Gipuzkoa descarta tocar el IRPF y se centra en revisar la reforma de 2017

Sin embargo, el Ejecutivo sí reconoció que está a la espera del informe de un grupo de expertos, que se conocerá en febrero de 2022, y que será en ese momento cuando se planteará qué medidas fiscales son las adecuadas para adaptar el sistema tributario al siglo XXI.

Gipuzkoa ya vivió un debate similar en 2013 sobre la declaración conjunta del IRPF, cuando la Diputación –gobernada entonces por Bildu– estudió eliminarla. La negativa de la oposición tumbó la propuesta. Ahora, después del envite y la posterior matización del Gobierno central, desde la Hacienda foral, con competencia propia en el IRPF, aseguran que en este momento los responsables del fisco se encuentran en plena revisión de la última reforma fiscal –la de 2017– y que hasta concluirla descartan estudiar «mejoras en la normativa fiscal de Gipuzkoa».

En la última campaña de la Renta, la de 2019, que no recoge el impacto de la pandemia, más de 140.000 guipuzcoanos se beneficiaron de esta reducción tributaria en las 72.528 declaraciones presentadas de esta forma, según datos del fisco. En total, hablamos de que en aquel ejercicio casi dos de cada diez declaraciones (el 18,7%) se acogieron a esta modalidad.

Echando un vistazo al histórico de datos de la Hacienda foral, se aprecia que la tributación conjunta se utiliza cada vez menos por los guipuzcoanos. Si en 1993 fueron 104.864, el año pasado se redujeron, como se ha citado, a 72.528, lo que supone casi un tercio menos (30,8%).

Las declaraciones que se realizan de forma conjunta son aquellas en las que una pareja o un progenitor y sus hijos unifican sus ingresos y declaran ante el fisco como una unidad familiar. Como norma general, la declaración conjunta beneficia a aquellas familias en las que uno de los cónyuges tiene unos ingresos sustancialmente superiores al otro. La reducción en la base imponible del IRPF por tributación conjunta en Gipuzkoa asciende, en el caso de unidades familiares integradas por ambos cónyuges, a 4.218 euros, y en las monoparentales, a 3.665 euros. El impacto de esta medida en las arcas forales fue de 294 millones en 2019.

Si finalmente se produce esta modificación fiscal, con la que el Gobierno dice perseguir reducir la brecha de genero en la economía, Hacienda conseguiría recaudar entre 1.000 y 2.393 millones más, según los cálculos del sindicato de técnicos del Ministero de Hacienda (Gestha). En este contexto, indican que la subida de impuestos oscilaría entre los 646 y los 1.530 euros al año para cada declarante. Las rentas más bajas (hasta 21.000 euros) serían las más perjudicadas y les puede suponer pagar 816 euros más en impuestos cada año.