Centro de operaciones de Ayesa de San Sebastián, en Miramon. Borja Luna

BBK lanza una oferta de 500 millones para recuperar Ibermática y reforzar el arraigo vasco

La fundación bancaria, accionista propietaria de Kutxabank, compite con fondos internacionales por la división tecnológica del grupo andaluz, que adquirió la firma donostiarra en 2022

Martes, 28 de octubre 2025

La historia tiende a cerrar sus propios círculos. Más de una década después de que Kutxabank se viera obligada a vender la emblemática enseña donostiarra ... Ibermática en plena resaca de la crisis financiera y bajo la presión regulatoria del Banco Central Europeo, su principal accionista, la Fundación BBK, vuelve a la escena. La entidad vizcaína ha presentado una oferta no vinculante de alrededor de 500 millones de euros por la división tecnológica de Ayesa, el grupo andaluz propietario de la firma con sede en el parque tecnológico de Miramon, según adelantó ayer 'Expansión' y pudo confirmar este periódico.

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El proceso de venta, promovido por el fondo de capital riesgo A&M Capital Europe (AMCE) -accionista mayoritario del grupo- y la familia fundadora Manzanares, encabezada por el CEO de la compañía José Luis Manzanares Abásolo, se articula en dos ramas: la de consultoría tecnológica (Ayesa IT) -donde se integra Ibermática y que supone ya dos tercios de la facturación del grupo- y la de ingeniería, vinculada al negocio original sevillano. La primera es la joya de la corona, y la que ha despertado el apetito inversor de BBK, que compite con varios fondos internacionales como Blackstone, HIG o CapVest.

Las claves

  • 800 millones de euros facturó el grupo Ayesa en 2024, con un ebitda cercano a los 90 millones de euros

  • Plazos Si el calendario se cumple, la operación completa se cerraría a finales de añoo a principios de 2026

  • Arraigo empresarial Coincide en el tiempo con otras, como la de Uvescoo Talgo, que buscan el retorno del capital vasco

Según fuentes conocedoras, la valoración del negocio tecnológico ronda los 500 millones de euros, deuda incluida, y las ofertas vinculantes deberán presentarse a finales de noviembre o principios de diciembre. Si el proceso mantiene su ritmo, la operación podría cerrarse a finales de este año o durante el primer trimestre de 2026.

Triplicar el crecimiento

El accionista principal de Ayesa, A&M Capital Europe, controla el 77% del capital desde 2022. Es la división europea del fondo estadounidense Alvarez & Marsal Capital, que gestiona más de 5.900 millones de dólares a través de seis fondos y cuatro estrategias de inversión, tal y como se recoge en su página web. Con sede en Londres y 650 millones de euros bajo gestión, AMCE se especializa en empresas del mercado medio europeo y en acompañarlas en procesos de expansión y reestructuración.

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Cuando entró en el capital de Ayesa hace tres años, el fondo lo hizo con una hoja de ruta clara: doblar la facturación en cinco años y consolidar un grupo líder en servicios digitales y de ingeniería. El objetivo no solo se ha cumplido, sino que la compañía ha triplicado su volumen de negocio, hasta rozar los 800 millones de euros en 2024, con un ebitda cercano a 90 millones, según el último balance anual de la compañía.

Ese crecimiento se ha apoyado en una agresiva política de adquisiciones: la donostiarra Ibermática, la madrileña M2C, especializada en big data, inteligencia artificial y robotización de procesos, o Proxya, adquirida este pasado año dentro del Grupo Emergya. Dos tercios de la facturación del grupo proceden ya del negocio tecnológico. Ahora, el fondo considera que su ciclo de inversión ha llegado a su fin y busca vender las dos divisiones por separado -ingeniería y tecnología-, tanto por la naturaleza distinta de ambas como por la posibilidad de maximizar la rentabilidad atrayendo a compradores especializados, explican a este diario fuentes conocedoras de la operación.

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En cualquier caso, si la delicada operación prospera, la posible entrada de BBK en Ayesa no solo respondería a un interés financiero, que por supuesto existe dado al buen posicionamiento y valoración de la empresa en los mercados. Sería también un gesto de retorno histórico: recuperar una de las empresas más emblemáticas del ecosistema tecnológico vasco, nacida en 1973 al calor de las antiguas cajas de ahorro y del tejido industrial de Gipuzkoa.

Kutxabank, presionada en su día por la normativa del BCE, fue reduciendo progresivamente su participación en Ibermática hasta salir completamente del capital en 2022, cuando la compañía fue absorbida por Ayesa, cuyo accionista principal en aquel entonces -y por ahora lo sigue siendo- era AMCE. Aunque en menor medida, la banca vasca sigue manteniendo acciones en empresas clave del ecosistema vasco -CAF, Ingeteam y Petronor, por ejemplo-, pero, en su día, también llegó a tener el 10% de Iberdrola, entre otras posiciones accionariales que tuvo que deshacer por las exigencias regulatorias.

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Bajo este contexto, esta operación, que sigue rigurosamente los criterios regulatorios exigidos por el Banco de España y el BCE, encaja de lleno en la estrategia vasca por el arraigo empresarial, impulsada fundamentalmente desde el Gobierno Vasco y las fundaciones financieras para evitar la pérdida de centros de decisión. De hecho, también Kutxabank acaba de lanzar Indar, un vehículo dotado con 500 millones para invertir en empresas estratégicas vascas.

Este fondo es, precisamente, uno de los pilares del consorcio vasco que estudia la compra del grupo Uvesco (BM y Super Amara) al fondo francés PAI Partners, en una operación valorada en más de 700 millones de euros. La fundación BBK también participa junto a la Fundación Vital y el Gobierno Vasco en la adquisición de Talgo, con el objetivo de asegurar el futuro del fabricante ferroviario en manos de capital vasco.

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El Gobierno Vasco pide explicaciones a Jainaga tras su imputación

El Gobierno Vasco ha pedido explicaciones al presidente de Sidenor, José Antonio Jainaga, tras su imputación por parte de la Audiencia Nacional y ha indicado que serán «exigentes» pero también «cautelosos» y sin realizar juicios paralelos. En todo caso, ha querido desligar este proceso de la operación Talgo, que «sigue adelante, porque son dos cosas diferentes», señaló ayer la portavoz del Ejecutivo, Maria Ubarretxena, quien indicó que seguirán defendiendo la operación de entrada en Talgo porque «se trata de un proyecto de país, de arraigo industrial de una empresa, con numerosos puestos de trabajo y una apuesta de futuro de industria».

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