protocolos de reincorporación gradual tras las bajas largas, para evitar recaídas. El informe cierra advirtiendo que la repetición se ha convertido en un rasgo estructural del absentismo en España, y que su control será «una tarea compleja» sin avances en salud laboral, bienestar en el trabajo y una gestión más eficiente de los procesos de IT.
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