Números 118, información a precio de oro

Los números de información telefónica -aquellos que comienzan por 118 seguidos de otras dos cifras- están en el punto de mira de los organismos supervisores por una serie de prácticas habituales que, entienden, atentan contra los intereses de los consumidores. Por ejemplo, por el alto precio de las llamadas que se realizan a estos números, que no está regulado y varía en función del operador. Según un informe elaborado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), una llamada a un número 118 con un tiempo medio efectivo de un minuto tiene un precio final medio de 5,56 euros. El rango de tarifas analizado varía entre un mínimo de 1,88 euros por minuto y un máximo de casi 12 euros (11,92). Y el precio medio de los tres números 118 que gestionan un mayor número de tráfico es de 2,36 euros.

El organismo supervisor destaca el hecho de que las tarifas más altas que se cobran por utilizar este servicio de información sobre números de abonado son superiores incluso a los precios máximos que la normativa fija para llamadas a números de tarificación adicional. Por motivos como este, la CNMC ha resuelto en los últimos años 16 expedientes sancionadores contra operadores de 118 por un mal uso de la numeración. Entre otras malas prácticas, el regulador ha demostrado que a veces los operadores llegaban a ofrecer servicios de tarot directamente a través de esta numeración. O cómo desviaban las llamadas de los clientes sin su consentimiento, las captaban con tácticas engañosas como SMS o anuncios en páginas web, o prolongaban de forma artificial su duración.

Equiparar a la tarificación adicional

A fin de proteger a los consumidores de este tipo de abusos, la CNMC ha propuesto al Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital una serie de modificaciones normativas. Una de ellas consiste en considerar a este tipo de números como servicios de tarificación adicional. Es decir, colocarlos al mismo nivel normativo que los 800 y 900, con las medidas de protección que lleva aparejadas, como son la duración máxima de las llamadas, o la protección a menores.

En caso de que esta propuesta no fuera aceptada por el ministerio, la CNMC sugiere otras, como «la prohibición expresa de progresar llamadas desde los números 118 a servicios adivinatorios o con contenidos para adultos». O la posibilidad de que los abonados «fijen límites de gasto mensual respecto a cualquier numeración que ofrezca servicios en los que se retribuya al llamado, entre otras».

La cantidad de números 118 asignados ha descendido de forma notable en los últimos años: de los 74 que había en 2010 se ha pasado a 53 en 2016. Es decir, un 27% menos. También ha caído el tráfico de llamadas, de forma que en 2007 se tarificaron 37 millones de minutos, frente a los 17 millones de 2015 (-87%). Lógicamente, los ingresos por este tipo de servicios también se han resentido de forma notable: de los 117 millones de euros de 2007 a los 25,4 de 2015.