La caída de tráficos aleja el objetivo de Pasaia de llegar a 5,5 millones de toneladas

El pronóstico se realizó descontando ya la pérdida de chatarra derivada del cierre de Corrugados en 2011 (Azpeitia) y del carbón que alimentaba a la térmica de Iberdrola, situada en el mismo puerto y que dejó de funcionar en 2012.

Todavía no se había dado el cerrojazo a la planta de Arcelor situada en Zumarraga, de ahí que las estimaciones para el movimiento de chatarra fallaran. No pudieron prever el agujero que iba a provocar en la actividad portuaria el parón en el trasiego del material destinado a alimentar los hornos de la acería.

El Plan Estratégico calculó que en 2025 se moverían 700.000 toneladas de chatarra. Se consideró que esta cifra «no es excesiva si se tiene en cuenta que en 2014 solo con las plantas de Arcelor de Zumarraga, Olaberria y Bergara en funcionamiento, y no a plena capacidad, se manipularon más de 600.000 toneladas». La realidad a día de hoy no puede ser más pesimista. La chatarra, con 86.321 toneladas movidas en 2017, se ha convertido en un tráfico marginal para Pasaia. En concreto, supone solo el 2,96%.

El documento, por otra parte, sustentaba sus previsiones al alza en el desarrollo del movimiento de contenedores. El informe indica que la demanda potencial en el área de influencia de Pasaia alcanza los 4 millones de toneladas. Sin embargo, admite que la capacidad teórica máxima del puerto llega a 60.000 contenedores, es decir, 600.000 toneladas. Los productos químicos serían la mercancía potencialmente más susceptible de contenerización, seguido de maquinaria y repuestos.

Lo cierto es que a día de hoy el tráfico de contenedores es prácticamente inexistente. Tras dos intentos fallidos de abrir una línea marítima, se está a la espera de si una nueva iniciativa, en la que están implicados Algeposa y Noatum, acaba saliendo adelante. De entrada podrían contar con el muelle que ocupaba la térmica y, a futuro, se dispondrá de más espacio en la plataforma logísitica que se prevé construir en Lezo.

El Plan Estratégico contempla que el movimiento de productos siderúrgicos se sitúe en 2025 en 1,4 millones de toneladas, es decir, las mismas que ahora. Los redactores del informe reconocen que se trata de una previsión pesimista -sin crecimiento en diez años- porque «existen ciertos riesgos» en las decisiones que podría adoptar Arcelor. Una prevención que a la postre se ha demostrado acertada, pero que no se aplicó al movimiento de chatarra.

Respecto a la carga y descarga de vehículos, la estimación también es conservadora, con una previsión de 400.000 toneladas, sin variación respecto al resultado actual. El plan indica que es un mercado que puede variar radicalmente si se cerrara alguna de las plantas que utilizan Pasaia para exportar su producción. Este riesgo sobrevoló el puerto guipuzcoano cuando la dirección de Opel amenazó recientemente con cerrar la planta de Zaragoza si no se resolvía la negociación laboral. Opel movió el año pasado 102.132 vehículos en Pasaia, solo superado por Mercedes, con 109.945 procedentes de Vitoria.

La previsión incluye 500.000 toneladas de potasas de Navarra. Este acuerdo no se ha cerrado, pero parece factible que se firme este año.