La flota de bajura de Euskadi aspira este año a las cuotas más altas de la última década

Gipuzkoa siempre ha sido un territorio íntimamente ligado a la pesca. Desde tiempos inmemoriales nuestros arrantzales se han echado al Mar Cantábrico en busca de pescado con el que alimentar al pueblo. Nuestras aguas han ofrecido casi siempre capturas generosas. Cada una en su temporada, diversas especies surcan las aguas y la flota de bajura de nuestros diferentes puertos ha estado siempre preparada para regresar con el pescado demandado por la población.

En estos momentos descansan en los puertos guipuzcoanos una flota de 80 barcos de bajura que dan empleo a cerca de 650 tripulantes. Si ampliamos el mapa al conjunto de Euskadi, la comunidad suma unos 180 barcos con una media de ocho tripulantes. Precisamente ayer, este sector presentó en Kofradia-Itsas Etxea las expectativas y retos que afronta para este año. Un ejercicio en el que este colectivo espera alcanzar un récord de capturas de las diferentes especies de bajura.

Las cuotas provisionales para 2022 de las principales especies fueron presentadas ayer en Donostia de la mano del director de Pesca y Acuicultura del Gobierno Vasco, Leandro Azkue, el presidente de la Federación de Cofradías de Gipuzkoa, Eugenio Elduayen, y la directora de la Organización de Productores de Bajura en Gipuzkoa (Opegui), Miren Garmendia. El acto comenzó con un sentido recuerdo a los tripulantes fallecidos en aguas de Canadá del pesquero gallego 'Villa de Pitanxo'.

La flota vasca de bajura afronta esta temporada de pesquería con las cuotas más altas de los últimos diez años, con 8.500 toneladas de verdel para Euskadi, 25.250 de anchoa y 17.700 de bonito del norte para el conjunto del Estado. Euskadi captura en torno a un 35 o 37% de la cuota estatal de anchoa de media; y el 50 o 65% de media de la de bonito. Si aplicamos estos porcentajes a las cifras estatales, el País Vasco sumaría en torno a 28.000 toneladas de especies de bajura para este año.

Resulta más bien complicado enfrentar la cuota provisional que asigna la Unión Europea para este presente ejercicio con el volumen de descargas realizadas por las embarcaciones vascas el año pasado, puesto que no todas las descargas se llevan a cabo en puertos de Euskadi. En 2021, el País Vasco cerró la costera del bonito con 9.800 toneladas -cifra que representa alrededor del 55% del bonito capturado de forma conjunta por la flota del Estado-. Si atendemos al número de anchoas, las cofradías vascas registraron 3.540 toneladas, un 37% más que en 2020. Por último, Euskadi obtuvo un 40% menos de verdel, en total cerca de 8.200 toneladas frente a las 13.600 de 2020. La suma total de estas tres especies arroja una cifra final de 21.540 toneladas descargadas en el País Vasco.

El director de Pesca y Acuicultura del Gobierno Vasco quiso subrayar la complejidad de la campaña del año pasado, ya que los pescadores vascos tuvieron que hacer frente a las dificultades de la pandemia. «Pese a todas las adversidades, nuestros arrantzales consiguieron una campaña muy competitiva, con subidas en las capturas de especies como el bonito del norte, con un incremento del 9%». Azkue aseguró que las cuotas asignadas serán las «más altas de los últimos diez años».

Por su parte, el presidente de la Federación de Cofradías de Gipuzkoa abogó por un reparto «individualizado» de las cuotas estatales de anchoa y bonito que permitan una «rentabilidad adecuada» de las capturas. La pesca olímpica (modalidad que permite faenar sin una cantidad de kilos fijada previamente) de estas dos especies -con cuotas para el conjunto del Estado- lleva a «un exceso de oferta» y «no da una rentabilidad adecuada», manifestó Elduayen. Es por ello que planteó como reto acordar un nuevo modelo de gestión para estas especies. Azkue señaló que existen dos ámbitos de negociación sobre esta cuestión; interfederativa de cofradías de la Costa Cantábrica y con el Estado, con el fin de una «mejora de la cuota de anchoa y bonito», las «únicas sin repartir nominalmente por barco». Así, subrayó que la pesca olímpica de estas dos especies, que arrastra más de 50 años de historia, debería pasar a gestionarse «de una forma más actual», a la vista de los «resultados de los modos de gestión de otras especies».

Elduayen también quiso poner encima de la mesa el debate actual existente sobre un acuerdo en este sentido entre las federaciones del Cantábrico, al considerar que «sería más fácil» ir directamente con una propuesta conjunta a Madrid, pero, por el momento, no ha sido posible el consenso, aunque «el 72% está de acuerdo» y es «de prioridad absoluta para los pescadores vascos».

Sin embargo, una parte de Galicia y Asturias, que representan el 28% del Cantábrico Noroeste, no son partidarios de ese nuevo modelo de gestión porque «les genera dificultad». «La pesca olímpica debería estar repartida por barcos o comunidades autónomas. Sería más razonable».

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