El crédito al sector privado en Euskadi se hunde hasta niveles de 2005 por la subida de tipos

Si atendemos al stock del crédito total, es decir la nueva financiación más la antigua, éste cae un 20,7% en Euskadi desde el máximo previo a la crisis de 2008, hasta situarse en los 69.087 millones (17.991 millones menos), con una evolución dispar entre el dirigido al sector público, que se ha multiplicado por ocho y crece en 8.050 millones, y el destinado al sector privado, que se desploma aún más (un 30,3%) respecto al nivel del inicio de la crisis de 2008, con 26.041 millones menos.

El documento evidencia la ya mencionada desaceleración en la variable que recoge el nuevo crédito que se da a las empresas en el conjunto de España, que se ha reducido durante la primera mitad del año. Así, en los cinco primeros meses de este ejercicio, ese crédito nuevo ascendió a los 329.575 millones, frente a los 358.850 millones de 2022 (-8,1%), cuando se registró el mayor volumen de ese tipo de préstamos desde el año 2015, según los datos de la patronal vasca, que se apoya en la estadística del Banco de España.

Quien rompe con esa tendencia a la baja son las pequeñas y medianas empresas. Un apartado, el de los préstamos a pymes en el Estado, que ha crecido un 6,4%, hasta llegar a los 183.609 millones. Esta cantidad supone (y esto es también relevante para las pymes) el 55,7% de todo el crédito bancario a empresas surgido este año.

Así las cosas, las grandes compañías 'solo' han firmado préstamos por valor de 145.966 millones, el 44,2% del nuevo crédito. Este segmento (del que en Euskadi hay alguna representación pero que no supone de ningún modo el grueso del corpus empresarial vasco) también se ha visto afectado por el elevado precio del dinero, lo que ha hecho que esos préstamos firmados entre los meses de enero y mayo por las grandes compañías hayan registrado un acusado descenso del 21,6% respecto al último trimestre del año pasado.

En cuanto al precio, las pymes están financiándose a un 4,59% en operaciones a un año, lo que supone el valor más alto desde mayo de 2014, un porcentaje todavía por debajo de la media europea (4,95%), pero que no ha parado de subir desde que en marzo del año pasado el euríbor saliese de cifras en negativo para no dejar de subir hasta hoy, que ya se sitúa en el 4,149%. Algo similar ocurre con las grandes compañías, que se financian a un tipo de interés del 4,40%, ligeramente inferior al 4,48% de las empresas de la zona euro.

En esta tesitura, el responsable de Economía de Confebask, Pablo Martín, explica que ese endurecimiento no es otra cosa que «una normalización después de un largo periodo de condiciones extraordinariamente bajas», y sostiene que los créditos no solo se están encareciendo en precio, también en condiciones más allá del coste. «Las entidades exigen ahora más garantías y requisitos, como revelan los informes del BCE y el Banco de España».