La factura de la luz, esa gran desconocida

Recibir una factura de la luz supone para muchos ciudadanos enfrentarse a un fatigoso ejercicio intelectual del que sólo sacará una cosa en claro: lo que tiene que pagar. En concepto de qué, ya es harina de otro costal. Y es que en casi la mitad de los hogares españoles (46,5%) admiten comprender poco, o nada en absoluto, los recibos de la electricidad, según el Panel de Hogares de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Una encuesta de periodicidad semestral y de naturaleza multisectorial que recoge datos relativos a los mercados de telecomunicaciones, audiovisual, energía, postal o transporte, entre otros..

La estadística arroja una gran conclusión general: la del notable desconocimiento que aún existe respecto a la factura energética y sus componentes, fundamentalmente en lo que se refiere a la electricidad. Mucho mayor, desde luego, que en el caso de la telefonía, un terreno bastante más familiar para la mayoría de los hogares. De hecho, sólo el 15% de los encuestados admiten que los recibos de telecomunicaciones (telefonía fija, móvil y banda ancha fija) son poco o nada comprensibles.

El desconocimiento general sobre la factura de la luz es una de las razones que explican el menor porcentaje de cambio de proveedor respecto al gas y, sobre todo, la telefonía móvil. Según la CNMC, sólo el 6,9% de los «hogares/individuos» españoles se marcharon a otra compañía eléctrica en los últimos doce meses. En el caso del gas natural ese porcentaje es del 8,5%, que sube hasta el 13,5% en el caso de la telefonía móvil. La escasa 'promiscuidad' del consumidor de electricidad no tiene nada de extraño si se tiene en cuenta que en uno de cada cinco hogares (más exactamente, el 22%) no saben que pueden cambiar de compañía eléctrica o de gas natural. Por eso tres de cada cuatro usuarios (75%) aseguran no haberse marchado a otra proveedora de luz. Porcentaje que en el caso del gas natural baja al 66,1%.

Desconfiar de los ahorros

¿Y cuál es el motivo que aducen los consumidores para no cambiar de compañía eléctrica? Pues en casi la mitad de los casos porque, pese a no saber si su actual operador le está ofertando una buena tarifa, no cree que se vaya a ahorrar demasiado con el cambio. Y eso que solo un 14,1% de los hogares declara tener una cláusula de permanencia. Lo que quiere decir que la gran mayoría o bien está sujeto a la tarifa regulada -en tal caso puede cambiarse en cualquier momento de operador-, o bien ha completado el primer año de permanencia que la mayoría de las comercializadoras imponen en el caso del mercado libre.

En cuanto a los hogares que durante el pasado 2015 decidieron cambiar de compañía eléctrica, el 72% lo hizo con el convencimiento de que así conseguiría abaratar su factura. Un 25% lo hizo para beneficiarse de una oferta conjunta de luz y gas. Y solo el 10% se marchó por insatisfacción con la atención al cliente del antiguo proveedor.