Bic Gipuzkoa se consolida como lanzadera de empresas innovadoras

La sede central de BIC Gipuzkoa ocupa un moderno edificio en el parque tecnológico de Miramón (Donostia). Un marco propicio donde bullen emprendedores que se devanan el cerebro con el objetivo de convertir sus ideas en empresas novedosas y viables. No parten de cero, cuentan con valiosos ejemplos a seguir. En este centro nacieron compañías de éxito como Wabe Garden, Wattio, Enigmedia, Graphenea, Irisbond o Countercraft...una nómina para quitar el hipo.

Business Innovation Center Gipuzkoa cumple este año su veinticinco aniversario. En este periodo ha apoyado 732 proyectos, con el resultado de 359 firmas creadas y 108 diversificadas. La incubadora de empresas del Gobierno Vasco y de la Diputación se ha consolidado como un centro de referencia para aquellos que quieren fundar start-up de alto contenido tecnológico.

El año pasado atendieron 250 iniciativas en los tres BIC del territorio (San Sebastián, Eibar y Arrasate), de las que 65 fueron aprobadas, un 20% más que en 2016. Asimismo, se apoyó la creación de 35 start-ups, lo que supone un incremento del 29%.

Marisa Arriola, directora del Business Innovation Center, explica que se ha llegado a este 25 aniversario con una actividad creciente. «La evolución en estos últimos años está siendo muy positiva, con una media de entre cincuenta y sesenta proyectos aceptados. La tendencia es ascendente, tanto en el número de propuestas como en la calidad de las mismas». De hecho, el presente ejercicio, a tenor de la actividad registrada en el primer trimestre, apunta a que se superarán las cifras de 2017.

Los proyectos aspirantes se someten a una dura criba. En primer lugar, se analiza el perfil de los candidatos, valorándose su experiencia, capacidad para afrontar los retos e implicación. Además, se evalúa el potencial de la idea, la tecnología o patente que se presenta, las oportunidades del mercado, la capacidad de desarrollo de I+D+i y los aspectos relacionados con la propiedad intelectual. A partir de estos requisitos básicos, se tienen en cuenta otros aspectos, como la disponibilidad de las personas promotoras para desarrollar el proyecto y su implicación absoluta en el mismo, sin olvidar, señala Arriola, «su grado de ilusión, buen humor, creatividad, capacidad innovadora y potencial para establecer contactos»

La selección de los proyectos que serán apoyados por BIC Gipuzkoa la realiza un comité formado por técnicos de los departamentos de Desarrollo Económico del Gobierno Vasco y de la Diputación, de la Spri y del propio Business Innovation Center.

Las personas que acuden al centro responden a un perfil que rompe con el tópico de jóvenes brillantes autodidactas. Se trata de emprendedores con una edad de entre 30 y 45 años, con estudios superiores, especialmente en grados politécnicos, con experiencia en empresas o consultoría. Además, se está registrando una creciente implicación de doctores. Predominan los hombres sobre las mujeres.

Las iniciativas presentadas, subraya Arriola, tienen la virtud de orientarse hacia los sectores identificados como estratégicos para el territorio. Entre ellos cita la fabricación avanzada, la ciberseguridad, la inteligencia artificial, la realidad aumentada, la eficiencia energética o la ingeniería biomédica.

¿Qué ofrece el Business Innovation Center a los emprendedores? Marisa Arriola explica que «aportamos un apoyo fundamental en las fases iniciales, como los procesos de validación tecnológica y de mercado, la estrategia de protección intelectual, el desarrollo de los prototipos o en las estrategias de negocios». La directora añade que también facilitan el acceso a los primeros clientes y la financiación, a través de programas como Ekintzaile-Txekintek y Barnetekin-Ekintzaile.

Además, los departamentos de Hacienda y Desarrollo Económico, junto a la sociedad de garantía recíproca Elkargi, han constituido Aurrera, un instrumento de financiación en condiciones blandas que servirá para impulsar a estas empresas de nueva creación. Aurrera, que estará dotado en primera instancia con cinco millones de euros, permitirá que estas firmas (siempre con menos de tres años de vida) afronten inversiones en activos, pero también en circulante.

BIC Gipuzkoa dispone de tres incubadoras para que las 'start-up' arranquen con sus proyectos. Las instalaciones están preparadas para acoger empresas tecnológicas, así como las relacionadas con las nanociencias y el sector 'bio'. Las primeras cuentan con quince módulos de trabajo repartidos entre la sede de Miramón y en Tekniker (Eibar), con un total de 600 metros cuadrados. Las iniciativas de nanociencias disponen de espacio en la tercera planta de nanoGune (Donostia), gracias a un convenio firmado en 2010 entre este centro de investigación y BIC Gipuzkoa. Las 'start-up' biotecnológicas, un sector en auge en Gipuzkoa, tienen posibilidad de desarrollarse en las instalaciones existentes en la sede de Miramón.

Arriola reconoce que los emprendedores deben afrontar «retos todos los días, es un proceso complejo y difícil». La directora señala que la mayor dificultad radica en definir una propuesta de negocio «ambiciosa y realista, que pueda tener un impacto de mercado potente, una estrategia de propiedad intelectual fuerte, así como conformar un equipo de alta calidad y asesores profesionales de primer nivel. A partir de ahí, cada vez hay más capital especializado a disposición de los proyectos».

Y, después de todo este esfuerzo, ¿cuál es el porcentaje de éxito de las empresas nacidas en BIC Gipuzkoa?. «Por encima del 70%. Este resultado -destaca Arriola- refleja la calidad de los emprendedores, de sus empresas y de todos aquellos agentes implicados, desde la universidad hasta los centros de investigación, pasando por los hospitales, las empresas y las instituciones».