La entente ruso-noruega para pescar bacalao preocupa a la flota de Pasaia

Los pescadores europeos han llevado el problema al Parlamento Europeo. Tras acabarse la época dorada de los bacaladeros de Pasaia, con 79 barcos a principios de los ochenta, ahora resisten dos barcos, con medio centenar de tripulantes en total pero que dan empleo indirecto a 300 personas.

El problema parte de hace un año, cuando Noruega, que no pertenece a la UE pero sí al Espacio Económico Europeo (EEE), «confiscó» 4.964 toneladas de bacalao a la UE y su flota de forma «unilateral e ilegal», en el seno de las negociaciones del Brexit. «Cómo es posible que un miembro del EEE ataque los derechos de la UE de forma tan flagrante?», se preguntan los armadores como Urcola. Este colectivo ha pedido protección a la UE para que aprovechara su relación privilegiada y reparara el agravio noruego, «pero no se consiguió nada».

La asignación interna provisional de la UE de 4.500 toneladas de bacalao ha expirado y debe emitir una nueva cuota. Esta cantidad parcial se decidió para apaciguar a Noruega en una negociación para intentar revertir una crisis abierta por ellos mismos en diciembre de 2020; justo días antes de que se firmara la salida del Reino Unido de la UE. Ahora, 14 meses después no hay ningún progreso real y Noruega incluso ha incidido unilateralmente en el daño a los pesqueros comunitarios con la prohibición de los arrastreros de vara en sus aguas, medida que sólo afectará a los buques de la UE. Los armadores han llevado el problema al Parlamento Europeo y se temen lo peor. «No podemos perder esta cuota que nos dejaría en situación de inviabilidad. Somos un sector esencial y muchas empresas indirectas se van a ver afectadas», insiste Urcola.

La reacción no se ha hecho esperar por parte de las asociaciones empresariales ENAFA y Europêche, que representan a todos los buques y empresas pesqueras de la UE que capturan bacalao en el Mar de Barents, ya sea en la zona económica noruega o en las aguas de Spitsbergen (Svalbard). En conjunto, representan a 17 grandes buques, 500 tripulantes y 250 millones de euros de facturación.

En este contexto, el Ministro de Pesca noruego acaba de declarar que Noruega se compromete a seguir colaborando con Rusia en la gestión pesquera y se compromete a mantener sus puertos abiertos a la flota de ese país para las operaciones y la venta de sus capturas. «Esto significa que el bacalao ruso será desembarcado, procesado y vendido en Noruega y se exportará como producto noruego a la UE y otros mercados. Mientras EE.UU. y el Reino Unido cierran y restringen respectivamente su mercado a los productos marinos rusos, Noruega parece ir en la dirección contraria», concluye Urcola.