Lakua impulsa con los primeros doce millones el fondo público privado de apoyo a pymes

De esta iniciativa de apoyo a las pymes vascas público-privada, que arranca por fin así en los últimos días de este 2019, se responsabilizará una empresa privada con sede en el edificio Albia 1 de Bilbao. Se trata de la gestora ABE Capital Partners, pilotada por Javier Arana -como consejero delegado y presidente- junto a Pablo Elola y Manuel Blanco, que según consta en los archivos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores también tiene la condición de primer ejecutivo.

Según explicaron ayer fuentes de Lakua, «el objeto principal del fondo consistirá en la toma de participaciones temporales en el capital de pequeñas y medianas empresas con potencial de crecimiento y proyección internacional». Compañías, añadió el Gobierno Vasco, «basadas en una ventaja competitiva fuerte y sostenible en actividades innovadoras, que, a su vez, tengan capacidad de arrastre sobre el tejido industrial del entorno».

Dicho de otra manera, el instrumento ayudará a empresas sanas (no está concebido, ni mucho menos, para rescatar 'cadáveres') que necesiten un apoyo financiero para crecer dentro o fuera de Euskadi. Un compañero de viaje financiero más allá de los actores tradicionales de ese canal.

El fondo de inversión en cuestión se llama ABE Private Capital Equity Fund FCR, cuya depositaria (que ha de ser siempre distinta de la gestora) será el Banco Santander. En su día, tal y como adelantó DV, el propio Gobierno Vasco realizó una consulta -mediante un concurso público- a PwC para determinar si era mejor (o más conveniente) crear una gestora propia o elegir a una ajena, y fue esta segunda opción la que aconsejó la consultora internacional.

ABE Capital Partners, según consta también en la documentación entregada al supervisor, se dedica -además de la gestión de carteras de inversión- al «asesoramiento de empresas con respecto a estructuras de capital, estrategia industrial y materias relacionadas, el asesoramiento y los servicios relacionados con fusiones y adquisiciones, así como otros conexos con la gestión de la entidad y de las empresas y de los activos» en los que invierta.

De esa definición cabría interpretar -aunque la letra pequeña sobre cómo actuará el fondo aún es un misterio- que cuando el instrumento público-privado (en realidad, mucho más privado que público, en una proporción próxima al 80%-20%) entre en el capital de las empresas podría tener influencia en la gestión.

La parte pública del fondo incluirá tres millones de euros procedentes de las tres diputaciones forales, pero el grueso de las aportaciones llegará de manos privadas. El primero que que dio un paso al frente para anunciar que acompañaría la iniciativa fue el Grupo Mondragon, cuyo presidente adelantó en una entrevista con este periódico que la aportación de la Corporación rondaría los «tres o cuatro millones».

También se sumarán las EPSV y las entidades financieras que trabajan en el País Vasco. Además, entrarán el Instituto de Crédito Oficial (ICO) y el Fondo Europeo de Inversiones (FEI), lo que permite anticipar que no se invertirá solo en empresas de Euskadi.