Gipuzkoa espera el mayor golpe a los ingresos a final de año pese a moderar su caída al 11%

Tal y como explicó ayer la portavoz del gabinete de Markel Olano, Eider Mendoza, ese concepto cayó hasta junio un 11,6% interanual, lo que supone un ajuste de 184 millones sobre el primer semestre del pasado ejercicio.

El retroceso guipuzcoano es el más moderado de entre los registrados por las Haciendas vascas, pues en el mismo periodo de tiempo Bizkaia cedió un 12,8% y Álava, un 17%; la media del conjunto de Euskadi se quedó en el 13,08% menos, casi la mitad del 'agujero' del 21,8% que se experimentó entre enero y mayo.

Una ligera dulcificación del golpe que está suponiendo el Covid a las arcas forales guipuzcoanas que tiene su explicación en la todavía notable aportación del IRPF (rendimientos del trabajo) y en las menores devoluciones en ese impuesto (el año pasado se abonaron las correspondientes a maternidad y paternidad). Además, como este año la campaña se ha alargado hasta el 29 de julio, muchas personas esperaron un poco a que la desescalada se dejara notar y a que las oficinas de Hacienda estuvieran operativas, lo que mejoró en parte los números de junio.

También ha influido el aplazamiento del 27 de abril al 1 de junio de ciertos pagos (IVA e IRPF) de los contribuyentes del territorio puestos en marcha por Hacienda para combatir la crisis y que, por tanto, distorsionan el conjunto semestral y conviene manejar con cierta cautela.

En términos generales, se puede decir que la cara de la recaudación en Gipuzkoa hasta junio ha sido el impuesto sobre la renta de las personas físicas, que finalmente no ha podido compensar la cruz, personificada en el derrumbe experimentado en los impuestos indirectos, en los especiales y también en el apartado ligado a los ajustes con el Estado.

La 'fotografía' -sobre todo la guipuzcoana- es menos mala que en los meses más duros del Covid, pero no deja de ser un cierto espejismo. Hay que tener en cuenta, y así lo reconoció ayer el propio Gobierno foral, que el golpe al empleo, y por tanto al consumo, al IRPF, y al propio tejido productivo se prevén muy notables en los meses venideros.

Bajo esa premisa, el gabinete de Olano mantiene su estimación para este 2020, que pasa por un descenso de la recaudación del 20%; eso serían unos 1.000 millones de euros menos que en 2019, un ejercicio con el que cualquier comparación resulta un tanto injusta, ya que, como resaltó ayer Eider Mendoza, fue «un año de romper récords». Y es que las arcas forales ingresaron nada menos que 5.024 millones de euros, un 3,9% interanual más.

En definitiva, «la recaudación en Gipuzkoa va a disminuir significativamente», insistió la portavoz, que recordó también que «hay que tener en cuenta que más de la mitad de las declaracionescontabilizadas hasta el mes de junio son en realidad anteriores a la pandemia».

Por su parte, la Diputación de Álava afirmó que «los datos son más positivos de lo esperado al inicio de la pandemia». Y añadió que las empresas alavesas no habían solicitado tantos fraccionamientos excepcionales como se había previsto. Aún así, matizó que «aún es pronto para sacar conclusiones definitivas». El diputado general alavés, Ramiro González, aseguró días atrás que la apertura de economía tras el confinamiento había supuesto cierta alegría, pero que el territorio atravesaba una «dificultad económica».

Eider Mendoza puso especial énfasis en el «importante esfuerzo» que está realizando la institución foral en el capítulo de las devoluciones, en especial en el IVA, donde se han reingresado 52,9 millones más que durante los primeros seis meses del año pasado, un incremento del 16,22%.

«Es de destacar el trabajo que está haciendo la Hacienda foral en este apartado, ya que es otro modo de inyectar a los agentes del ámbito económico una liquidez de la que están más necesitados y necesitadas que nunca», concluyó la portavoz foral