Llenar el depósito en Gipuzkoa es hoy hasta 18 euros más caro que en el confinamiento

Pero ese escenario ya es historia. El proceso de la vacunación avanza a gran velocidad en los países desarrollados, que están levantando las medidas para que la economía se recupere. Ello incide en el aumento de la movilidad y el consumo, por lo que el precio del barril de Brent -el referente en el sector- no para de subir en las últimas semanas y ya flirtea con los 70 dólares, cuando a finales de marzo no alcanzaba los 62. Así, la gasolina está un 24,3% más cara que hace un año en Gipuzkoa y el diésel, un 21,6%. En base a los datos que mostraba ayer la página web dependiente del Ministerio de Transición Ecológica que recoge los precios de todas las estaciones de servicio de Gipuzkoa, el precio de la gasolina 95 ha evolucionado desde los 1,116 euros por litro (precio medio) del 18 de mayo del año pasado hasta los 1,494 euros que registraba ayer en la más cara del territorio, frente a 1,032 euros y 1,319 del diésel. Es decir, una subida en el primer caso de 37 céntimos y de 28 en el segundo que se traduce en un encarecimiento de hasta 18 y 14 euros, respectivamente, al llenar un depósito de 50 litros.

Pese a las subidas, los precios de estos carburantes siguen estando lejos de los máximos históricos que alcanzaron en septiembre de 2012, y la gasolina es actualmente un 11,7% más barata que entonces y un 17,02 % en el caso del gasóleo. Ambos carburantes de automoción marcaron su precio récord la semana del 3 de septiembre de 2012, cuando se situaron en 1,522, la gasolina, y 1,445 euros el diésel.

Jon Eguiguren, director de desarrollo de negocio de la distribuidora Esergui, que cuenta con el 10,85% de la cuota de mercado de gasolineras en Gipuzkoa -las que operan bajo la enseña Avia-, atribuye la escalada actual en el precio del combustible a dos factores principales: «El avance de la vacunación en Estados Unidos y el fuerte rebote en la demanda en el país norteamericano y también en China, fruto de la recuperación de la economía».Eguiguren precisa que el rango actual de precios de los carburantes se sitúa «en niveles de diciembre de 2019». Es decir, que se retrotraen a un mundo anterior a la pandemia, marcado entonces por la bonanza económica. Y precisa que las correcciones «más abruptas» se suelen producir en mercados bajistas.

El directivo de Esergui también considera que los actuales precios «no son desorbitados» y cree que la mayor parte de la recuperación en el coste «ya se ha producido». Requerido sobre la evolución del precio de cara a verano, cuando todo indica que volverán a producirse una cantidad elevada de desplazamientos por carretera, Eguiguren vaticina que «el aumento de la demanda provocará, seguramente, que el precio de la gasolina aumente», mientras que en el diésel habrá contención.

Por otro lado, el Gobierno ya le ha puesto fecha al ya anunciado nuevo impuesto al gasóleo: finales de 2022. La Dirección General de Tráfico (DGT) contabiliza en España 13,5 millones de turismos y 2 millones de vehículos comerciales impulsados por un motor diésel, es decir, algo más de 15 millones de afectados. Eso sí, la medida no afectará a los profesionales ni al gasóleo bonificado.

En cuanto al bolsillo del conductor, a la hora de llenar un depósito el incremento se traduciría en 2,3 euros más (IVA incluido) mientras que su gasto mensual sumaría unos 3,45 euros. Algo que, al año, supondría unos 41,40 euros.