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Tiendas de ropa cerradas en un centro comercial por el estado de alarma. Y. ITURGAIZ
La nueva forma de ir de compras: con mascarilla y probadores de uno en uno

La nueva forma de ir de compras: con mascarilla y probadores de uno en uno

La experiencia cambiará por completo y los expertos recomiendan «formación» para los vendedores, en un sector que prevé caídas del 50%

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Domingo, 26 de abril 2020

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Las tiendas de ropa fueron, junto con los bares y restaurantes, los primeros establecimientos que tuvieron que cerrar en cuanto se decretó el estado de alarma. En el momento en el que el presidente Pedro Sánchez mencionaba el plan del Gobierno de confinar a la población y cerrar las actividades no esenciales, miles de establecimientos tuvieron que cerrar la persiana sin saber cuándo podrán volver a subirla.

La experiencia de ir de compras cambiará por completo, por lo menos durante unos meses. Acceso a las tiendas con mascarilla, control de la temperatura al entrar, mantener 2 metros de distancia entre clientes, aforo limitado, probadores con gestión de colas o pasillos para pasar por la tienda en solo un sentido son algunas de las medidas que Jorge Mas, profesor de ISEM Fashion Business School-Universidad de Navarra, considera que se deberán tomar.

Por ello, la sensibilidad del vendedor con el cliente será «clave» para que se encuentren cómodos. «ahora más que nunca se necesita formación y profesionalidad», explica Mas a este periódico. Aunque el protocolo de actuación oficial y cuándo se comenzará a aplicar aún se desconoce, todo apunta a que la visita a la tienda física «va a tardar en ser como la habíamos vivido antes del Covid-19», asegura el experto. Por tanto, la atención tendrá que ser «personalizada, individualizada y segura» si no se quieren perder muchos clientes.

Algunas de las firmas más conocidas en nuestro país han comenzado a abrir sus puertas en algunos países europeos. Es el caso de Mango, que la semana pasada abrió las puertas de cuatro tiendas en Austria y 16 en Holanda, y durante el mes de abril tiene ya prevista la reapertura de 42 establecimientos en Alemania. La experiencia será diferente, se controlará el aforo (una persona por cada 10 m2), se ha limitado el horario y los empleados llevan guantes.

Los probadores también cambiarán en la era postCovid. Al ser un punto de concentración de clientes, Mango anunció que intercalará uno disponible y uno libre para garantizar las distancias, además de aplicar una cuarentena a las prendas de 48 horas si el cliente no se las lleva una vez probadas. Desigual, que también ha empezado a abrir algunos locales en Austria y Holanda, advierte que solo permitirá el acceso a una persona en los probadores, que serán desinfectados después de cada uso.

70% menos cuando se abra

«Estamos en una situación de ingresos cero y no sabemos cuándo se abrirán las tiendas y cómo haremos frente a un enorme stock de prendas. Habrá guerra de precios y recuperaremos muy poco de lo que no se ha vendido». Así de pesimista con lo que viene es Eduardo Zamácola, presidente de Acotex, la Asociación Nacional del Comercio Textil, que considera que la crisis del sector será «tremendamente profunda». Zamácola calcula que el año terminará con unas pérdidas que superarán el 50% de los ingresos respecto a 2019 pero, más allá, el mismo mes que consigan abrir las tiendas, la caída será del 70%.

Las empresas del sector generan casi el 3% del PIB nacional y emplean al 4,1% del total de los trabajadores en España. Además, suponen el 9% de las exportaciones de productos españoles y atraen nada menos que el 13% del turismo mundial de compras, según datos de la consultora EY. El problema fundamental ha llegado con el cierre de los establecimientos mientras se mantienen sus altos costes operativos (alquileres, salarios, impuestos...), que representan entre un 28% y un 40% de la facturación de las compañías del sector.

65.000 empleos destruidos

Además, se une el problema de que la mayoría de ellas cuenta con un gran stock almacenado que compraron antes de que comenzara la crisis y al que no pueden dar salida en tienda. «La actual estructura de costes de los comercios de moda no es viable con una caída de las ventas de un 40% este año», señala el estudio de The Boston Consulting Group (BCG) para EY. Muchos comercios tendrán que reducir plantilla y cerrar puntos de ventas, lo que abocará a otros a la completa desaparición. El informe estima que se destruirán alrededor de 65.000 empleos en el sector este año y que los cierres de empresas supondrán un 25% de la facturación del sector.

La gran diferencia con la crisis de 2008 es que el sector perdió un 20% durante todo ese periodo, mientras que ahora se va a perder un 40% de la facturación en solo un año, asegura Javier Vello, socio responsable de Distribución y Productos de Consumo de EY. Además, el sector llega peor posicionado de lo que estaba en ese momento porque muchas empresas «aún sufren las consecuencias». «Se dejó de gastar porque el gasto en moda es el primero que se deja a un lado en momentos de crisis. El volumen de ingresos del sector en 2019 fue un 20% inferior al de 2007, a pesar de que se vende la misma cantidad de ropa, por la «política de rebaja de precios» que se llevó a cabo tras la crisis financiera, explica Vello, quien lamenta que tener ahora las tiendas cerradas al menos dos meses «tendrá un gran impacto en su liquidez».

J. Alemany

Prohibir las rebajas hasta agosto, la salvación del pequeño comercio

El pequeño comercio está temblando ante la vuelta a la nueva normalidad. Cuando las tiendas de ropa puedan abrir se encontrarán con varios problemas: nueva experiencia de compra, medidas de seguridad que correrán de su cuenta y un stock al que dar salida antes de que se termine la temporada. Por este último punto, las grandes firmas como las tiendas de Inditex, Mango o H&M sueñan con volver a la venta con grandes promociones y rebajas y así deshacerse de todo lo que no se ha podido distribuir en estos dos meses de parón.

Sin embargo, los pequeños negocios piden la prohibición de las rebajas hasta agosto ya que provocarán la destrucción del 40% del pequeño comercio, según sus cálculos, al no poder hacer frente a los gastos de la empresa con precios tan bajos después de dos meses de ingresos cero. El sindicato UPTA ha trasladado la petición a la ministra de Industria, Reyes Maroto, al considerar que las ventas promocionales y grandes marcas terminarán con «miles de pequeños comercios en todo el país». Destacaron que las grandes firmas ya están haciendo preventas con un 70% de descuento a través de internet.

Las tiendas que decidan ahora entrar en el mundo online, no podrán verla como una «extensión» de la tienda física a bajo coste, «sino tomárselo muy en serio cuidando la estética y el diseño de la web», recomienda el profesor de la Universidad de Navarra, Jorge Mas. Además, tiene que tener capacidad de respuesta rápida a los clientes con sus dudas de sus compras. Por su parte, el socio de EY, Javier Vello, afirma que el comercio online ha caído un 85% en marzo, por lo que asegura que «no está compensando en absoluto» el desplome de las ventas en tiendas físicas.

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