Los pensionistas de Gipuzkoa siguen divididos sobre el respaldo a la huelga del 30-E
Los diferentes colectivos de pensionistas de Gipuzkoa continúan divididos sobre el respaldo a la huelga general del próximo día 30, convocada por los sindicatos nacionalistas y los colectivos integrados en la Carta de Derechos Sociales de Euskal Herria en defensa de «un empleo, unas pensiones y una vida dignas».
El colectivo denominado 'Plataformas de pensionistas de Gipuzkoa, Bizkaia, Álava y Navarra' reunido ayer en Vitoria, que representa a una parte del movimiento surgido hace dos años en las calles de Euskadi, anunció su adhesión unánime a la movilización del 30-E a través de un comunicado en el que desveló que la víspera impulsarán una cacerolada «que se haga sentir en las capitales y en numerosos pueblos del País Vasco». Maritxu Serrano, portavoz de Duintasuna, presente en la asamblea de la capital alavesa, declaró a este periódico que el 30 de enero «hay que estar en la calle» defendiendo las reivindicaciones de los pensionistas. «No sólo nos jugamos las pensiones de ahora, sino las de los futuros trabajadores», agregó.
Esa postura 'unitaria' en favor de la huelga contrasta con la que promulgan otras asociaciones del territorio como, por ejemplo, Agijupens -Asociación guipuzcoana de jubilado y pensionistas-, donde su presidente, José Agustín Arrieta, asegura que son «reacios» a secundarla. «Se acaba de formar un Gobierno más sensible a nuestras peticiones, por lo que entendemos que la huelga no llega en un buen momento».
Desde la comarca del Bidasoa, Fernando Arocena, portavoz del Movimiento de Pensionistas de Txingudi, aporta una visión equidistante. «No tomamos ninguna posición porque vemos que no hay consenso dentro del movimiento», defiende. En la misma línea, Jon Gorrotxategi, de la plataforma de Zarautz, añade por su parte que la huelga «provoca un choque de actitudes».