«Si nos lo piden, volveremos a los tribunales contra el peaje de la N-I»

- El TSJPV anuló en abril el peaje para camiones de la N-1, pero la Diputación está dispuesta a mantenerlo, aunque con modificaciones. ¿Acudirán de nuevo a los tribunales?

- Si el sector lo pide, allí estaremos. Es algo ineludible para nosotros, siempre que haya posibilidad de defender los derechos de los transportistas en un procedimiento jurídico.

- No obstante, parece que el pago por el uso de carreteras se extiende por toda España...

- Es así. Las administraciones ven que es una forma de incrementar la recaudación. Pelearemos jurídicamente y también en el plano político contra estas medidas.

- En todo caso, como usted reconoce, el paro convocado en Gipuzkoa fue un fracaso. ¿A qué lo atribuye, cuando el rechazo al peaje en el sector era masivo?

- A la falta de interés de las propias empresas. Los paros no los hacen los dirigentes, sino las empresas. Cuando se anuncia un paro que se organiza de arriba hacia abajo, se corre ese riesgo. Eso fue lo que ocurrió.

- La organización que usted preside convocó el paro...

- Fue el Comité Nacional, del que nosotros formamos parte.

- Gipuzkoa concentra un gran número de empresas del transporte. ¿Qué futuro augura a esta actividad en nuestro territorio?

- El transporte, en general, está en un buen momento respecto a su futuro, no así en cuanto a la rentabilidad. La sociedad del bienestar quiere disponer de lo que necesita de una forma inmediata y el sector resulta imprescindible para dar este servicio. Gipuzkoa, además, es un territorio con una economía pujante y está situado junto a la frontera, así que las perspectivas todavía son más ventajosas, aunque la rentabilidad seguirá siendo un problema en Gipuzkoa, en Cádiz y en cualquier lugar.

- Pero difícilmente habrá actividad si no hay rentabilidad...

- Ese es el problema. ¿Cómo se va a compaginar? Llevamos muchos años manteniendo un sector al límite de la subsistencia, pero ese límite está ya tan agotado... Todos los empresarios tienen en mente resistir, esperando que la caída de otro le deje espacio para estar mejor situado.