«Sería indignante que nos recortaran la pensión un 21% tras cotizar 40 años por la máxima»
Esta extrabajadora de banca asegura que «mi pensión máxima la tengo pagada con creces porque también coticé como profesora de la universidad»
Pilar Antolin tiene 58 años y está prejubilada desde los 56, cuando el Banco Santander, donde ha trabajado toda su vida, le ofreció esa ... posibilidad, en una salida pactada, a la que se acogió «porque arrastraba problemas de salud», remarca. La entidad cotiza desde entonces a la Seguridad Social hasta que esta bilbaína alcance los 63 años, cuando pasará a la jubilación anticipada.
Entonces y con la normativa actual Pilar sufriría un recorte en su pensión del entorno del 4% por haber cotizado por la base máxima. Una merma en su prestación que tenía asumida. Lo que no se imaginaba Pilar hace dos años era que estaba al caer una reforma de las pensiones que podía condicionar su futuro, «y lo que es peor –dice–, cambiar las reglas de juego sobre una decisión que ya no tiene marcha atrás».
Y es que esta exempleada bancaria no termina de quitarse el susto del cuerpo desde que el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, anunciara hace unas semanas una propuesta para endurecer los recortes de cotización de las jubilaciones anticipadas, que iban hasta el 21% en el caso de hacerlo con 24 meses de antelación.
Un planteamiento que también afectaba a las personas que hayan cotizado por la base máxima, ya que no se les aplicaría los recortes sobre la base reguladora, como ocurre ahora, sino sobre la pensión.
«No termino de creerme que José Luis Escrivá haya echado marcha atrás. Hasta que no esté aprobado...»
Posteriormente, y según un documento al que tuvo acceso este periódico y que dio a conocer la semana pasada, el ministro ha dado marcha atrás en lo que respecta a este colectivo, de modo que en ningún caso sufrirían un recorte mayor que el actual. Pero Pilar no termina de creérselo. «Ver para creer», dice, «porque van dando tantos tumbos que hasta que no esté aprobado...».
Y es que a Pilar le parece «indignante» que hayan propuesto en un principio ese 21% de recorte, máxime –explica– cuando la decisión de prejubilarse no ha sido por gusto sino por razones de salud en las condiciones que estaba trabajando. «A mi que me ha gustado siempre trabajar, se me estaba haciendo insoportable». Y alude a las «condiciones de trabajo que se vive en los últimos años en la banca en general».
Además, quiere dejar claro que en su caso al acogerse a una prejubilación pactada, «de las antiguas, de las que no vas al paro, no supone ningún gasto para las arcas del Estado». Explica que de haber esperado al ERE hubiera tenido ventajas fiscales, pero prefirió no hacerlo.
Pilar considera que desde los 23 años, en los que empezó a trabajar en el Banco Santander, ha contribuido lo suficiente al sistema para no tener un recorte mayor del previsto inicialmente. Máxime cuando durante unos años estuve también trabajando como profesora en la Universidad, con lo que cotizaba por ambos empleos, sabiendo que solo me computaba uno».
Cuando Pilar optó por prejubilarse ya se barruntaba algún cambio en las cotizaciones. Pero dice que tomó la decisión porque «al ser mi base reguladora muy superior a la pensión máxima, aunque aumentaran algo los coeficientes reductores, me seguía compensando. El problema es si esos coeficientes se aplican sobre la pensión y no sobre la base reguladora, como anunció Escrivá en un principio».
De ser así, señala que el recorte en su pensión sería «inasumible porque mi marido se ha quedado con una prestación baja».
Con todo, Pilar no entiende que un gobierno que se dice progresista se plantee un cambio así, «como si fuéramos unos privilegiados y nos fuéramos por gusto. Tampoco entiende que se penalicen más las jubilaciones anticipadas cuando hay un 33% de jóvenes sin trabajo.
Los afectados por un ERE, a salvo
Esta es una opinión que también comparte Fernando Deba,empleado del Banco Santander y que está en otra tesitura parecida a la de Pilar. Y es que está apuntado en la lista que ha abierto la entidad para aplicar un ERE a la plantilla. Un expediente que afectará a 3.572 personas en todo el Estado. «Las listas están abiertas hasta el 30 de junio y la empresa tiene diez días para contestarte. La cuestión es que si no te apuntas te presionan porque te pueden mandar a trabajar hasta 100 kilómetros de distancia, y a esta edad...».
Los más de 45.000 trabajadores que están en estos momentos inmersos en un Expediente de Regulación de Empleo y aquellos que puedan sumarse en los próximos meses tienen a su vez garantizado que en ningún caso sufrirán perjuicio alguno con la nueva ley. Escrivá ha accedido también a introducir una cláusula de salvaguarda para que puedan elegir entre jubilarse con la ley actual o con la que se apruebe dependiendo de cómo les compense más.
Fernando, que es delegado de ELA, aclara que su sindicatoestá en contra de este ERE y del de otras empresas que tienen «semejantes beneficios, porque no puede ser que la sociedad pague el paro de estos despidos».
En cualquier caso, quiere dejar claro que en una prejubilación te vas de forma voluntaria y en un ERE te despiden, con lo que considera que es justo que el Gobierno haya decidido dejar fuera de los nuevos recortes de las pensiones a los trabajadores afectados por un ERE.
Una medida, explica, que afectaría a todos los despidos que se produzcan en 2020 y 2021, o los trabajadores que salgan el año que viene siempre que el ERE se haya firmado antes del 30 de septiembre de este año.
Fernando cree que esta decisión del Gobierno ha venido condicionada por la «presión que ejercen las grandes compañías, como los bancos, que son los que más van a recurrir a los ERE». Con todo, está también un poco a la expectativa de cómo quedará redactada la reforma en lo que respecta este apartado.
Este empleado de banca, que cumplirá 58 años en este 2021, señala que el banco se hace cargo de la cotización de los trabajadores despedidos hasta los 63 años. Y a partir de ahí, al tratarse de un ERE te jubilas de forma oficial,no anticipada, dos años antes de la edad legal si tienes cotizados los suficientes años, como sería su caso.
«El Gobierno ha excluído de los nuevos recortes a los afectados por ERE por la presión de las grandes compañías, como bancos»
Pero deja claro que el ERE supone todo un drama para algunas personas, «porque supone una merma considerable de ingresos, y quien esté separado o pagando todavía una hipoteca o tenga hijos en edad escolar, que no es mi caso, lo van a pasar muy mal».
«A mi me llega para vivir y por no aguantar la presión de los jefes... Tengo más vida que mi trabajo», afirma rotundamente. Aunque lamenta que losbancos, que son el sector donde más horas extraordinarias se meten hagan estos recortes de plantilla con el objetivo de abaratar costes». Solo con las del Banco Santander daría para crear más de 2.000 empleos». Y es que entiende que de este modo se perpetúa la situación, «porque se seguirán metiendo horas extra al haber una plantilla menor».
Una de cuatro jubilados anticipados cotizan por la base máxima
La nueva norma sobre pensiones que está ultimando el Ejecutivo con los agentes sociales –patronal y sindicatos– no supondrá prácticamente ninguna merma para los trabajadores con bases de cotización máximas que decidan jubilarse de forma anticipada, un colectivo que supone entre un 25% y un 30% de quienes se prejubilan.
De esta forma, quienes en la actualidad coticen por 2.707 euros al mes o más– cuantía en la que está situada la pensión máxima–, es decir, aquellos trabajadores que ganen 2.300 euros o más, tienen garantizada una prestación de al menos 2.598 euros mensuales. Es la misma que tendrían si se prejubilaran ahora, puesto que queda condicionada a que la pensión máxima suba hasta el punto de que no les suponga ningún impacto negativo. Así se recoge en el último borrador de anteproyecto de ley para reformar las pensiones fechado a 1 de junio y al que ha accedido en exclusiva este periódico.
«Esta ley solo resultará de aplicación en la medida en que la evolución de la pensión máxima del sistema absorba completamente el efecto del aumento de coeficientes respecto a los vigentes en 2021 para aquellos trabajadores con base reguladora superior a la pensión máxima, de manera que la pensión reconocida no resulte en ningún caso inferior a la que habría correspondido con la aplicación de las normas vigentes en 2021», establece el texto pactado en la mesa del diálogo social.
Además, a este colectivo no se les comenzarán a aplicar los nuevos coeficientes reductores hasta el año 2024 y, a su vez, se hará de una forma gradual en un plazo de diez años, con lo que la plena entrada en vigor se retrasa hasta 2035.
Será entonces cuando se les equipare la penalización con quienes no han cotizado por encima de la pensión máxima, puesto que a estos últimos los nuevos coeficientes reductores se les aplicarán ya en el momento en que entre en vigor la nueva ley, algo que todavía falta por acordar y aparece en blanco en el texto que se está manejando.
Mientras tanto, entre 2024 y 2035 se les irán incrementando año a año las penalizaciones en función de dos factores. Por un lado, se tiene en cuenta el número de meses de anticipo con los que acceden al retiro: desde un mes antes hasta los 24 meses previos en que pueden hacerlo. Y, por otro lado, cambian en función del número de tiempo cotizado, estableciéndose cuatro tablas distintas de coeficientes reductores: para menos de 38 años y seis meses cotizados; más de 38 años y seis meses y menos de 41 años y seis meses; más de 41 años y seis meses y menos de 44 años y seis meses; y, por último, más de 44 años y medio cotizados.
La horquilla de penalizaciones el primer año de aplicación oscilará entre un 0,69% y un 5,42%, pero diez años después se incrementará y se situará entre un 2,81% y un 21%. Es un recorte que se les realizará sobre la pensión real, no sobre la base reguladora como ahora.
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