Repsol anuncia inversiones de 18.300 millones en su nuevo plan estratégico
La hoja de ruta 2021-2025 busca acelerar la transformación hacia una compañía cero en emisiones netas en 2050 impulsando la eficiencia energética, la economía circular, el hidrógeno renovable y la captura y uso de CO2
Repsol ha presentado su nuevo plan estratégico para los próximos cinco años (2021-2025) en el que contempla una inversión de 18.300 millones de euros para acelerar su plan de transformación hacia una compañía cero emisiones netas y «ser protagonista en la transición energética». Las inversiones en iniciativas bajas en carbono representarán un 30% del total ya que ascenderán a 5.500 millones de euros en ese periodo, e irán acompañadas de una expansión internacional en este ámbito. A lo largo del período, Repsol prevé un fuerte crecimiento del EBITDA, hasta superar los 8.200 millones de euros previstos en 2025.
En los dos primeros años, la compañía se enfocará en asegurar la fortaleza financiera, priorizará medidas de eficiencia, reducción de inversiones y optimización del capital, al tiempo que se desarrollarán proyectos para liderar la transición energética, como los anunciados para las refinerías de Bilbao y Cartagena o los distintos activos renovables que Repsol está poniendo en marcha. A partir del año 2022, una vez recuperado el impacto de la crisis de la covid-19, el Plan se enfoca en la aceleración del crecimiento.
Este es el segundo plan estratégico desde que Josu Jon Imaz fue nombrado consejero delegado. Imaz destaca que Repsol da «un paso significativo hacia el objetivo de ser una compañía cero emisiones netas, siguiendo una ruta rentable y realista, con la que podremos crecer, maximizando el valor para nuestros accionistas y asegurando el futuro»
«Nuestra estrategia se basa en una apuesta multienergía que combina todas las tecnologías para la descarbonización», explicó Imaz. «Seremos más eficientes, incrementaremos nuestros objetivos de generación renovable, aumentaremos nuestra producción de productos de baja, neutra o incluso huella de carbono negativa, impulsaremos la economía circular, desarrollaremos nuevas soluciones energéticas para los clientes e impulsaremos proyectos punteros que reduzcan la huella de carbono de la industria», aseguró el consejero delegado. Así, la compañía apostará por la descarbonización de su cartera de activos y el desarrollo de un nuevo modelo operativo que pondrá en valor sus actuales fortalezas para sumar nuevos pilares en los que se apoyará la compañía en el futuro como son el nuevo negocio Cliente y la generación baja en carbono.
Repsol ha diseñado este plan sobre un escenario de 50 dólares el barril de Brent y 2,5 dólares el Mbtu (medida para el gas), precios sobre los que la empresa prevé generar caja para cubrir las inversiones y remunerar a los accionistas, llegando al final del periodo con un nivel de endeudamiento similar al de 2020.
Para llevar a cabo el Plan Estratégico, Repsol se reorganizará en cuatro áreas de negocio (Upstream, Industrial, Cliente y Generación baja en emisiones), donde se plantea la entrada de socios o inversores en el área de Generación baja en emisiones, o incluso su salida a Bolsa.
En el área industrial, los siete grandes complejos industriales de Repsol en España, Portugal y Perú seguirán evolucionando para transformarse en hubs multienergéticos, capaces de generar productos de baja, nula o incluso negativa huella de carbono y de impulsar nuevos modelos de negocio basados en la digitalización y la tecnología. Para ello, la compañía se apoyará en cuatro grandes pilares: la eficiencia energética, la economía circular, el hidrógeno renovable y la captura y uso de CO2. Sólo en eficiencia energética invertirá durante el periodo del Plan más de 400 millones de euros, para reducir 800.000 toneladas de CO2 anuales y sentar las bases para transformar los centros industriales en instalaciones cero emisiones netas.
Repsol quiere convertirse en una empresa de referencia en biocombustibles sostenibles, con una capacidad de producción de 1,3 millones de toneladas en 2025 y más de dos millones en 2030. Para ello, ya cuenta con varios proyectos en marcha en sus refinerías. El hidrógeno renovable será otro importante vector para la descarbonización de la industria, con aplicaciones que van desde su uso como materia prima para producir combustibles sintéticos hasta el almacenamiento de energía renovable. Repsol ambiciona ser líder en hidrógeno renovable en la Península Ibérica para alcanzar en 2025 una producción equivalente de 400 MW, con la ambición de superar 1,2 GW en 2030. La captura y uso de CO2 será también fundamental en este proceso de transformación, gracias a proyectos como el de combustibles sintéticos que se desarrollará en Petronor, única refinería de la Península Ibérica y una de las pocas de Europa que ha integrado este tipo de procesos.
El Plan 2021-2025 establece nuevos y más ambiciosos objetivos de reducción de emisiones, con una disminución de la intensidad de carbono del 12% para 2025, del 25% para 2030 y del 50% para 2040, frente al 10%, 20% y 40%, respectivamente, fijados con anterioridad.
En cuanto a la retibución al accionista, el plan contemepla que en 2021, el dividendo será de 0,60€/acción (scrip dividendo más dividendo en efectivo), cantidad que se incrementará progresivamente hasta alcanzar los 0,75 €/acción. En 2025, la remuneración al accionista superará 1€/acción, incluyendo el pago en efectivo y la recompra de acciones que se realizaría a partir de 2022.