Cristina Garmendia: «El empresario vasco se caracteriza por el rigor, pero le falta una dosis de audacia»
Fundadora de Ysios Capital ·
«Gipuzkoa va a sufrircon la crisis, pero tiene mimbres para salir adelante, como el hecho de que 12.000 personas se dedican a la I+D»Cristina Garmendia cuenta con una atalaya privilegiada desde la que tomar el pulso a la economía española y vasca. La exministra donostiarra de Ciencia e ... Innovación es miembro de varios consejos de administración, preside la Fundación Cotec, y es fundadora y socia del fondo Ysios, con sede en la capital guipuzcoana. Garmendia apela a un pacto político que sirva para sacar rápido a España de la crisis, con la meta inmediata puesta en la aprobación de los presupuestos. Respecto a Euskadi, subraya que el alto grado de compromiso con la tecnología de las administraciones y de las empresas son un aval para resultar fortalecidos. Eso sí, pide a los empresarios vascos una mayor dosis de audacia para promover fusiones y adquirir tamaño.
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- La pregunta del millón ¿cree que la crisis será larga y profunda o saldremos rápido de ella?
- Ahora ya tenemos datos contrastados pasa saber que la crisis va a ser muy profunda, sin duda. En cuanto a su duración, dependerá en gran medida de la altura y liderazgo de nuestros representantes políticos. La eficacia con la que se implementen las medidas sanitarias y económicas requiere colaboración leal entre los políticos y entre las diferentes administraciones. Hay que ejecutar un presupuesto histórico con los menores errores posibles.
«Va a ser profunda y su duración dependerá del liderazgo y altura de nuestros políticos»
- ¿Existe esta lealtad?
- Es mejorable. La sociedad no puede admitir deslealtades, porque es muy grave lo que nos ha pasado y lo que nos va a pasar. Sin salud no hay economía y, por tanto, es urgente reforzar el sistema de rastreo de contactos para evitar un nuevo confinamiento, una situación que sería letal para nuestra economía. Este objetivo requiere compartir los datos y conocer los flujos de personas.
- ¿La Comisión para la Reconstrucción desarrollada en el Congreso ha servido para lograr estos fines?
- Las comisiones participativas son más ricas, porque aportan más puntos de vista. Ahora bien, el diseño tiene que ser político y, como decía, se deben elaborar unos presupuestos históricos, con un gran esfuerzo fiscal que afectará a toda la sociedad. Si no queremos comprometer a las siguientes generaciones, debemos garantizar que vamos a salir de la crisis pronto y bien. Este objetivo requiere ante todo acuerdo y diálogo, aunque se esté en posiciones antagónicas, porque estamos en una situación de urgencia. La prioridad para los partidos políticos debe ser sacar el país adelante en el corto plazo.
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- ¿Cree que habrá presupuestos, dada la bronca permanente entre los partidos?
- Igual soy demasiado optimisma, pero quiero pensar que los grandes partidos llegarán a un acuerdo. Sin presupuesto no hay recuperación. Si los líderes no son capaces de alcanzar un acuerdo, que convoquen elecciones.
- Esta crisis está dando lugar a frases rotundas como, por ejemplo, 'Vamos hacia un mundo diferente'. ¿Cree que es así o este es un lugar común?
- En pocos meses nos hemos digitalizado lo que estaba previsto en varios años. Hemos adelantado el futuro, así que nuestro presente ya es diferente. Ahora bien, tenemos que ser capaces de gestionar las brechas de desigualdad que sin duda se van a abrir. Por ejemplo, es urgente atender la adecuación de la formación. No somos diferentes, somos los mismos, pero vivimos en un mundo diferente.
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- Usted conoce bien el tejido empresarial guipuzcoano, no en vano ha promovido firmas de biotecnología como Inbiomed y ha sido fundadora y ahora General Partner de Ysios Capital, con sede en Donostia. ¿Cómo ve el pulso de la economía del territorio?
- Sufrirá, como todas, pero cuenta con buenos mimbres. La respuesta a la pandemia está muy condicionada por las capacidades de los territorios y éstos son determinantes para la recuperación económica. En la Fundación Cotec consideramos que hay cuatro capacidades básicas para el correcto desarrollo de la sociedad y así poder afrontar la crisis: las sanitarias, las educativas, las tecnocientíficas y las industriales.
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- ¿Qué posición ocupa Euskadi en esas capacidades?
- En educación, por ejemplo, la pérdida de un curso escolar o universitario conlleva un calado económico y social enorme para un territorio. En Euskadi, según el último informe Pisa (2018), el 63% de los centros dispone de una plataforma eficaz para la educación 'online', frente al 52% de España. Estamos al nivel de Canadá o del Reino Unido. Otro dato interesante son las habilidades técnicas y pedagógicas del profesorado. En Euskadi, el 66% de los docentes estima que dispone de ellas, frente al 53% de España.
- ¿Cuál es el diagnóstico sobre nuestras capacidades tecnocientíficas?
- Euskadi en general y Gipuzkoa en particular vienen defendiendo desde hace décadas una economía basada en el conocimiento. Gipuzkoa presenta unos niveles agregados de inversión en ciencia e innovación del 2,37% del PIB, por delante de Bizkaia y Araba. Está muy por encima de la media europea, que es del 1,24% y de la UE, que registra un 2,06%. Euskadi destaca por estos datos, pero especialmente por el compromiso inequívoco del tejido empresarial. El 75% de este esfuerzo es privado, un porcentaje similar a los grandes países con una economía basada en el conocimiento.
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«Echo de menos el desarrollo de proyectos compartidos, porque la escala es importante»
- A la vista de estos datos, ¿tenemos mimbres para salir de la crisis fortalecidos?
- Sí, y los datos positivos no acaban ahí. También cabe resaltar que en Gipuzkoa 12.000 personas se dedican a la I+D. El 43% del personal vasco que trabaja en este campo lo hace en empresas guipuzcoanas. Me parece una cifra espectacular. Pero hay más, San Sebastián se sitúa entre las doscientas capitales del mundo con mayor producción científica.
- ¿En todo este maremágnum dominado por la ciencia y la tecnología, qué papel tiene la industria?
- Ha perdido peso en el PIB español y en consecuencia hemos visto nuestra dependencia de las cadenas de suministro globales. No obstante, la industria también ha demostrado flexibilidad, porque ha sido capaz de fabricar respiradores o 'epis' cuando no estaba preparada para ello.
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- ¿Qué se puede hacer para depender menos de China o de otros países manufactureros y con costes más reducidos?
- El 'shock' que han padecido las energías fósiles debería servirnos para rediseñar nuestros circuitos de producción y consumo. Hay que potenciar nuevas dinámicas alineadas con las políticas europeas y una de ellas es la economía circular, porque supondrá depender menos de la industria extranjera, una mayor soberanía tecnológica y una mejora medioambiental.
- Hasta ahora ha destacado las fortalezas del tejido productivo vasco pero, ¿cuáles son las debilidades?
- El empresario vasco se caracteriza por el rigor, la seriedad y la humildad, pero quizá a estos elementos positivos y que no debemos perder, habría que añadir unas dosis de audacia. Echo de menos una colaboración empresarial valiente que lleve a desarrollar nuevos proyectos compartidos, a fusionarse con otras compañías, porque necesitamos crecer para adquirir más tamaño. Hay que crecer rápido y bien, porque para ser competitivo en este mundo hay que invertir en activos intangibles, como la I+D+i, software, bases de datos, formación... La escala es muy importante para hacer este esfuerzo hacia la economía del conocimiento. Los datos de Euskadi están bien, porque es una de las cinco comunidades autónomas en las que el porcentaje de inversión en intangibles es superior a la media nacional, pero hay que hacer mucho más, porque para competir hay que seguir potenciando este esfuerzo y para ello es imprescindible adquirir tamaño empresarial.
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«Invertir en I+D y en formación es esencial para sobreviviry ser competitivos»
- ¿Qué es lo que falla para que no se dé ese paso?
- Lo cierto es que se han hecho varios intentos, pero no han fructificado. No es por falta de instrumentos, creo que es algo cultural, nos falta la actitud de querer compartir proyectos e ideas. Vamos a fiarnos los unos de los otros y vamos a establecer las reglas del juego. Vamos a estudiar proyectos de fusión donde sumando capacidades podamos lanzar proyectos más competitivos.
- En esta crisis, como en todas, se incide en que hay que apostar por la tecnología pero, ¿cómo hacerlo si lo que acucia es no cerrar la empresa?
- La tecnología no es un fin, es un medio para desarrollar los proyectos empresariales. Invertir en ella y en la formación de los trabajores es una senda imprescindible para sobrevivir, porque hay que competir.
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Un momento marcado por la tragedia
Garmendia revela que pasó la época de confinamiento en San Sebastián «y, lamentablemente, perdí a mi cuñado, que era como mi hermano mayor. Se contagió a primeros de marzo, cuando todavía se sabía muy poco sobre el virus. La respuesta médica fue ejemplar, pero el daño producido resultó irreversible. Nunca voy a olvidar la profesionalidad y el cariño de quienes le atendieron tanto a él como a mi hermana, que afortunadamente se recuperó».
En el aspecto positivo, la exministra apunta que vivió «una inmersión familiar con mis hijos, Ander y Teresa, de 25 y 23 años respectivamente, mientras que mi marido se quedó en Madrid al cuidado de mi suegra. Hemos aprendido mucho los unos de los otros».
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