Treinta baserritarras compaginarán su labor en el caserío con otro trabajo

La diputada general, Eider Mendoza; el diputado de Equilibrio Territorial Verde, Xabier Arruti; los baserritarras Ion Areitio y Aitor Esnaola, y los gerentes Xabier Iturrioz e Iñaki Gorostidi comparecieron ayer en el palacio foral para aportar más detalles sobre esta iniciativa. Y lo hicieron con determinación.

Entrando en detalle, el programa propone el acceso a una reducción de jornada al 50% para que la persona interesada pueda compatibilizar esta actividad con las labores del caserío de manera profesional, de tal manera que los ingresos provengan de ambas actividades. ¿Pero a cuánto ascienden las subvenciones? Los baserritarras recibirán 60.000 euros distribuidos en dos pagos: uno al inicio del programa y el otro en el tercer año. Por su parte, las empresas ingresarán 30.000 euros.

Preguntados por DV, la Diputación aspira a que unas 30 personas al año, 180 en el total de los seis años del programa, se beneficien de este proyecto «pionero y único» en Europa. Hasta la fecha, han sido 300 las personas que se han acercado a las reuniones informativas. Y son 80 las que se han puesto en contacto directo con la Diputación.

En cuanto a los requisitos, el programa está dirigido a personas de entre 18 y 55 años. Además, es preciso estar contratado de manera indefinida y a tiempo completo y tener una antigüedad mínima de 18 meses en la empresa. En el caso de los socios trabajadores, sólo tendrán acceso a la ayuda las personas que sean socias trabajadoras de entidades con más de 10 personas socias. Si se trata de una nueva incorporación, el nuevo contrato laboral indefinido deberá ser del 50% de la jornada laboral. En lo que respecta a las empresas, el principal requisito es que su actividad no esté vinculada al sector primario.

Mendoza subrayó que este proyecto nace con la «vocación de promover el relevo generacional del primer sector, algo clave para preservar y cuidar de nuestra biodiversidad, garantizar la producción de alimentos locales y de calidad». Arruti, por su parte, agregó que «para muchos baserritarras el programa representa una solución para garantizar la continuidad de sus proyectos».

El baserritarra Jon Areitio alabó el programa porque representa «una gran oportunidad para desarrollar y consolidar mi proyecto, al tiempo que compatibilizo esta labor con mi trabajo». Y Aitor Esnaola, cuya familia se dedica a la producción de sidra, afirmó que «iniciativas como estas, aunque supongan un sacrificio económico, permiten dar un salto hacia el sector con la ayuda de la Diputación».

Iñaki Gorostidi, gerente de Logika-Line, destacó que para una empresa como «la nuestra ubicada en un entorno rural como Abaltzisketa, apoyar estas iniciativas es fundamental para cuidar de nuestros bosques y pastos». Xabier Iturrioz, gerente de Excavaciones Iturrioz, por su parte, coincidió con Gorostidi en que «una reducción de jornada puede suponer un esfuerzo organizativo importante, pero se ve compensado por el impacto positivo generado en la preservación del entorno».