La costera del bonito registra su cierre más prematuro tras consumir el 92% de la cuota
Los arrantzales asumen el final de las faenas tras decretar la Secretaría de Pesca el cese de capturas desde esta medianoche
La costera del bonito de 2020 va a registrar el cierre más prematuro de esta faena en toda su historia. El fuerte ritmo de capturas ... ha llevado a consumir el 92% de la cuota disponible, por lo que la Secretaria de Estado de Pesca ordenó ayer el fin de la campaña a partir de las 00.00 de este miércoles. O sea, que a partir de esta próxima medianoche no se podrán realizar más capturas. A lo largo de dos meses y medio de faenas, la flota ha desembarcado un total de 15.032 toneladas, el 92,44% de las capturas autorizadas -16.262 toneladas-, con lo que sólo quedaban disponibles 1.230.
Publicidad
La decisión no ha cogido por sospresa a los arrantzales ya que en las dos últimos costeras, cuando se alcanzaba el 90% de cuota consumida, el Ministerio de Pesca ordenaba el «cierre precautorio». El año pasado las capturas se prolongaron hasta el 23 de agosto, igual fecha que en 2018. Un año antes la costera se había prolongado hasta el 13 de octubre, y la del 2016, hasta el 5 de ese mismo mes. Más o menos las fechas habituales de costeras anteriores, cuando no existía la limitación.
719 toneladas en dos días
Este año la costera del bonito se ha desarrollado a un fuerte ritmo de capturas. Del 3 de julio al 4 de agosto se descargaba diariamente una media de 278 toneladas. A partir del día 4 disminuyó y, hasta el 12, el promedio diario bajó a 178 toneladas. Para esa jornada se había consumido el 86,02% de la cuota. De no mediar un error en el registro, entre el viernes y el sábado pasados se consumieron otras 719 toneladas, 359 diarias.
Las buenas cifras de capturas y de ventas contrastan con la inactividad a la que se puede ver abocado el sector pesquero por la ausencia de especies alternativas. No obstante, todavía hay atisbos de conseguir algún suplemento de cuota de bonito que permita a la flota seguir en la mar alguna semana más. Los arrantzales, sin embargo, dibujan un escenario difícil una vez que desde mañana deban cesar en la pesca de la especie. «Si las autoridades pesqueras consiguen un margen de cuota, deberían hacerlo los más rápido posible, para no estar parados mucho tiempo, lo que nos impediría volver a la mar», señalaba ayer el presidente de la Federación de Cofradías de Gipuzkoa, Eugenio Elduayen.
Publicidad
El ritmo de desembarcos producido ha demostrado que las sucesivas reducciones de cuota dictadas por las autoridades europeas están jugando en contra del sector pesquero. España tiene asignadas las citadas 16.262 toneladas de cuota, de las algo más de 33.000 toneladas totales disponibles para esta especie. Los arrantzales reclaman que se amplíe el cupo, aunque son conscientes de la dificultad de lograrlo. La cuota se revisa cada tres años y toca hacerlo este ejercicio, por lo que esta temporada será casi imposible que se les permitan ampliar las faenas. «Francia, Irlanda, Portugal y nosotros pescamos la especie y va a ser difícil que nos cedan cuota», señalaba Elduayen
El sentir de los arrantzales es De satisfacción por el buen ritmo de capturas y precios, pero de malestar porque el buen estado del recurso ha dejado mucho volumen de la especie en la mar.
Precios satisfactorios
Eso sí, los precios han sido satisfactorios para las descargas del conjunto de la flota. El bonito mediano -de 4 a 7 kilos- se ha pagado entre 3,40 y 3,50 euros el kilo, mientras que el bonito grande -de 7 a 11 kilos- ha oscilado entre 3,60 y 4 euros/kilo. Las ventas se ha realizado mayoritariamente al sector conservero y en una proporción menor al canal en fresco. «Al final nos vamos a quedar con un precio medio de 3,5 euros/kilo, una cantidad muy similar a los dos últimos años, pero muy lejos de los 3,8 euros de hace tres años». Con todo, apunta Elduayen que «después de todas las penalidades que se han registrado en tierra por el Covid-19, no podemos quejarnos. El cierre adelantado ya ha sucedido en los años anteriores y tenemos que asumirlo. No nos queda más remedio».
Publicidad
El parón de la campaña abre una situación de incertidumbre que el sector teme que ponga en jaque a muchos pescadores. El caso es que los arrantzales disponen de cinco millones de kilos de anchoa para poder pescar en las próximas semanas. Este volumen, junto a chicharo y sardina, posibilitarían a la flota de cerco permanecer activa unos meses. «Los barcos de anzuelo lo tienen más difícil al quedarse sólo con cuota de merluza y poco más», apunta Elduayen.
En principio, la flota del Cantábrico dispone como balón de oxígeno de ese margen de anchoa. De hecho, en los últimos días se han producido importantes desembarcos de esta especie en la zona de Celeiro (Lugo).
Publicidad
Los grandes pelágicos pueden seguir con las capturas
Con el cierre decretado ayer, sólo podrán continuar con la pesca de bonito los grandes arrastreros pelágicos europeos. Los arrantzales tendrán unos días de margen para comercializar las capturas que tengan a bordo. En principio, el consumidor podrá comprar bonito del norte fresco aún esta semana.
El caso es que la pesca selectiva que hacen los arrantzales con el uso de cañas no tiene nada que ver con la que realiza la flota arrastrera europea. Y los pescadores del Cantábrico se muestran profundamente molestos con la imposibilidad de seguir faenando mientras que los pelágicos de Francia e Irlanda lo hacen y además, denuncian, fuera de cualquier control. El Gobierno Vasco ha solicitado precisamente que se supervisen sus capturas.
El grupo ecologista Eguzki critica por su parte la presencia de arrastreros pelágicos cerca de la costa. «Hemos llegado a contabilizar hasta ocho buques irlandeses, aunque probablemente serán más». Según Eguzki, «hemos visto un hermoso pez espada ensangrentado, con la aleta dorsal rota, con el aspecto de haber recibido una paliza, aunque en realidad su estado se debía al uso de las redes pelágicas. Unas redes que se lo tragan todo, sea especie comercial, no comercial o protegida». La pesca con esas artes está prohibida en las aguas de jurisdicción española.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión