ELA sella el alejamiento de LAB por priorizar a CC OO y UGT y no poder cuestionar a EH Bildu

Las dos centrales han decidido echarse los trastos a la cabeza y airear sus diferencias en público, lo que evidencia una nueva brecha en una relación que ha estado marcada por constantes acercamientos y separaciones, tanto en el ámbito de la negociación colectiva, donde no olvidemos, son competidores, como en el sociopolítico, en la vía soberanista que ambos proclaman pero en la que no siempre comparten las mismas estrategias o los compañeros de viaje.

De hecho, ELA volvió a achacar ayer a LAB su «incapacidad de cuestionar a EH Bildu». Un reproche que no es nuevo y que sacó a colación cuando la coalición soberanista estaba al frente de la Diputación de Gipuzkoa. Es más, indicó que la posición de LAB y su crítica a su central «está condicionada por la actual política de pactos de la coalición abertzale a nivel estatal, ya que es uno de los socios que sostiene a Pedro Sánchez, y también al Gobierno de Navarra, lo que hace imposible que LAB impulse junto a ELA movilizaciones y huelgas en el sector público de esta comunidad», remarca.

Al respecto, la central liderada por Mitxel Lakuntza asegura que se reafirma en el documento 'Proceso soberanista unilateral y social' acordado con LAB en septiembre de 2017. Señala que en él se realizaba una apuesta expresa por interpelar a la izquierda política en aras a priorizar las cuestiones sociales para ensanchar la base soberanista, única vía para poder llevar a cabo dicho proceso«.

Por ello, ELA indica que no comparte el cambio de LAB ni su propuesta para buscar alianzas más amplias con UGT y CC OO, unos sindicatos, añade, que han dado carta de naturaleza a la estatalización de la negociación colectiva. Para ELA, «esa estrategia no es compatible con los espacios hasta ahora compartidos, ni con el modelo sindical de contrapoder y defensa del marco vasco».

Además de no admitir lecciones sobre la estrategia en negociación colectiva, la central nacionalista lamenta la decisión de LAB de trasladar al centro del debate público los desencuentros entre ambas organizaciones y con unas acusaciones «graves y surrealistas que no pueden tener otra finalidad que la de ahondar en el distanciamiento, justo lo contrario de lo que debería producirse».

La central nacionalista insiste en que las alianzas solo pueden darse si se comparten diagnóstico y objetivos.