Las renuncias a las herencias en Euskadi se disparan a cifras récord
El gasto que supone asumir un legado explica los números históricos alcanzados en 2021, con más de dos mil rechazadas
Puede parecer extraño, atípico o incluso ilógico, pero rechazar una herencia es un fenómeno que se produce cada año en la sociedad actual. Cuando se ... produce el fallecimiento de una persona, sus herederos tienen la posibilidad de aceptar o renunciar a sus bienes y obligaciones. Por sorprendente que parezca, los desistimientos de las herencias son más habituales de lo que parece.
En Euskadi, hasta septiembre del año pasado, se registraron 1.546 renuncias sobre un total de 13.640 testamentarias, lo que supone más de una de cada diez. Y no es un hecho inusual, ya que si retrocedemos diez años atrás –con datos del Colegio Vasco de Notarios–, aunque varía el número total de legados, el porcentaje de renuncias se mantiene casi inalterado en ese 10 u 11%. No obstante, si en el último trimestre se mantiene la tendencia, tal y como aseguran desde el Consejo General de Notariado y el Colegio Notarial de Euskadi, el año pasado se superarán las 2.000 renuncias, un nivel récord. A nivel estatal, las renuncias también se disparan a cifras nunca antes vistas. La previsión de cierre eleva el número hasta las 54.800, superando el récord de 2019 (47.421).
A la espera de conocer los datos del último trimestre de 2021, la cifra de herencias tramitadas respecto a un año antes se encuentra 1.433 títulos por debajo –15.073 frente a 13.640 (-9,5%)–, aunque estos números también crecerán y alcanzarían un récord con las previsiones de cierre. Hay que tener en cuenta que en 2020 los notarios solo firmaron cuestiones que se consideraban urgentes durante el estado de alarma, y las herencias no lo eran en ese momento, por lo que muchas se retrasaron y se tramitaron durante el año pasado.
Deudas e impuestos
Pero, ¿por qué se renuncia a una herencia? Los motivos más recurrentes son los siguientes: La herencia incluye más deudas que bienes. «En épocas de crisis económicas, hay más probabilidad de que la persona que fallece deje deudas; y eso es lo que ha pasado en este último año, en el que se han tramitado más herencias por el aumento de la mortalidad durante la pandemia. Muchas de esas personas seguían arrastrando un sobreendeudamiento de la crisis financiera anterior», explica María Teresa Barea, portavoz del Consejo General del Notariado.
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El alto coste del impuesto de sucesiones es otra de las causas por la que se renuncia a una herencia. Al aceptarla, el beneficiario tiene que afrontar ese tributo –hay excepciones por parentesco directo y cantidades exentas– que establece la Hacienda del lugar de residencia del fallecido. Dependiendo de la comunidad, el gravamen varía considerablemente y puede llegar a ser tan gravoso que muchas personas no pueden afrontarlo y rechazan la herencia a su pesar.
Mientras que en el Impuesto de Patrimonio existen algunas diferencias entre los territorios vascos –la escala se queda en el 2% en Bizkaia, frente al 2,5% en Gipuzkoa y en Álava–, en el caso de Sucesiones la armonización es total. Euskadi aplica una reducción de 400.000 euros para los descendientes directos. A partir de esa cantidad, la tarifa es del 1,5%.
El Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF) ha realizado recientemente un estudio sobre un ejemplo concreto: un soltero de 30 años sin hijos y que recibe una herencia de sus padres de 800.000 euros. Bajo esta premisa, la comunidad más cara del Estado para heredar es Asturias (un ciudadano de Oviedo o Gijón pagaría 103.135 euros por recibir esta herencia), seguida de Castilla y León (81.018 euros). En lo que respecta a Euskadi, un vasco pagaría 6.000 euros, y la comunidad ocuparía la novena posición.
Derecho Civil vasco
El notario donostiarra Javier Oñate mete el bisturí al escenario de las herencias en Euskadi y confirma la tesis de la portavoz Barea sobre las deudas que arrastran las personas fallecidas durante la crisis pandémica. «El Derecho Civil vasco tiene sus particularidades respecto al estatal. En el País Vasco, si una persona recibe una herencia de 100 con unas deudas de 30, solo responde por esa deuda. A nivel estatal, en cambio, tiene que responder por el cien.
Por otro lado, las herencias aceptadas también han arrojado un aumento considerable durante el pasado año. Una de las causas que explican este fenómeno son las herencias o transmisiones en vida, aunque se trata, simplemente, de una donación que no puede superar lo que al heredero le pudiera corresponder por testamento. Por último, existe la figura del legado, una forma de sucesión mediante la cual el difunto deja un bien o derecho a varias personas, por lo que podría quedarse con una propiedad inmobiliaria.
Los testamentos también superan su mejor registro
Otro récord que va a dejar 2021 es el de los testamentos firmados. La pandemia ha elevado el número de personas fallecidas y ha empujado a los vascos a dejar su legado arreglado ante notario. Hasta septiembre, se firmaron en Euskadi 28.716 testamentos, lo que hace prever que a final del pasado ejercicio se superen los 38.200, superando el récord alcanzado en 2017, cuando se tramitaron 38.068 testamentos.
Si ampliamos el mapa al conjunto del Estado, también se rebasará la cifra récord. En este caso, databa de 2019, cuando se firmaron 640.000 testamentos. La previsión de cierre del Consejo General Notarial eleva a más de 700.000 los testamentos firmados en 2021.
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