El descuento de 20 céntimos por litro que entra en vigor supondrá un ahorro de 11,8 millones al mes para los guipuzcoanos

Desde que el Ejecutivo Sánchez anunciara el lunes la intervención en el precio de la gasolina y el diésel, la afluencia de guipuzcoanos en las estaciones de servicio ha ido claramente a menos hasta ayer. Muchos han optado por no repostar y esperar a hoy para aprovecharse de la rebaja de 10 euros en la factura por 50 litros, mientras que otros han gastado lo mínimo (5 y 10 euros). En este colectivo se hallan los más necesitados y los que debían llenar una pequeña parte del depósito para seguir circulando.

El previsible aluvión de clientes de hoy viene motivado por el alivio que supondrá esta medida del Gobierno para el bolsillo de los guipuzcoanos. Según ha podido saber DV, la rebaja de 20 céntimos por litro se traducirá en un ahorro de 11,8 millones al mes para los guipuzcoanos.

Esta cuantía resulta del cálculo de la aplicación de la bonificación sobre el consumo promedio de combustibles que realizaron los guipuzcoanos en el pasado mes de enero. Según el Ministerio de Transporte, en total –ver gráfico adjunto– se compraron 177.000 toneladas de carburante, el 90,9% correspondiente a gasóleo. Esto es, 177.000 millones de litros, sobre los que aplicados la rebaja de veinte céntimos según el precio medio del combustible en el territorio –1,9 euros de ayer frente a los 1,7 de hoy con la rebaja– resulta un ahorro mensual de 11,8 millones de euros al mes.

En el periodo de tres meses en el que, de momento, estará esta medida en vigor el ahorro para los guipuzcoanos ascenderá hasta los 35,4 millones. Extrapolando los datos a Euskadi, el impacto de la medida será de 35,4 millones al mes y 106 en un trimestre.

Con todos estos datos sobre la mesa, Joseba Barrenengoa, CEO de Easygas, la cadena de estaciones de servicio 'low cost' con una gasolinera en Gipuzkoa (Hondarribia) y tres en Bizkaia (Mungia, Galdakao y Muxika), prevé que «hoy vamos a vender de golpe todo lo que no hemos vendido estos tres últimos días». En su gasolinera de Hondarribia «suele haber» colas con frecuencia y estos días han sido tranquilos.

¿Se pueden poner cifras a su volumen de vehículos? Sí. Barrenengoa cuenta que en un día normal «repostan 1.700 vehículos» en Hondarribia, mientras que estos días el número de coches ha bajado a «unos 700». Además, el importe gastado ha sido de 5 y 10 euros, 20 como excepción.

Para hoy, cuando entre en vigor la rebaja del Gobierno, prevé «un caos. Hoy podemos duplicar la facturación. Pueden venir más de 3.000 vehículos. ¿Franceses? Seguro que sí. Espero muchísimos. Tenemos ocho posiciones de repostaje y vamos a ver cómo regulamos el tráfico. ¿La Ertzaintza? No suele venir a esta gasolinera, pero hoy quizá vengan para ordenar el tráfico y para que las largas colas no colapsen la N-I».

Precisamente desde el departamento de Seguridad del Gobierno Vasco afirman que hoy actuarán «en función de las circunstancias». Preguntados por más detalles, contestan que «siempre están pendientes» de este tipo de situaciones como «garante» de la seguridad y orden público. «Si hubiese problemas se planifica tanto la prevención como su solución, pero si los hubiere detectados realmente con acorde a criterios policiales», agregan. Con todo, reconocen que la jornada será con casi total seguridad «exigente», lo que les obligará en ese caso a reforzar la seguridad para evitar consecuencias en el tráfico. Y es que conviene recordar que las largas colas puntuales de una gasolinera pueden llegar a invadir las carreteras con el consiguiente riesgo de colapso. En esos casos excepcionales, la Ertzaintza suele dirigir el tráfico y puede impedir a los coches entrar a las estaciones de servicio que estén llenas.

Desde la Asociación de Empresarios de Automoción de Gipuzkoa (AEGA), que representa al 75% de las gasolineras del territorio y que coinciden en vaticinar hoy un caos, inciden en recordar al consumidor que la rebaja que entra en vigor hoy «durará hasta finales de junio, por lo que no es obligatorio ir a repostar hoy. Se puede ir el lunes, el martes o el jueves, salgo que sea necesidad imperiosa». Eso sí, hay dudas de que se cumpla habida cuenta del carácter imprevisible del ser humano. Y es que, como anécdota reveladora, no hay más que recordar las compras compulsivas de papel higiénico en la pandemia.