…y reforzar el sector industrial en Euskadi

Los sindicatos están de acuerdo en la necesidad de reforzar la base industrial de la economía vasca, aunque difieren a la hora de establecer prioridades en la negociación colectiva. Las centrales de ámbito nacional, UGT y CC.OO., apuestan por recuperar la de ámbito sectorial, en el sentido contrario de lo que propugnan las vascas, partidarias de actuar en el terreno de juego de las empresas. LAB, por su parte, insiste en la conveniencia de que la política económica que ha de aplicar el futuro Gobierno vasco «se aleje del modelo español».

Unai Sordo (CC.OO.)

«En Euskadi no estamos exentos de problemas. Corremos el riesgo de perder la negociación colectiva sectorial cuando la mayoría de la clase trabajadora se ocupa en empresas pequeñas o muy pequeñas. La precariedad en el empleo, especialmente en los segmentos de subcontratación a veces vinculados al sector público tiene que atajarse.

Necesitamos reforzar la base industrial de nuestra economía, redistribuir por la vía salarial y por sistema de rentas de garantías de ingresos (pensiones, RGI, etc.), así como por los servicios públicos. Los cambios en las empresas, en los puestos de trabajo, en los conocimientos necesarios tienen que ser anticipados desde el espacio público. Desarrollar políticas que hagan que tales cambios no se den contra la mayoría trabajadora, sino a su favor. Vincular el sistema laboral, educativo y de cohesión social y territorial es la clave. Necesitamos un Gobierno que situé ahí la prioridad, con capacidad de acordar políticamente de forma trasversal y que crea en el papel de los agentes sociales en este terreno. El compromiso sobre diálogo social y negociación colectiva alcanzado al final de la pasada legislatura entre CCOO y otros agentes puede ser un buen punto de partida para abordar estos retos».

Ainhoa Etxaide (LAB)

«El principal reto de la economía vasca es ser capaces de alejarnos de las políticas económicas del Estado. El modelo español se basa en buscar la competitividad por la vía de la devaluación de costes. Es un camino que ahonda en la precarización social. Por parte del Gobierno vasco, se han limitado a aplicar todas las reformas y recortes que se nos han impuesto desde el Estado, y no han sido capaces de hacer una política industrial diferente para evitar el cierre de empresas y la destrucción de empleo.

El tejido productivo vasco tiene especifidades que permiten otro tipo de modelo de desarrollo económico. Pero abrir el melón de este debate supone enfrentarse a la patronal Confebask. Patronal que marca las políticas económicas de este gobierno. Patronal que está muy cómoda dentro del modelo español de devaluación, porque así sigue aumentando sus márgenes de beneficio. Esa dependencia del Gobierno vasco respecto a Confebask ha llegado hasta el punto de que el gobierno ha entrado de lleno en la estrategia patronal de atacar a la mayoría sindical.

El nuevo Gobierno vasco tiene el reto de abordar la cuestión de qué modelo de desarrollo y, por lo tanto, qué modelo de relaciones laborales debemos impulsar. Porque no se puede pretender impulsar una economía que apueste por el valor añadido con unas relaciones laborales totalmente precarias. Por supuesto, esto requiere de plena capacidad de decisión en cuestiones sociolaborales y poder decidir aquí cuál es el modelo que necesita este país. Ser capaces de generar un debate sobre cuál es el modelo de desarrollo que necesitamos. En ese debate, los sindicatos vascos tenemos mucho que aportar».

Raúl Arza (UGT)

«Los retos en Euskadi no son muy distintos, dado que nos afecta de igual manera las políticas de austeridad, que tanto perjudican a nuestra industria y a nuestro empleo. Hay que reforzar las políticas industriales, para volver a ser referente en empleo y en su calidad. El empleo, con derechos, debe de ser el centro de las políticas en Euskadi. Venimos reclamando desde hace tiempo que se haga de Lanbide un verdadero servicio público de empleo, donde la orientación, la formación y la intermediación sean sus principales objetivos, sin olvidar la gestión de nuestro sistema propio de protección social, la renta de garantía de ingresos, la RGI.

Para la creación de empleo con derechos es necesario implementar las políticas industriales, así como luchar contra el fraude fiscal, como garantía para el mantenimiento y la mejora de nuestro Estado de Bienestar: educación, sanidad, dependencia, protección social....

Otra cuestión fundamental sería recuperar la negociación colectiva, ya que más de 380.000 trabajadores/as tiene su convenio decaído y/o pendiente de negociar, para recuperar los salarios, tan devaluados en los últimos años como consecuencia de la crisis. Un aumento en salarios servirá para reactivar el consumo y aumentar los ingresos fiscales».