SOS: se necesitan empleados
Reactivación. En Gipuzkoa hay 31.000 parados, pero el 80% de las empresas se las ven y se las desean para completar sus plantillas en esta fase de repunte
Ocho de cada diez empresas vascas no encuentran personal. La escasez de profesionales provocada por el repunte de la actividad económica afecta a prácticamente todos ... los sectores, ya sea mano de obra para el andamio, camioneros, técnicos para la industria, camareros o tecnólogos. La dificultad para completar plantillas, pese a que en Gipuzkoa hay 31.000 parados, queda de manifiesto en el estudio 'Necesidades de Empleo y Perfiles 2020' realizado por Adegi. El trabajo se apoya en una encuesta efectuada en 2019 a 200 firmas del territorio. La organización indica que la pandemia no altera las conclusiones del informe.
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A la hora de repasar qué tipo de empleos son los más demandados, Adegi explica que las mayores oportunidades surgen para el personal de producción, montaje y mantenimiento (sobre todo en la industria y la construcción, aunque cada vez más en los servicios), que protagonizan el 40% de las necesidades empresariales. Por detrás, con la mitad de respuestas positivas, los departamentos de ingeniería y calidad, y tras ellos las áreas de marketing y ventas, logística o la dirección y gestión.
Tres de cada cuatro contratos se realizan –revela el informe– a personas con estudios superiores, tanto universitarios y postgraduados (52%), como de ciclos formativos de nivel alto (22%). En menor medida se demandan los alumnos de FP de ciclos medios (16%) y personas con estudios de Bachillerato o inferiores (10%).
Llama la atención que no ha dejado de crecer el interés de las empresas por los titulados universitarios, mientras los de FP parecen perder algo de fuerza. Junto a esto, el informe alerta de que «menos del 10% de los alumnos vascos se plantea hacer una FP».
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¿Cuáles son las dificultades para contratar? El documento sitúa en primer lugar aspectos como la formación (lo señalan el 65% de las firmas), la experiencia (21%) o la actitud de los aspirantes. Estos tres lastres aparecen en el informe con mayor incidencia que en el estudio anterior, el correspondiente a 2018. Sin embargo, el salario ofertado, la flexibilidad horaria o de movilidad exigidas ofrecen ahora menos fricciones entre las partes, aunque siguen presentes.
En el ámbito estatal, se necesitará cubrir casi diez millones de empleos que surgirán de aquí a 2030, según el análisis desvelado este mismo viernes por CaixaBank Dualiza y Orkestra-Instituto Vasco de Competitividad, dentro de su informe anual del Observatorio de la FP. Y, según estas entidades, la mayor parte de esas oportunidades de empleo, el 90%, serán por reemplazo mientras que poco más del 10% corresponderán a nuevo empleo. Además, de todas esas nuevas posibilidades de encontrar trabajo, el 80% surgirán en el sector servicios.
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El problema abarca prácticamente a todo el espectro económico, sin distinción del grado de capacitación profesional requerido o de su peso en el PIB. Por poner dos ejemplos de sectores dispares. Las biotecnológicas están teniendo que ingeniárselas para nutrir sus laboratorios. De hecho, Euskadi contará con el primer curso de postgrado de FP en biociencias. Se impartirá en Donostia, gracias al convenio de colaboración impulsado por Easo Politeknikoa y ViveBiotech.
Si pasamos de los laboratorios a un sector tan distante como el del transporte, el problema es el mismo: faltan profesionales, en este caso camioneros. La escasez de conductores es un problema creciente en Europa y también en Gipuzkoa, un lastre que amenaza con paralizar las cadenas de suministro de bienes y productos tanto de las industrias como de la población en general.
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La Asociación Empresarial de Transporte de Mercancías por Carretera de Gipuzkoa (Guitrans) confirma un claro déficit entre licencias, que rondan las 5.900, y conductores asalariados, que se sitúan en 4.900. La resta es bien simple, mil camiones parados.
Por si fuera poco, este reclamo de trabajadores se incrementará en navidades. Adecco estima que en España se firmarán 1.192.000 contratos, un 19,8% más que en 2020 y por encima de los 1.073.246 de 2019, es decir, superando el registro de antes de la pandemia. En Euskadi se requerirán 42.690 personas, un 19,3% más que en 2020.
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Y el sector de la logística, según datos de la empresa Seven Senders, gestionará 106 millones de envíos en Black Friday y Navidad.
En este reportaje damos voz a cuatro directivos de empresas señeras de Gipuzkoa para que expliquen a pie de fábrica, oficina, cafetería o andamio cómo afecta a sus compañías esta falta de personal. y cualñes son a su juicio las razones por las que, con un tasa de desempleo del 9%, no pueden completar sus plantillas.
Gorka Natxiondo, directora general de Moyua
«No hay relevo para la mano de obra que se ha ido jubilando»
Nacida en 1927, Moyua es una histórica constructora guipuzcoana, con casi 1.000 obras a sus espaldas y 350 empleados. Gorka Natxiondo se encuentra al frente de la misma. En su opinión, el principal problema de la empresa y del sector radica en la falta de relevo generacional. «La mano de obra con la que hemos contado tradicionalmente se ha ido jubilando o se ha reconvertido en años anteriores de crisis. Este déficit –subraya Natxiondo– no se ha cubierto con la entrada de trabajadores jóvenes».
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En el primera semestre de 2021, últimos datos oficiales, el sector de la construcción presentó un alza en su actividad de un 6,3% en relación al mismo periodo de 2020
La dificultad para completar la plantilla de Moyua abarca todo el espectro de oficios que interviene en las obras, desde albañiles a encofradores, pasando por fontaneros y electricistas. Natxiondo reconoce que la dureza de una labor que se realiza a la intemperie no siempre se ve compensada por los sueldos. En este sentido, explica que en la anterior renovación del convenio de la construcción «se utilizaron fórmulas de ponderación que mejoran la retribución. Paralelamente, en las empresas se han puesto en marcha programas de formación para fomentar la promoción interna de los trabajadores y su permanencia».
El director general de Moyua añade que la falta de personal también afecta a la parte «más técnica de nuestra cadena de producción, como pueden ser ingenieros, topógrafos y encargados. La inversión de la pirámide demográfica y el poco atractivo que el sector exterioriza –explica Natxiondo– nos obliga a ser más incisivos en la búsqueda de este personal y de talento para las empresas».
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David Vega, propietario de Baluarte
«Trabajar festivos no es un aliciente, pero no somos los únicos»
La cafetería Baluarte cuenta con una plantilla de 26 personas. Ahora está completa, pero David Vega, propietario del negocio donostiarra, explica que suele tener problemas para encontrar empleados. «De cada diez entrevistas concertadas –explica Vega– la mitad ni aparecen y otros no tienen papeles, lo cual es un drama, porque se da la paradoja de que hacen cursos en Lanbide, pero luego no pueden trabajar, aunque sean aptos para ello. Completamos la plantilla con los pocos que quedan».
Vega explica que en Baluarte se requiere con frecuencia camareros y cocineros cualificados, «al menos con unos conocimientos mínimos , porque se precisan años de formación y conseguir personal con un nivel alto es muy complicado».
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23.661 personas trabajaban en octubre en el sector de la hostelería en Gipuzkoa, un 4,8% menos que en el mismo mes de 2019, es decir, antes de la pandemia
¿Por qué el sector no encuentra trabajadores? «Vivimos en una provincia pequeña y nuestros hijos no se preparan para esta actividad. Siempre parece que la hostelería es el recurso para los que no quieren hacer otra cosa, cuando la realidad es que hay que estar preparado».
Vega reconoce que el hecho de trabajar los fines de semana y días festivos «no es un aliciente», pero añade que no es el único sector que se rige por este calendario. Respecto a los sueldos, señala que «es cierto que llevamos años sin convenio y debemos solucionarlo».
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El propietario de Baluarte indica que la solución pasa por hacer atractivos todos los puestos de trabajo, algo que ya se ha conseguido con los cocineros. «Tenemos que conseguir que nuestros empleados crezcan con nosotros en profesionalidad y también económicamente».
Fran Manzano, presidente del Grupo Igarle
«En la industria del software escasean personas con talento»
El grupo Igarle, con sede en Zuatzu, cuenta con 50 empleados, cifra que se incrementará hasta 90 en 2025. El presidente de la compañía explica que, si bien otros sectores se están viendo impactados por la falta de materias primas o de suministros, en la industria del software «nuestro principal componente son los profesionales con talento, y también escasean. Es paradójico que coincida la dificultad de captar talento joven, con una pirámide poblacional invertida y, al mismo tiempo, un desempleo juvenil del 35%».
Esta situación se produce básicamente por dos factores. El primero, señala Manzano, se deriva de que pese al incremento de la demanda de servicios digitales registrado durante la pandemia «el mercado no está dispuesto a pagar lo necesario para poder captar profesionales con salarios adecuados». El presidente de Igarle señala que no se aprecia de forma suficiente «el evidente retorno de las inversiones en las tecnologías de la información y comunicación».
El segundo factor que dificulta la contratación de personal cualificado es la brecha entre la formación y los perfiles demandados. «El dinamismo de nuestro sector complica la actualización de los planes educativos. La solución vendría –afirma el presidente de Igarle– de la adecuada orientación profesional hacia un nuevo modelo de empleo».
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20.700 profesionales trabajan en las 311 firmas registradas en el clúster Gaia. En 2020 facturaron 5.350 millones y en 2019 un totoal de 5.352, de manera que no les afectó el Covid
Manzano señala que los perfiles más solicitados son, entre otros, los de ingenieros de organización e informática, matemáticos, así como especialistas en 'bussines intelligence', ciberseguridad, bigdata, 'machine learning' y programación.
Antton Tomasena, director general Erreka
«Hay déficit de informáticos, 'telecos' y biotecnólogos»
La cooperativa Erreka Fastening Solution (Corporación Mondragón) cuenta con 462 trabajadores. A día de hoy su plantilla está completa, pero prevé que el próximo año tendrá problemas para incorporar profesionales. Antton Tomasena, director general de la compañía con sede en Bergara, se lamenta de que existe «un claro déficit de 'telecos', informáticos y biotecnólogos», una situación que advierte que quizá incida negativamente en la competitividad.
Puede llamar la atención que Erreka, una firma eminentemente industrial, especializada en uniones atornilladas, necesite biotecnólogos, pero la razón radica en que se ha abierto a la fabricación de componentes y productos complejos para el sector médico-sanitario.
Tomasena añade que, no obstante, la necesidad de personal también se centra en perfiles 'clásicos'. «Somos una empresa industrial que avanza hacía la fabricación de elementos mucho más complejos. No abandonamos nuestra experiencia fabril, el centro de nuestra cooperativa. Por tanto, los perfiles electromecánicos son básicos».
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Respecto a si la Formación Profesional responde a las necesidades de la cooperativa, Tomasena señala que «se adapta perfectamente a parte de nuestros requerimientos, pero no a todos». Y matiza: «Desde el momento en que avanzamos hacia una propuesta de valor más completa y hacia la fabricación avanzada, los perfiles requeridos cambian. Antes tirábamos en un porcentaje alto de FP –señala Tomasena– ahora la balanza se está equilibrando con las titulaciones universitarias».
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