Txema Elizaran: «Si un ladrón está interesado en abrir una cerradura, al final lo consigue»

Cerraduras y llaves van siempre unidas. Sin la una no sirve la otra, y siempre tienen una función, que puede ir desde guardar una mochila hasta proteger a los seres queridos. En AGA trabajan desde hace mucho tiempo para ofrecer un amplio abanico de posibilidades a sus clientes. Txema Elizaran dirige esta empresa anclada en una localidad donde la cerrajería tiene mucho peso.

- AGA se ubica en Arrasate, conocida como la villa cerrajera.

- Muchas de las empresas actuales de esta zona surgen a partir de la Unión Cerrajera (creada en 1906), que en sus tiempos fue la principal compañía de Arrasate y tenía mucha influencia en la población. Hasta mediados del siglo XX, la mayoría de vecinos se dedicaban a esta actividad. Se dice que prácticamente el pueblo funcionaba con las sirenas de la cerrajera.

- Y, ¿se ha mantenido esta tradición en el municipio?

- A partir de la Unión Cerrajera nacieron unas cuentas empresas dedicadas a este sector, pero también de ella surgió la cooperativa, donde se diseñaron las primeras lavadoras de Fagor. Esto ha llevado a que el mundo de los electrodomésticos tenga mucha importancia en el municipio, aunque la cultura cerrajera se ha mantenido.

- ¿Cómo se hace una cerradura para que nadie pueda abrir dos distintas con la misma llave?

- La única manera de asegurarse de que no haya dos llaves en el mercado que abran la misma cerradura es gestionando cada una de ellas como códigos exclusivos. Todas las cerraduras tienen un número determinado de combinaciones, que pueden ser más o menos dependiendo de la construcción del cilindro. No obstante, si se fabrican muchas con el tiempo se acaban repitiendo.

- ¿Qué sistemas de aperturas para cerradura existen?

- Existen múltiples opciones, aunque nosotros trabajamos con tres tipos. Si los clasificamos por el nivel de seguridad, el de chapillas es el más simple, dado que permite pocas combinaciones. Con este sistema no se busca seguridad, sino funcionalidad, cerrar algo que no requiera de mucha protección. En un segundo nivel se enmarcan las cerraduras de pitones, más sofisticadas y seguras, que nos facilita más combinaciones y la posibilidad de gestionar sistemas de amaestramientos. En el nivel superior, tenemos las gorjas, más complejas de manipular y que sirven para aportar alta seguridad.

- ¿Hay alguna cerradura que los ladrones no puedan forzar?

- Ellos se dedican a descubrir cómo abrir lo que nosotros cerramos. Si una persona está interesada en abrir una cerradura al final lo va a conseguir. En internet se pueden encontrar muchas herramientas, como taladros o ganzúas, muy útiles para lograrlo.

- Entonces, ¿qué pueden hacer los cerrajeros para combatirlos?

- Nuestra tarea consiste en dificultar o poner trabas para que a un ladrón le cueste lo máximo posible abrir una cerradura. Cada vez tenemos más elementos para conseguirlo, pero somos conscientes de que cualquiera de ellas se puede forzar. Nunca vamos a poder fabricar una que no se pueda abrir; además, tampoco interesaría, ya que si lo consiguiéramos y por algún casual se pierden las llaves ¿qué pasaría con lo que se guarda en su interior? Se trata de una carrera en la que nunca llegas a la meta, dado que estos delincuentes también van mejorando sus herramientas.

- ¿Cómo está evolucionando el sector de la cerrajería?

- En el apartado mecánico se están configurando cilindros con medios de producción cada vez más potentes, para dar más seguridad. Pero también se ha incorporado la electrónica en este sector. No obstante, éste también dispone de un sistema mecánico, por si falla la electrónica.

- Mecánico o electrónico, ¿cuál es más seguro?

- No se puede afirmar que uno sea mejor que el otro.

- La meta de AGA pasa por ofrecer calidad a sus clientes, ¿cómo se consigue este objetivo?

- Cada vez hay más exigencia en el mercado y los clientes demandan productos más fiables. En AGA buscamos la calidad mediante dos factores: los medios de producción y las personas. Para cubrir el primero de ellos disponemos de máquinas de última generación y eso lo acompañamos con unos trabajadores bien formados.

- 'Abrimos todo lo que tiene que ver con cerrar' o 'Abiertos por naturaleza' son algunos eslóganescreados por la compañía y que resultan atractivos.

- Cuando nos trasladamos del pabellón antiguo al actual, en el año 2006, también se produjo un cambio generacional en la dirección de la empresa y vimos la necesidad de hacer algo más, por lo que decidimos cuidar la marca. Se crearon esos primeros eslóganes y, actualmente, después de profundizar y darle una vuelta más, hemos sacado otro mensaje: 'Protegemos tu tranquilidad'. Con este último hacemos hincapié en las sensaciones y no tanto en el producto.

- ¿Estos mensajes fueron parte de una estrategia de la empresa para pasar de un taller a convertirse en una empresa?

- En este camino, además de cambiar el logo y crear estos mensajes, hicimos una reflexión estratégica sobre lo que queríamos ser, así como un estudio de los valores que manejábamos en AGA. De aquí salen todas las líneas de actuación en la que nos encontramos involucrados en estos momentos y por mucho tiempo, ya que según avanzas trasladas la meta más lejos. No te puedes relajar. Por otro lado, antes éramos una compañía muy piramidal, y eso ha cambiado.

- También se dieron cuenta de la importancia de las personas.

- Los trabajadores son los que nos pueden hacer diferentes al resto de empresas de este sector. Nuestro objetivo pasa por hacerles partícipe de los logros que se van consiguiendo, para ello empleamos la comunicación. En un ámbito general, nos reunimos con toda la plantilla y para explicar la evolución de la empresa. Luego, en otro más particular, creamos equipos en las secciones para emprender diferentes actividades.

- Todas estas iniciativas sirvieron para afrontar mejor la crisis.

- En octubre de 2008, comenzamos a notar la crisis y en 2009 cayeron las ventas un 25%. Ya 2012 y 2013 fueron los peores. A raíz de esta crisis, decidimos acelerar la toma de decisiones y eso nos ha llevado a conseguir un producto de mayor calidad y valor añadido, y un personal más formado.

- ¿Qué le ha llevado a dirigir esta compañía de cerrajería?

- Después de finalizar los estudios, comencé en una empresa cerrajera de Arrasate. Más tarde, por motivos familiares, tuve la oportunidad de incorporarme a AGA. Acepté la propuesta porque era un proyecto muy interesante.

- ¿Cómo se relaja?

- Llevar una empresa familiar como AGA implica estar atento todo el rato. El deporte, siempre después de la jornada laboral, me sirve para desconectar. La familia es también importante.