La guerra de Ucrania impacta ya en la economía de Euskadi y echa el freno al avance del PIB
Crece sobre el año pasado pero avanza apenas un 1% sobre el último trimestre de 2021, una quinta parte de lo que venía haciendo hasta ahora
Ya está aquí el primer dato oficial del impacto de la invasión rusa de Ucrania en el desempeño de la economía vasca. Un golpe notable ... pero asumible, por ahora, y cuya evolución dependerá de la duración del conflicto y sus muchas derivadas, así como de las políticas públicas que se pongan en marcha para atenuar su efecto. Según los datos ofrecidos este lunes por el Instituto Vasco de Estadística (Eustat), el Producto Interior Vasco (PIB) avanzó en el primer trimestre del año un 5,7% sobre el mismo periodo de 2021, algo por encima de las últimas previsiones (rebajadas) del Gobierno Vasco, que contaban con un alza del 5,6%.
Un empuje que, siendo destacado, conviene matizar. Y es que esa comparación se realiza con un periodo (el que va de enero a marzo de 2021) en el que la economía vasca, aún muy afectada por la pandemia de Covid, cayó casi un 3% en tasa interanual, con lo que el repunte del presente ejercicio tiene algo -no poco- de efecto rebote estadístico.
Mucho más fiable para conocer el verdadero comportamiento de la economía de Euskadi frente al desafío que ha supuesto la guerra en Ucrania es la comparación del primer trimestre de 2022 con el último de 2021. Pues bien, ese contraste ofrece un incremento del Producto Interior Bruto (PIB) intertrimestral del 1%; de nuevo, sólido, como acostumbra a decir el consejero de Economía y Hacienda del Gobierno Vasco, Pedro Azpiazu, pero a gran distancia de lo que venía mostrando en los últimos meses.
A menos velocidad
Tanto es así que ese 1% hay que compararlo con el 4,7% que creció el PIB de Euskadi entre el tercer y el cuarto trimestres del pasado ejercicio, lo que muestra que la velocidad de crucero que había alcanzado la economía vasca ha echado freno hasta 'correr' casi la cuarta parte que a finales de 2021; un momento, aquel, en el que además ya se notaba -a través de la energía- el efecto de una inflación que con la guerra se ha disparado a niveles inéditos en décadas.
Es más, a finales de 2021 también se dejaban ya ver las consecuencias del encarecimiento de las materias primas o de los cuellos de botella de algunas cadenas de suministros que, desgraciadamente, estos días pueden verse truncadas por el colapso que vive el puerto de Shanghai ante los confinamientos que las autoridades chinas están practicando por una nueva oleadas de casos de coronavirus. Dicho de otro modo, y a la luz de lo que está sucediendo desde la invasión rusa de Ucrania, cabe suponer que el ritmo de crecimiento de la economía de Euskadi no será demasiado alegre, al menos en el corto plazo.
El juego estadístico tendrá de nuevo su importancia en el tercer trimestre. Y es que, cabe recordar, el año pasado (y en términos interanuales) el PIB de ese periodo se apuntó un repunte estratosférico del 18,6% al salir por fin de lo peor de la pandemia, con lo que al periodo abril-junio de este 2022 le pesará bastante ese condicionante.
El Eustat resaltó este lunes que «a la vista de la información coyuntural disponible en el momento de elaboración de este avance, ha sido la Industria el sector con un mejor comportamiento durante el primer trimestre del año». Respalda también esa idea el último informe del índice de gerentes de compras (PMI, por sus siglas en inglés), que registró en abril un nuevo incremento, hasta situarse en su mayor nivel en España desde diciembre de 1999. Esa pujanza industrial se explica por la cantidad de pedidos que atesoran las empresas procedentes de la pandemia.
El Eustat explicó también que el empleo, medido como puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, creció un 0,9% respecto al cuarto de 2021. «Se trata del quinto trimestre consecutivo de recuperación», apuntó, para poner en valor también que el alza anual fue del 5%, por encima del 4,5% calculado por Lakua. Y es que el mercado laboral vasco, los datos de la Seguridad Social así lo avalan, está aguantando muy bien el embate. En los primeros meses se ha creado empleo y abril cerrará también con más cotizantes, según aunció el ministro Escrivá.
BBVA rebaja su previsión de crecimiento para Euskadi por el peso de la industria
BBVA Research, el servicio de estudios del banco azul, dio a conocer este lunes su tradicional 'Observatorio Regional' de finales de abril, en el que revisó a la baja la previsión de crecimiento de todas las comunidades autónomas españolas, con especial intensidad en el caso de aquellas que, como el País Vasco, tienen en la industria uno de sus principoales soportes. La guerra, es evidente, unida a la inflación y los cuellos de botella que se generan en el tráfico comercial internacional se enconden tras el recorte generalizado.
En el caso de Euskadi, la entidad estima que la economía repuntará este año un 3,3% y el próximo, un 2,6%. Cálculos que distan considerablemente del 5,3% y el 4,5% manejados hasta ahora. Y es que, apunta BBVA Research, el País Vasco y las comunidades del norte, más consumidoras de energía, se van a ver más afectadas que el resto por la guerra.
Pese a que el turismo extranjero pueda verse afectado por un aumento en el coste del transporte, explica la institución, «Canarias y Baleares se mantendrán como las comunidades con mayor crecimiento este año». «Sus revisiones son inferiores a la media, protegidas por la seguridad del mercado turístico español y un impacto de la pandemia menor del anticipado. Madrid y Cataluña también se ven favorecidas por este factor, así como por la actividad en servicios de mayor valor añadido», añade.
BBVA cree que 13 comunidades recuperarán en 2023 el PIB que tenían en 2019; Euskadi no está entre ellas.
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