Casi ocho de cada diez autónomos vascos cotizan por la base mínima de cara a la jubilación
Son más de 130.000 trabajadores por cuenta propia y muchos de ellos deberán abonar más cuando se implante el nuevo sistema que se basará en ingresos reales
Domingo, 6 de junio 2021, 08:06
Nadie pone en cuestión a estas alturas que los autónomos tienen que pasar a cotizar por sus ingresos reales. Aquello de hacerlo por ... la base mínima durante prácticamente todo la vida laboral e incrementarla los últimos años –quienes se lo pueden permitir– para poder acceder a una prestación algo más digna, tiene los días contados.
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Y es que la mayoría de ellos terminan con unas pensiones muy bajas, mientras que los más pudientes echan mano de los planes privados para poder garantizarse unos recursos económicos suficientes una vez jubilados. «Y es que no es lógico que cotice lo mismo un carnicero de barrio que un gran notario de Bilbao», como indica Silvia Martínez, responsable de UPTA Euskadi, una organización que lleva años defendiendo que se pase a un sistema de cotización en función de los ingresos reales.
El 12,7% de los autónomos vascos cotiza por la base máxima –en total son 21.994–, mientras que el 10,3% –17.838– lo hace por las bases intermedias.
En Euskadi, según los últimos datos del Ministerio de Trabajo que aporta UPTA, había antes de la pandemia 173.353 autónomos. De ellos, el 77% cotiza por la base mínima – 289 euros–, lo que supone 133.353 trabajadores por cuenta propia; el 10,3% lo hace por bases medias, apenas 17.838 autónomos, y otro 12,7% lo hace por la base máxima (1.245 euros), lo que implica 21.994 emprendedores. Para hacernos una idea del impacto que tiene el actual sistema de cotización, la pensión media con la que se jubilaron los autónomos el pasado mes de abril en el País Vasco fue de 831,88 euros, lejos de la del conjunto de los trabajadores, que fue de 1.279 euros.
831,88 euros fue la pensión media con la que se jubilaron los autónomos vascos el pasado mes de abril, frente a los 1.279 euros de prestación media del conjunto de los trabajadores.
Pero la propuesta planteada recientemente por el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, que incluye trece tramos de cotización, ha suscitado las críticas de todas las organizaciones de autónomos, empezando por la principal asociación, ATA, que se integra dentro de la CEOE, pero también de la propia UPTA.
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En el primer caso las críticas han sido furibundas –lo califica de atraco–, hasta el punto de que tras realizar sus propios cálculos apunta que no es verdad como dice el ministro que la gran mayoría pagará menos que ahora a la Seguridad Social. Señala que todos los que tengan ingresos superiores a 22.000 euros verán incrementada su cuota en 2023, cuando se inicie el nuevo sistema, mientras que a partir de 2031, cuando concluya su implantación progresiva, será para todos los que ganen más de 17.000 euros al año.
Es más, ATA añade que cuando la reforma entre totalmente en vigor los trabajadores por cuenta propia tendrán que pagar hasta el 55% de sus ingresos al Estado si se incluye lo que tienen que abonar por IRPF –En Euskadi y Navarra este impuesto corresponde a las Haciendas forales y los tipos son algo más elevados–. Este sería el extremo en el caso de los que ganen más de 49.000 euros, pero quienes menos ingresan, aquellos que obtengan unos rendimientos netos de 3.000 euros , tendrían que abonar en conjunto –entre cuotas a la Seguridad Social e IRPF– el 36%.
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UPTA califica de «barbaridad» la propuesta del Gobierno porque penaliza sobre todo a los que menos ingresan
Un diseño que, según UPTA, supone «una barbaridad para los que menos ingresan», ya que, a su entender, serían los grandes damnificados. Tanto esta asociación como ATA critican en primer lugar las formas, porque Escrivá dio a conocer su propuesta sin que haya mediado una negociación con las asociaciones de autónomos. Además, indican que el ministro no se ha dirigido a ellos para explicársela y ni siquiera les ha enviado la misma, por lo que han tenido conocimiento a través de los medios de comunicación.
UPTA califica de «barbaridad» la propuesta del Gobierno porque penaliza sobre todo a los que menos ingresan
Silvia Martínez recuerda que su asociación defiende una tarifa reducida para aquellos autónomos que no lleguen al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) , con dos tramos especiales, y otros seis a partir de ahí. Una propuesta, recalca, que no tiene nada que ver con los trece tramos propuestos por el ministro. Un planteamiento el suyo que dieron a conocer hace tiempo al Ministerio, «pero que no se ha tenido en cuenta», resalta.
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En concreto, el primer tramo especial sería para quienes tienen rendimientos inferiores al 50% del SMI. En este caso se trataría de una tarifa superreducida de 71,54 euros.Y para los que superen el 50% del SMI y no rebasen el salario mínimo, sería de 143,08 euros.
A partir de ahí, comenzarían lo seis tramos. Para los que no excedan de 25.000 euros anuales, la base mínima de cotización sería de 944,40 euros mensuales; entre 25.000 y 30.000 euros, 1.214,08 euros; entre 30.000 y 40.000 euros, 1.456,96 euros; entre 40.000 y 50.000, 1.748,34 euros; entre 50.000 y 60.000, 2.098, y para quienes superen los 60.000 euros, 2.517,60 euros.
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UPTA no especifica las cuotas que se abonarían y que dependerían de los tipos aplicables. Aunque si se toma como referencia el 30,30% que se aplica en la actualidad, las cuotas serían inferiores a las planteadas por el Gobierno. Así hasta los 30.000 supondría unos 1.000 euros menos al año, y a partir de ahí las diferencias serían sustanciales hasta alcanzar en los más de 60.000 casi 4.000 euros menos. (Ver gráfico adjunto).
Sin embargo, ATA deja bien claro que no aceptará ninguna propuesta en la que el tramo más bajo de cotización sea superior a los 50 euros o una cuota máxima superior a los 660 euros mensuales, lo que supondría 9.240 euros al año. Esa es la horquilla que ellos proponen.
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UPTA plantea, además, que los autónomos pueden elegir el tramo en función de sus previsiones de rendimientos netos anuales, con la posibilidad de cambiar de base de cotización cuatro veces al año y que al final del ejercicio se regularicen las cotizaciones para que las mismas se adecúen a los rendimientos netos de actividades económicas y/o profesionales realmente obtenidos en el ejercicio económico.
El ministerio sí estaría por la labor de incluir esta parte, ya que permitiría a los autónomos ir ajustando sus cotizaciones a sus ingresos reales. Lo que no está claro es si mantendrá la tarifa plana para aquellos emprendedores que monten un negocio, lo que supone en la actualidad una cuota de 60 euros al mes durante los dos o tres primeros años.
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En cualquier caso, y ante la polvareda levantada, el Ejecutivo ha decidido momentáneamente retirar o dejar de lado su propuesta.
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