Nadia Calviño: «Los gravámenes a las energéticas y a la banca siguen adelante, debe haber un reparto justo del coste de la guerra»
vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos ·
«El momento es muy delicado y la perspectiva es de ralentización económica en Europa, pero la previsión en España es crecer este año al 4% y al 2% el próximo»La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño (A Coruña, 53 años) es uno de los pesos pesados del Gobierno de Pedro Sánchez. Por eso, no es de extrañar que durante su visita al Zinemaldia de San Sebastián sea capaz de acaparar los focos casi tanto como los actores y actrices que desfilan estos días por la capital guipuzcoana. Y más en un contexto de incertidumbre económica como el actual, que repasa en esta entrevista con DV.
–El tejido empresarial vasco y guipuzcoano empieza a expresar sus temores por la situación económica que viene en otoño. ¿Según los cálculos del Gobierno, hay riesgo real de que llegue la temida recesión?
–Todos los organismos prevén un fuerte crecimiento en España, en torno del 4%, después de un crecimiento del 5% el año pasado. Es verdad que la industria electrointensiva de otros países está sufriendo por el precio de la energía. En nuestro país nos hemos volcado dando ayudas a las empresas electrointensivas y gasintensivas e incorporaremos las industrias de cogeneración al mecanismo ibérico del tope de gas para que tengan un marco que les permita seguir actuando. Dentro del plan de recuperación, estamos dedicando un volumen significativo de fondos europeos a la descarbonización de la industria. Desde el Gobierno no vamos a dejar de apoyar a este sector, que es uno de los motores de crecimiento, innovación y empleo.
–¿Se puede lanzar un mensaje, no sé si tranquilizador, a estas empresas que empiezan a sufrir paradas, como Michelin en Lasarte-Oria o Vitoria, frente a esos nubarrones que atisban?
–Está claro que estamos en un momento muy delicado, que está bajando la demanda en el sector de la automoción, importante para esas empresas que menciona, y que la perspectiva es de una ralentización económica en el conjunto de Europa. Pero incluso en este contexto geopolítico tan complejo, que va más allá de la guerra que tenemos a las puertas de Europa, las previsiones de crecimiento de España se mantienen muy fuertes, en torno al 4% este año y el 2% el año próximo.
«Es difícil de entender la virulencia de algunos empresarios emblemáticos con este Gobierno»
–¿Y las pymes, con gran predicamento también en Gipuzkoa, qué palpa en ellas?
–Estamos apoyándolas con reformas como la nueva Ley 'Crea y Crece', que permite crear una empresa a partir de un euro y luchar contra la morosidad para impulsar su crecimiento, y con inversiones, como el programa Kit Digital, que está yendo muy bien. Un 56% de las empresas guipuzcoanas de entre 10 y 49 empleados han pedido los bonos de digitalización, por encima de la media de Euskadi y de España. En la segunda fase (pymes de tres a nueve trabajadores) hay ya 30.000 peticiones en España. Y lo mismo con el PERTE del vehículo eléctrico, en el que participan empresas como Mercedes, Gestamp o Basquevolt..
–¿Es partidaria de nuevas subidas de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo? ¿Hasta dónde se puede apretar sin que sea peor el remedio que la enfermedad?
–No entro a valorar sobre la política monetaria porque es competencia del Banco de España y el BCE, pero seguro que el Gobernador del Banco de España, que es el responsable en materia de precios, cuando participa en el Consejo de Gobierno del BCE, tiene en cuenta el impacto de esas decisiones sobre la actividad económica, el empleo y la renta de las familias.
– El Gobierno prevé recaudar 4.000 millones en dos años con el gravamen a las compañías energéticas. ¿La necesidad de amoldarse al criterio de la Unión Europea echa por tierra esta previsión?
– Son dos procesos paralelos. Nuestra proposición de ley sigue su curso en el Parlamento. Hemos optado por el mismo modelo que Italia, porque es fácil de calcular y nos permite tener una buena previsión de la evolución de la recaudación. Veremos cómo evoluciona el trámite normativo en Bruselas y, por supuesto, como hemos hecho con el impuesto digital, nos adaptaremos a lo que se decida a nivel internacional.
«En otros países se preparan para cortes o recomiendan duchas frías, pero no es el caso de España»
– El PP ya ha mostrado su voluntad de apoyarlo si se ajusta al dictado de Bruselas y retiran el impuesto a la banca. ¿Lo harán?
– En este momento, los sectores que están teniendo unos beneficios extraordinarios han de contribuir para que haya un reparto justo del coste de esta guerra. Vamos a seguir adelante con las dos proposiciones de ley. El PP se está quedando cada vez más solo en Europa y también en España porque los españoles apoyan estos gravámenes.
– ¿Temen que puedan tumbarlo los tribunales, como advierten muchos expertos?
– No he oído ningún argumento sólido que lleve a dudar de la constitucionalidad de este gravamen.
–¿De qué manera van a satisfacer la exigencia de PNV y EH Bildu para que estos gravámenes a las eléctricas y a la banca los pueda recaudar Euskadi, como marcan el Concierto Económico y la singularidad fiscal vasca?
–Como todos los gravámenes, son temas que se abordan con total normalidad dada la estructura fiscal de nuestro país.
–¿Pero puede asegurar que efectivamente Euskadi será quien acabará recaudándolo en virtud de sus competencias?
–En este momento lo primero es sacar adelante esas leyes. Y no me cabe duda de que la ministra de Hacienda trabajará como se ha hecho en el resto de ámbitos para encontrar una articulación que tiene que estar alineada con la ley.
–¿Esa articulación sería a través de las distintas haciendas forales o quizás vía Cupo?
–Es pronto para especificar eso. En este momento tenemos que centrarnos en sacar adelante las leyes. Pero la voluntad del Gobierno será, como siempre, la de responder a la estructura fiscal de nuestro país.
–¿Nos espera un invierno de ahorro en las casas? ¿De encender menos la calefacción, la luz y el agua caliente?
–Ante un alza de los precios de la energía es de sentido común ahorrar.
–¿Pero va a ser un invierno más crudo en ese sentido?
–Afortunadamente la preocupación en España no es el suministro energético, son los precios. En otros países se preparan para cortes o recomiendan duchas frías. No es el caso de España, donde gracias a nuestra mejor situación energética, estamos adoptando las medidas menos restrictivas posibles. Además, desde el Gobierno estamos actuando para que la inflación baje lo antes posible. Ojalá se mantenga en otoño la tendencia a la baja de los precios internacionales de la energía de esta última semana. Pero dependerá del devenir de la guerra.
La compra en el súper
–No sé si usted hace la compra en el súper. ¿Cuando ve los precios se lleva las manos a la cabeza?
–Se ve con claridad la subida, sobre todo en los alimentos elaborados. Es el momento de arrimar el hombro y el comercio puede contribuir a contener el alza de los precios. Por eso es importante el pacto de rentas, con una moderación salarial y de los márgenes empresariales que dé estabilidad al conjunto de la economía y a la ciudadanía.
«Es el momento de arrimar el hombro, con moderación salarial y de los márgenes empresariales»
–¿En este sentido, qué le parece la propuesta de Yolanda Díaz de topar el precio de alimentos básicos? ¿Cómo conjugar el derecho a la libre competencia con la protección de las familias más vulnerables en este caso?
–Cualquier acción del Gobierno debe ser compatible con la normativa de competencia y evitar un impacto negativo sobre la cadena agroalimentaria, porque al final de la cadena está el productor; ya sea agricultor, pescador o ganadero. También hay que evitar cualquier acción que pueda dañar al pequeño comercio. Dentro de ese marco, doy la bienvenida a cualquier iniciativa del sector de la distribución comercial para facilitar la vida de las familias. Somos muy conscientes de que hay personas que tienen dificultades para llegar a fin de mes. Por eso es tan importante mantener la renta de las familias, con las pensiones, el Ingreso Mínimo Vital, el salario mínimo interprofesional y seguir creando de empleo. Que haya más de 20 millones de personas afiliadas a la Seguridad Social, menos de 3 millones de parados y la tasa de paro esté en el 12%, nos da fuerzas ante cualquier reto.
–Uno de los debates precisamente es el pacto de rentas. En Euskadi los sindicatos insisten en actualizar salarios referenciándolos al IPC lo más posible. ¿Es partidaria de subir los sueldos ligándolos lo más posible al IPC? ¿Cómo se puede conjugar eso con la moderación salarial a la que usted alude?
–Los convenios colectivos firmados este año, que ya han cerrado muchas de las principales industrias en España, tienen incrementos salariales que están por debajo del aumento de IPC previsto. Eso demuestra la responsabilidad de todos los actores de la economía y agentes sociales para evitar una espiral de precios y rentas que, como ocurrió en los años 70, prolongue la inflación y la haga más costosa.
– El presidente ha pasado de codearse en actos multitudinarios con el Ibex 35 a declararle la guerra de manera frontal. ¿Cuándo se rompió todo?
– Desde el primer momento, y muy especialmente desde que nos golpeó la pandemia, el Gobierno ha hecho todo lo posible por proteger al tejido productivo. Somos un gobierno comprometido con el impulso de las empresas, del emprendimiento, de las pymes... No veo ningún cambio de actitud. Es importante que el mensaje quede claro: es el momento de que todos arrimemos el hombro y de que las empresas estén a la altura de las circunstancias. Y estoy segura de que lo estarán.
– Hablan de poderes oscuros, de conspiraciones, de cenáculos, de hombres con puro que quieren marcar el destino del país... ¿Esto no es un cambio de actitud?
– Es muy difícil de entender la reacción tan virulenta que tuvieron determinados sectores y, sobre todo, determinados empresarios emblemáticos, contra propuestas como los gravámenes extraordinarios y temporales que se están aplicando en otros países y que son de sentido común desde el punto de vista de la justicia social en este momento.
– ¿Los puentes con la patronal están rotos?
– Las relaciones son excelentes. La semana pasada me reuní con la CEOE y con Cepyme. También con los sindicatos. Debemos seguir trabajando con la misma confianza y responsabilidad para intentar lograr un pacto de rentas.
«Para el Gobierno el PNV no está a la misma altura que Bildu»
–El PNV está muy enfadado por los continuos incumplimientos en materia de transferencias. De hecho, una encuesta impulsada en sus redes concluye que el 81% de los que han opinado les pide romper con Sánchez si no cumple lo pactado. ¿Preocupados?
– Confío en que el PNV siga dando un apoyo y comportándose con la responsabilidad que ha mostrado desde hace cuatro años. Las relaciones son excelentes, tanto con el PNV como con el Gobierno vasco, con el que estamos trabajando codo con codo para que Euskadi siga siendo uno de los motores de crecimiento y prosperidad.
– ¿Teme que el PNV, viendo las encuestas, comience a virar y acercarse al Feijóo?
– No lo veo probable. La visión del país que defiende el PP de Feijóo es diametralmente opuesta a la del PNV. Cada vez está más claro que el PSOE es el único partido que entiende y representa la riqueza y la pluralidad de nuestro país y que es capaz de vertebrar una propuesta para todo el territorio.
– Sobre sus alianzas en el Congreso y dado que los dos son socios parlamentarios. ¿PNV y Bildu están a la misma altura para el Gobierno?
– Evidentemente, no. Son dos partidos distintos. Pero con un parlamento tan fragmentado como el que tenemos en este momento, está claro que el Gobierno tiene que contar con todos los votos posibles para sacar adelante la agenda de reformas. Es impresionante el balance de la legislatura, con más de 150 iniciativas aprobadas, incluso con una aritmética parlamentaria tan difícil.
– ¿Comparte la estrategia de caricaturizar al nuevo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, como un hombre de provincias con muchas lagunas técnicas?
– No creo que exista esa estrategia en absoluto. Soy gallega y respeto lo que representa el señor Feijóo. Pero creo que debe decidir qué tipo de líder quiere ser y cómo orientar el papel de la oposición. Por el momento, está siendo una decepción.