La Cámara defiende que se «garantice su desarrollo sea cual sea su estatus»
Empresas y operadoras de la dársena lamentan la falta de información y defienden que se haga un estudio sobre las repercusiones del cambio de competencia
Los agentes económicos del territorio y del Puerto de Pasaia, así como las operadoras de la dársena y otras voces autorizadas no terminan de ... decantarse sobre la idoneidad de la transferencia a Euskadi de la competencia de la dársena. Argumentan que les falta información detallada de las implicaciones que supondría que el puerto dejara de ser de 'interés general' para pasar a ser competencia vasca. Incluso alguna de estas voces recuerda que antes de la crisis financiera se planteó la posibilidad de realizar un puerto exterior cuando la dársena guipuzcoana movía casi siete millones de toneladas y la previsión era de llegar a diez. Una evolución que se truncó con la recesión, lo que hizo que el proyecto quedara aparcado.
Desde la Cámara de Gipuzkoa se limitan a señalar que se trata de una infraestructura «muy importante para el territorio, que puede seguir creciendo, desarrollándose y avanzando». Pero indican, que «sea cual sea el estatus que acuerden las instituciones se tiene que garantizar ese desarrollo y que siga dando servicio a las empresas».
Una empresa que opera en el puerto también incide en que están sumidos en el desconocimiento. Lamentan que ni el Gobierno Vasco, ni la Diputación ni los ayuntamientos concernidos les han explicado nunca cuál es el plan para la dársena, pese a habérselo solicitado.
Apunta que son muchas las incógnitas. «¿Mejorar la competitividad con quién? ¿Con Bilbao, con Baiona, con Santander? Si no son competencia nuestra». Añade que la dársena guipuzcoana tiene unos tráficos muy consolidados y definidos. Remarcan que se trata de un puerto pequeño pero con una productividad brutal y que es el de Bilbao el que puede captar tráficos más grandes, porque el guipuzcoano tiene limitaciones físicas.
Defiende la necesidad de que se haga un estudio para analizar y detallar bien las repercusiones que puede tener el cambio de competencia. «En estos momentos tenemos el paraguas de Puertos del Estado. ¿Luego qué va a pasar, quién va a dar las licencias de actividad?», se preguntan.
Existe también el temor entre los agentes del Puerto de que haya una apuesta clara por la dársena de Bilbao y la de Pasaia quede supeditada. Desde el lado positivo señalan que en estos momentos las empresas no están representadas en los consejos y que quizás se podría cambiar eso.
Otra empresa con larga trayectoria en el puerto incide en el temor de que la pérdida de la clasificación de interés general pueda suponer que se deriven muchos de los tráficos a Bilbao, mientras que en Pasaia se queden los más limpios y como puerto deportivo.
José Luis Marquina, responsable sectorial Marítimo Portuario de UGT-Euskadi, sindicato con una amplia representación en Pasaia, se muestra más tajante y afirma que la pérdida de interés general deja «un futuro incierto para Pasaia y su sostenibilidad. No sabemos qué garantías da el Gobierno Vasco de que puede asumir las mejoras como infraestructura portuaria que es Pasaia a nivel internacional». Asimismo, remarca que salir de ese ámbito deja en la absoluta ambigüedad la regulación de las condiciones laborales de los trabajadores que en la actualidad tienen una regulación propia amparada por la Ley de Puertos.
Con todo, considera «estéril» el debate de la transferencia si no se apuesta por garantizar la actividad y los tráficos. Reprocha al Gobierno Vasco que desde hace doce años no se han acometido mejoras. A su entender, el futuro del puerto pasa por adecuar las actuales infraestructuras y modernizar la dársena con el objetivo de hacerla competitiva, priorizando el futuro de los más de 1.800 puestos de trabajo.
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