La Construcción en Euskadi apuesta por la digitalización para renovarse y atraer jóvenes

Un sector, el de la construcción, con peso en Euskadi. Representó el pasado año un 5,9% del PIB vasco, que se eleva hasta el 11% si se tienen en cuenta las actividades relacionadas, como la producción de materiales, el transporte y la ingeniería.

En cuanto al empleo, el sector genera más de 115.000 puestos de trabajo en Euskadi teniendo en cuenta toda la cadena de valor. Esto representa un 12% del empleo, lo que lo convierte en uno de los principales motores del mercado laboral vasco.

El clúster Build:Inn lleva un tiempo colaborando con la Diputación Foral de Gipuzkoa y Ascongi, la patronal territorial del sector, en el proyecto Eraikuntza Digitala. Un plan en el que durante el último año se han destinado 220.268,73 euros a las empresas beneficiarias. El programa fue diseñado para apoyar la digitalización de procesos y mejorar la competitividad, subvencionando gastos en consultoría e ingeniería externa, así como inversiones en software y tecnologías 4.0 relacionadas con los proyectos. Las microempresas y pequeñas empresas tuvieron prioridad, recibiendo hasta el 50% del coste de sus proyectos.

En este sentido, la digitalización es una meta a la que las empresas del sector quieren llegar. Por ello Build:Inn «está desarrollando nuevas iniciativas orientadas a la transformación digital y el desarrollo sostenible, con el objetivo de aumentar la productividad y competitividad de la construcción en Euskadi», destaca Jon Ansoleaga, director general del clúster.

Así pues, la digitalización, por ejemplo, es una aliada a la hora de reducir costes y tiempo. Prueba de ello es el 3D, utilizado en rehabilitaciones de fachadas por Bim Escaner, y que permite identificar las irregularidades o deformaciones estructurales del edificio, que a simple vista son indetectables antes de comenzar con las obras. El avance tecnológico también viene de la mano de los materiales. Heidelberg-Materials, por ejemplo, utiliza el Evozero, un material revolucionario que permite crear un cemento que captura y reutiliza las emisiones de carbono, ofreciendo una solución sostenible y de alta calidad para proyectos de construcción.

Además, Altuna y Uria, en colaboración con Precom y Xabet y el apoyo del centro tecnológico Tecnalia, llevaron a cabo el proyecto Rehmo, que tiene como objetivo transformar la práctica actual de rehabilitación energética de edificios mediante el desarrollo de soluciones constructivas modulares basadas en madera y la implementación de tecnologías digitales avanzadas, optimizando así el proceso de aislamiento exterior.

Otra de las iniciativas que llevará a cabo el clúster de la construcción es el Observatorio del sector de Euskadi, que se prevé poner en marcha a lo largo de este año. Dicho observatorio tiene como objetivo monitorear y comprender el progreso de la industria en tres pilares fundamentales: digitalización, sostenibilidad e industrialización. «En colaboración con los principales actores del sector, hemos identificado y establecido indicadores clave de desempeño que servirán como referencia para evaluar la situación actual de las empresas de construcción en Euskadi», explica Ansoleaga.

Por otro lado, uno de los desafíos a los que tiene que hacer frente el sector en Euskadi es la falta de talento. «Desde 2008, la industria de la construcción ha perdido el 48,4% de su talento. Además, el 31% de los trabajadores del sector tiene más de 55 años, mientras que los empleados de entre 16 y 24 años no alcanzan el 2,5%», asegura el director general. Esto representa un «evidente problema», afirma. Por ello, crear una plataforma de empleo «es fundamental». Junto con la inteligencia artificial, la plataforma prevé realizar análisis detallados de las competencias de los candidatos, mejorando la precisión en las contrataciones y asegurando que las empresas encuentren al personal más adecuado para cada posición. «Con esta herramienta, buscamos solucionar la falta de personal, rejuvenecer y diversificar la industria, atrayendo a más jóvenes y fomentando la inclusión de mujeres», explica el responsable de Build:Inn.

No obstante, además de una plataforma de empleo «para captar talento, el propio sector debe ser atractivo». A este respecto, «la propia digitalización hará que el talento se fije en nuestro sector», asegura Ansoleaga.

En cuanto al tipo de perfil que se precisa, destaca que «buscamos todo tipo de profesionales». A este respecto, el objetivo es «cubrir vacantes atrayendo los profesionales que tenemos en nuestro entorno amplio, y después también orientando a que la gente joven vaya hacia las profesiones ligadas con la construcción».

Por su parte, la educación es pilar imprescindible a largo plazo. Como destaca Ansoleaga, «la evolución que ha habido en ciertas carreras no ha sido la idónea pensando un poco en la necesidad de la construcción». «El objetivo es anticiparnos un poco a esa necesidad que va a ser más digital, más industrial y dotándolo de información, instrumentos tanto a la administración pública como a la privada como a las universidades para que se desarrolle todo lo que se necesita», expone.

Para conseguir perfiles y hacer un sector atractivo, la colaboración con las instituciones es fundamental. En este sentido, como afirma el director general de la asociación, «más que ayudarnos, lo que tenemos que ver es cómo se integran con nosotros las instituciones». Esto se debe a que dentro del sector «la administración pública es uno más, es parte de un eslabón dentro de toda la cadena de valor y que tiene mayor peso seguramente en otros sectores de actividad y que tiene mayor relevancia».

Según Ansoleaga, «tracciona mucha de la demanda derivada de la construcción, pues se canaliza a través de la administración pública, ya sea en temas de infraestructura o ya sea en tema de vivienda».