El Gobierno da a la industria vasca la mitad de la energía que pedía pero deja fuera a Gipuzkoa

El Ejecutivo Sánchez busca así destacar a una industria que en apenas tres años ha multiplicado por ocho sus solicitudes para 'enchufarse' a la red que transporta la electricidad hasta un volumen de 2.000 megavatios. Con esta propuesta de resolución –hay diez días para presentar alegaciones– se libera de golpe más de la mitad de la potencia solicitada.

Para resolver las peticiones formuladas en estos nudos, el equipo de Sara Aagesen ha establecido unos criterios que buscan blindar a los proyectos industriales que más necesitan esa electricidad: los que han recibido ayudas europeas y necesitan lanzar sus iniciativas para no tener que devolver dinero a Bruselas.

Para ello se fijan unos criterios que priorizan tres cuestiones: el volumen de inversión, la reducción de emisiones de dióxido de carbono y la puesta en marcha de esas iniciativas. Algo en lo que encajan tanto la milmillonaria inversión de Mercedes para producir sus modelos eléctricos en Vitoria como los planes de descarbonización de Heidelberg Materials, la cementera con sede en Arrigorriaga, entre otros planes industriales.

Fuentes conocedoras del proceso apuntan a que se busca blindar así a los «proyectos industriales prioritarios», no sólo en Euskadi sino en otras cinco comunidades autónomas en las que se liberan seis nudos de la red eléctrica. En el caso concreto de Euskadi, se desatascan 993 megavatios en el 'enchufe' de Arrigorriaga y 387 en el de Mercedes Vitoria. De ellos se beneficiarán cinco solicitantes en suelo vizcaíno y dos en Álava. La resolución llega en un momento en el que las solicitudes de la industria vasca se han disparado y las conexiones eléctricas se han convertido en una de las principales preocupaciones del sector en la comunidad autónoma, como avanzó este periódico a principios de año.

El director de la Región Norte de i-DE, la empresa de distribución eléctrica de Iberdrola, Javier Arriola, señalaba en estas mismas páginas que «se ha saturado la capacidad de la red actual en muchos puntos» y eso ha obligado al gestor a denegar la mitad de las conexiones que están reclamando las compañías. Y a eso se suman los problemas que ya están experimentando muchas firmas cuando necesitan incrementar su potencia.

«Lo primero que hacen las compañías cuando analizan un emplazamiento es preguntar por el enchufe. Y el problema es que nosotros no lo tenemos», ilustraba el consejero de Industria, Mikel Jauregi, hace tan solo unas semanas. Esa creciente alarma fue la que movió al lehendakari Pradales a hacer un llamamiento al Gobierno central para «no cortocircuitar proyectos de inversión» por esa saturación de la red vasca.