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Javier Bollo muestra la fábrica que el Grupo Wisco tiene en Betelu.
«El que piense que ya tiene todo aprendido está acabado en la vida»

«El que piense que ya tiene todo aprendido está acabado en la vida»

Se decantó por el mundo de la empresa de forma instintiva. «Desde octavo de EGB ya sabía lo que quería». Y hoy dirige una firma que ha dado esquinazo a la crisis

LIDE AGUIRRE

Domingo, 17 de agosto 2014, 11:35

Siempre supo que quería dedicarse al mundo de la empresa y hoy dirige un grupo líder en España y entre los dos primeros en Europa en la fabricación de barras, llantas, casquillos y placas de bronce a través de la colada continua, el centrifugado y mecanizado, entre otras actividades.

Una empresa ubicada en el corazón de Betelu (Navarra) donde se desarrolla lo que parece más un espectáculo de lava y fuego que consigue transformar miles de objetos de chatarra en piezas para elementos tan diversos como un ascensor, una prensa o un molino de viento. Hablamos con Javier Bollo, el donostiarra bajo cuyo mando el grupo Wisco ha emprendido un despegue que está dejando cifras récord en la trayectoria de la firma.

Han conseguido salir airosos pese a la dureza de la crisis. ¿Cómo han sido estos años?

Pues han sido unos años de vértigo con un entusiasmo a tope, que es la base para todo, yo creo. Años duros, sí, pero que entre todos los hemos ido resolviendo perfectamente bien. Quizá el peor fue 2009, cuando sí nos bajaron las ventas hasta un 30%; pero a pesar de eso, se consiguió recortar gastos hasta el millón y medio de euros manteniendo el empleo, haciendo más eficientes los procesos y dándole una vuelta importante a la estrategia. De hecho, a partir de 2009 fuimos creciendo, creciendo y creciendo y ya 2012 se saldó con un récord de ventas que se volvió a repetir en 2013, en 2014?

¿Por qué motivo? ¿Se está reactivando el mercado o se debe sólo a la reducción de costes que han aplicado? Por conocer los trucos?

Mira, los trucos, o la estrategia fundamental es que hemos abordado una serie de mercados que hasta ahora no abordábamos. Hemos pasado de comprar todo en el mercado nacional (se refiere a la chatarra) a comprar por todo el mundo. También nos hemos centrado en la materia prima y nuestra estrategia es utilizar sólo chatarra -podrían utilizar otros materiales- porque tenemos el conocimiento para manipularla adecuadamente y hacer las correcciones necesarias, y eso nos da un punto de competitividad importante. De hecho, hemos salido fuera y nos hemos dado cuenta de que somos competitivos en todas las partes del mundo a donde vamos. Y no éramos conscientes de ello. También hemos incorporado un director nuevo para potenciar las ventas por el resto del mundo. Hemos apostado por la internacionalización y hemos abierto una planta en India.

Vamos, que la crisis no le ha quitado el sueño?

Pese a que ha habido dificultades, los años 2009, 2010 y 2011 me han encantado? Han sido años de ebullición de ideas.

En una palabra. Para ser director general tienes que sentir?

Entusiasmo. Tienes que tener ganas, tienes que estar comprometido y te tiene que gustar lo que haces. A mí me encanta y creo que a la gente que está al lado mío también, aunque la verdad es que todo el equipo directivo son unos "cracks", cada uno en lo suyo. Parece demagógico decirlo, pero la gente aquí, desde el primero hasta el último, son fundamentales en la empresa.

Primeros pasos

Unos empresarios nacen y otros se hacen, y Francisco Javier Bollo (Donostia, 1964) está entre los primeros. «La verdad es que en octavo de EGB ya sabía que quería hacer empresariales. En mi caso sí ha sido vocacional. Me encantaba y ya elegí las asignaturas que necesitaría para optar a esa carrera», afirma. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Deusto, Bollo fue responsable de costes de Antena 3, en 1991 se incorporó al Grupo Wisco y en 2008 asumió los mandos de la dirección general.

Así que su entrada en el mundo de la empresa fue vocacional. ¿Sus padres eran empresarios?

No, no, pero me gustaba. Fíjese, como anécdota, en cuanto acabé la carrera quise en su momento montar un negocio con una entidad pública. Era un tema que había visto en un periódico y que aquí no había. Y es que antes encontrabas muchas oportunidades de negocio simplemente trayendo iniciativas que existían en otros países y que no habían llegado todavía aquí. Era un negocio que ahora te parecería una tontería, pero que entonces no existía y era realmente muy novedoso, y que sería lo que hoy es Telepizza. Pues bien, todavía aquí no se comía pizza ni existía Telepizza, corría el año 88-89, calculo. Total, que fui a presentar mi proyecto todo ilusionado, encantado de la vida, y me dijeron: "mira, aquí en Euskadi se come bien. Eso no va a funcionar". Y total que a los cinco-diez años fue cuando vi el "business" que era. Lo que quiero decir..

Que ya pensaba en clave empresarial?

Sí, yo sabía desde el principio que me gustaba. De todas formas para que una idea funcione ni ser inteligente o listo o guapo o lo que sea te garantiza el éxito, sino que te tiene que gustar. Claro, hay que saber que te va a suponer determinados esfuerzos, aunque si te gusta serás capaz de hacer los sacrificios necesarios para conseguirlo.

Hablando de esfuerzos. ¿Cómo es su ritmo diario? ¿Pulsa el "off" cuando llega a casa?

Soy capaz de desconectar el fin de semana. Entre semana la verdad es que estoy a tope y me dan las ocho y las nueve en la empresa, pero estoy encantado: de verdad, lo tengo asimilado.

Por cierto, ¿a qué hora se despierta un director general?

Yo me levanto entre las seis y cuarto y las seis y media. Hago deporte y?

Casi todos los directivos entrevistados en esta sección hacen deporte; sobre todo, corren.

Ya, todos los que conozco hacen deporte, pero yo creo que es así porque es bueno no sólo para el cuerpo, sino para la mente. Yo en casa tengo una bici y cuando me despierto ando una media hora y me quedo fantástico, lleno de energía. El fin de semana ya salgo a andar en bici unas cuantas horas.

Por cierto, ¿usted cómo ve al empresario guipuzcoano?

Tienen un mérito? Los que yo conozco son de un altísimo nivel, son gente alucinante con un entusiasmo impresionante y normalmente un grandísimo valor humano. Yo me relaciono sobre todo con los que acuden a Adegi, ya que participo en el programa para gerentes, que recomiendo a cualquiera.

Llama la atención que gerentes consolidados participen en cursos para gerentes?

Pero ni te imaginas lo que hay para aprender. El que se piense que tiene todo aprendido está acabado en la vida. Parece muy demagógico, pero todos los días aprendes algo.

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