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Un farmacéutico dispensa medicamentos a un ciudadano en una farmacia de Vitoria.

El gasto farmacéutico toma aire tras la crisis

La sanidad pública gasta en España, de media, 205 euros por cada ciudadano al año en productos de este tipo y las mujeres de mayor edad son las más asiduas

a. botija

Viernes, 16 de septiembre 2016, 15:43

A priori, la salud no debería entender de bolsillos ni niveles económicos pero la cruda realidad de las cifras parece apuntar que, según en qué tipo de situaciones, ocurre lo contrario. Y es que tanto el mayor nivel de estudios como el hecho de encontrarse en un escalón superior de rentas son, en principio, elementos que han vuelto a crecer el interés por las sociedades sanitarias privadas. Así, por ejemplo, los licenciados y graduados universitarios son, junto a quienes han realizado algún máster, quienes realizan un mayor gasto farmacéutico: casi 217 euros de media al año.

Los datos proceden de un amplio estudio llevado a cabo por la escuela de negocios EAE, que para ello ha tenido en cuenta el volumen de gasto en medicamentos, material médico-terapéutico y otros productos farmacéuticos en relación con el Producto Interior Bruto (PIB) de cada país, tanto dentro de la Unión Europea (UE) como de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Y es en esa comparación donde España aparece precisamente en la zona alta de la tabla, dedicando a esa materia el 1,53% de su riqueza nacional y confirmando que ese sector está tomando aire, si entendemos como ello un aumento de ingresos, tras la crisis.

Los últimos datos disponibles corresponden a 2015, puesto que no resulta fácil recopilar todas estas cifras por países. Y, curiosamente, un Estado que aún sigue en serias dificultades económico-financieras como Grecia es el que más recursos dedica al apartado médico-farmacéutico, alcanzando el 2,35% de su PIB. A continuación aparece Hungría (2,17%) -que tampoco es una de las grandes potencias económicas del continente-, seguida de Estados Unidos (2,04%), Eslovaquia (1,88%) y Canadá (1,72%). Por el contrario, Luxemburgo -uno de los socios menos poblados de la UE con apenas 570.000 habitantes- es el que menos dinero emplea en los mismos fines (0,53% de su PIB), eso sí, dentro de las llamadas economías desarrolladas. Le siguen Noruega (0,70%), Dinamarca (0,71%), Países Bajos (0,83%) y Suecia (1,08%).

Si distinguimos según el origen de ese gasto aparecen algunas diferencias. Así, atendiendo solo al desembolso que hacen las administraciones públicas, el mayor peso continúa recayendo en Grecia (1,56%), aunque esta vez quienes la secundan de cerca son las dos principales locomotoras europeas, Alemania (1,41%) y Francia (1,47%). Luxemburgo y Polonia (ambos con un 0,51%) aparecen en el extremo contrario, mientras que España (1,02%) no está lejos del grupo de cabeza. Pero si solo miramos el dinero que emplea el sector privado, tanto los hogares como las empresas (a través, por ejemplo, de las pólizas que hacen para sus empleados), Estados Unidos (1,22%) y Canadá (1,05%) lideran una clasificación donde España cae hasta puestos intermedios (0,61%) y que cierra, más allá de los recurrentes Luxemburgo (0,02%) y Noruega (0,18%) un país sin aparentes problemas económicos especiales como Austria (021%).

Dos años de subidas

Pero volvamos a la llamada 'piel de toro', al gasto farmacéutico que se realiza en la península y sus archipiélagos. Según el informe de EAE, el año pasado rozó los 9.534 millones de euros, un 1,85% más que en 2014 en lo fue su segundo aumento anual consecutivo. No obstante, todavía sigue claramente por debajo de los niveles previos a la última gran crisis económico-financiera del país; en concreto, resulta un 14,8% inferior a los 11.191 millones que se emplearon en 2007. Claro que si nos referimos al montante más alto en lo que va de siglo, los casi 12.208 millones contabilizados en 2010, la caída llegaría hasta el 22%... y solo en un lustro.

En cualquier caso el descenso a nivel territorial no ha sido igual. De hecho, incluso las dos ciudades autónomas emplean hoy más recursos en medicamentos y productos de farmacia que a comienzos de la crisis: Ceuta un 3,7% más y Melilla un 22,6%. En el resto de comunidades todo han sido caídas, las más fuertes se encuentran en Cataluña (-21,9%), Comunidad Valenciana (-21,6%), Baleares (-18,6%) y Aragón (-18%). País Vasco (-12,9%) y La Rioja (-11,2%) aparecen en las bajadas intermedias, mientras las menores se registraron en Extremadura (-3,1%), Madrid (-7,3%) y Baleares (-7,6%). Y si tomamos el dato aislado de 2015, donde más creció en tasa anual fue en Cantabria (6%) y La Rioja (5,2%), descendiendo solo en Galicia (-1%).

Si atendemos al gasto farmacéutico por habitante, el de origen público subió por segundo año consecutivo hasta los 205,3 euros, un 2% más que en 2014. Ello supone que el promedio por receta financiera desde la Administración se situó en 10,78 euros, casi seis euros menos que hace dos años y un 18% menos que en 2008. No obstante, también aquí existen variaciones por comunidades. Así, lo que sería la receta más cara se abonaría en País Vasco (12,75 euros) y Cantabria (12 euros), mientras que el más bajo se daría en Andalucía (9,9 euros) y Cataluña (10 euros).

En el ámbito privado el gasto medio por persona (170,6 euros) ha crecido con mucha más fuerza (15,6%) siendo las mujeres quienes, con independencia de su edad, experimentan un mayor gasto en productos farmacéuticos (190,3 euros de media). Además, son las personas de 65 años o más quienes presentan las cifras más altas de la tabla, con un desembolso medio por persona de 264,8 euros, llegando incluso a rozar los 300 euros en el caso de las mujeres (299,2 euros).

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