Pensiones
Los nuevos jubilados vascos han pasado en diez años de cobrar el 87% de su último salario al 75%La tasa de sustitución, el porcentaje de prestación pública respecto al último sueldo, se sitúa por debajo de la media española y cae un 14% por las reformas para que el sistema sea sostenible
¿Qué porcentaje de una futura pensión va a cobrar un vasco respecto a su último salario? La tasa de sustitución (o reemplazo) media de ... la pensión pública da respuesta a esta pregunta y sitúa a Euskadi con uno de los mayores índices de toda la UE-27, pero con un descenso continuo, de un 14%, en los últimos diez años y por debajo incluso de la media española, la más alta de Europa. En concreto, la tasa de sustitución vasca, que mide el nuevo poder adquisitivo de quienes dejan el trabajo y pasan a cobrar la prestación de jubilación por parte del Estado, se sitúa en el 75,1%, más de un punto por detrás de la española (76,2%), pero por encima de países como Portugal (74,9%), Italia (74,6%), Austria (74,1%) o Grecia (72,6%).
El País Vasco supera la media de la Unión Europea, que se queda en el 48,9%, según el Observatorio de la Previsión Social Complementaria del Gobierno Vasco, con datos del INE y la Seguridad Social referentes al año 2021. Pese a ello, como puede apreciarse en el gráfico adjunto, la tasa de sustitución de Euskadi muestra un perfil descendente. Fue en 2013 cuando esta variable alcanzó su máximo (87,1%), y desde entonces no ha dejado de bajar hasta situarse en el 75,1%, doce puntos menos, como consecuencia de las reformas que se han ido implementando para garantizar la sostenibilidad del sistema público de pensiones.
Y es que a medida que van entrando en el sistema de Seguridad Social nuevos beneficiarios que cobran pensiones más altas –porque vienen de percibir sueldos más elevados– y que las prestaciones van revalorizándose año a año, el numerador de esa tasa de reemplazo va creciendo.
El hecho de que esta sea en España, y por ende en el País Vasco, la más alta de la Unión Europea tiene una explicación. Y es que aquí solo existe un pilar obligatorio para sostener las pensiones y el cálculo de esta tasa: las cotizaciones de los trabajadores activos a la Seguridad Social. Esto quiere decir que mantener esa tasa de reemplazo en niveles adecuados depende solamente de los ingresos de un ente público como es la Seguridad Social. Otros países, sin embargo, reparten el peso de la cobertura para la jubilación entre varios pilares, públicos y privados, obligatorios, semi obligatorios y opcionales, incluyendo instrumentos de ahorro individual.
De hecho, algunos de los países de la OCDE con tasas de sustitución más altas, como Dinamarca, cuentan con sistemas que complementan la pensión pública con instrumentos de previsión empresarial y ahorro individual. Esto permite evitar que se hunda el poder adquisitivo de los jubilados sin comprometer la estabilidad futura de todo el sistema, y provoca que el porcentaje de dinero público (la tasa de sustitución) que cobran quienes dejan el mercado laboral por razones de edad sea menor.
Retos de futuro
El Banco de España, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), BBVA Research o la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) son algunos de los organismos que ponen serias objeciones a la segunda fase de la reforma de pensiones en España, en vigor desde el 1 de abril de este año. Uno de los grandes peligros que detectan es el «importante aumento del gasto en pensiones», que pasará desde el 12,3% del PIB en 2019 al 16,5% en 2050, para mantener «la tasa de reposición más alta de la Unión Europea en la pensión de entrada, y garantizar su poder adquisitivo durante la vida del perceptor», remacha esta investigación. Además, el sistema continuará proporcionando una elevada tasa de reposición, incluso a las carreras de cotización cortas.
El objetivo de este indicador es medir la eficacia del sistema de pensiones a la hora de mantener su nivel de vida tras la jubilación para así conocer el poder adquisitivo de los jubilados y saber si tienen que fomentar el ahorro privado, por ejemplo. El cálculo de la tasa de sustitución en Euskadi efectuado por el Observatorio de la Previsión Social Complementaria del País Vasco se basa en la ganancia media anual (14 pagas) de una persona asalariada de 55 y más años y la pensión media de jubilación en el momento del alta de dicha prestación en la Comunidad Autónoma Vasca.
Euskadi, en cambio, se encuentra a la cola en otra variable relacionada con las pensiones: la edad de jubilación. El País Vasco se sube así al tercer escalón del podio como la región con una edad de jubilación más temprana con 64,5 años, solo por detrás de Asturias (64,4) y Navarra (64,2) y casi medio punto menos que la media estatal (64,9 años). La tasa vasca ha crecido en seis meses en los últimos cinco años, ya que en 2019 era de 63,9, según datos también del Observatorio de la Previsión Social Complementaria del País Vasco. En la otra cara de la moneda se encuentran Canarias, Murcia y Baleares, donde superan los 65 años.
Estas diferencias de edad entre provincias se entienden mejor si se mira las pensiones medias que se cobran en cada una de ellas, un dato que evidencia que, como norma general, los trabajadores que se pueden permitir adelantar la jubilación residen en aquellas regiones donde la industria y la minería tienen más peso y, por lo tanto, cuentan con bases medias de cotización más altas, carreras laborales más estables y, finalmente, prestaciones medias más elevadas, como es el caso de los territorios vascos y otras provincias del norte del Estado.
El reto vasco de 40.000 nuevos empleos para cuidar a mayores
El Departamento de Trabajo y Empleo del Gobierno Vasco celebrará el próximo 5 de octubre una jornada en la que presentará el trabajo que se ha realizado dentro del proyecto ZainLab, de profesionalización de los cuidados, que podría generar 40.000 empleos, según explicó ayer el viceconsejero de Empleo, Alfonso Gurpegui, en Europa Press. El programa, en el que se ha entregado acreditación de profesionales de los cuidados a 60 empleadas del hogar, es pionero en la Unión Europea y se expondrá en Bruselas en noviembre con motivo del Año Europeo de las Competencias. La Consejería dirigida por la socialista Idoia Mendia presentó al comienzo de esta legislatura el programa ZainLab de apoyo a la longevidad, con el objetivo de que el envejecimiento deje de verse como «un problema» y transformarlo «en una oportunidad» de nuevos nichos de empleo con profesional cualificado. Gurpegui explica que se calcula que esta profesionalización de los cuidados crearía 40.000 empleos de calidad en Euskadi, lo que, a su vez, supondría «una mejor remuneración», al haber gran margen de progreso.
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