Las grandes petroleras han multiplicado por cinco sus operaciones el primer día del descuento en el precio
Desde Repsol reconocen que «ha habido un pico de operaciones y esto está ralentizando el sistema», pero explican que «se trata de algo puntual»
m.m.
Viernes, 1 de abril 2022, 13:47
El primer día de la rebaja de 20 céntimos por litro de carburante ha provocado más atasco informático que grandes atascos en las gasolineras, al menos en Gipuzkoa, en contra de lo previsto por las estaciones de servicio. Con todo, falta por saber cómo se comportará la tarde, cuando los guipuzcoanos abandonen sus puestos de trabajo. Incluso hay cierta expectación en las gasolineras más cercanas a la muga, muy frecuentadas por los franceses que buscan importantes rebajas, que suelen acudir hacia el mediodía o por la tarde para repostar.
Hasta el momento, la noticia en este primer día de aplicación de la rebaja en el precio del carburante está relacionada con los problemas informáticos. La mañana ha transcurrido con relativa normalidad, «como la afluencia habitual de un viernes». Sin embargo, la modificación de los precios ha ocasionado problemas informáticos para los puntos de repostaje. «En el panel no podemos poner el nuevo precio y en los tickets tampoco podemos reflejar el descuento. Nos estamos arreglando como podemos para que los clientes tengan su rebaja, aunque no se refleje por ningún lado. Podemos asegurar que se está aplicando», aseguran en la gasolinera de Repsol de Irun.
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Dicha problemática ha sido recurrente en algunas estaciones de servicio de Repsol, que han reconocido «problemas informáticos puntuales» en el cobro por la alta afluencia de conductores. Las mismas fuentes de la compañía aclaran que en ningún caso se ha producido una caída de los sistemas informáticos de pago de la compañía.
Desde Repsol reconocen que «ha habido un pico de operaciones y esto está ralentizando el sistema», pero explican que «se trata de algo puntual» y que el sistema en sí no se ha caído, simplemente ha debido enfrentarse a un viernes en el que se han «multiplicado por cinco» las operaciones respecto a uno normal. Al tratarse de un descuento por litro, las gasolineras deben aplicarlo sobre el precio que marcan en el tótem y los surtidores para que el recibo lo recoja así.