¿Por qué la gasolina no baja tanto como el gasóleo?

Una consecuencia lógica del hundimiento en el precio del petróleo (en el entorno de los 30 dólares por barril Brent) es el descenso en las cotizaciones de sus derivados. Por ejemplo, las de los combustibles de automoción, que están marcando mínimos históricos. Sobre todo en el caso del gasóleo, cuyo precio medio en la última semana se ha situado, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea, en 95,7 céntimos por litro en el caso de España. Es decir, casi un 4% respecto a hace un mes. Sin embargo, la gasolina 95 (que se paga a una media de 1,13 euros) no ha bajado en la misma proporción: apenas llega a un 0,8%. ¿Por qué la brecha entre ambos combustibles (de 18 céntimos de euro) se ha agrandado tanto en los últimos meses? He aquí algunas claves que ayudan a entender el comportamiento de los precios de las gasolinas.

¿Cómo se conforman los precios de los combustibles?

Básicamente son cuatro los componentes: la cotización del carburante en los mercados internacionales, los impuestos, los costes de distribución (de las estaciones de servicio, del transporte del producto hasta ellas, el coste adicional del biocarburante, y el de la aportación al Fondo Nacional de Eficiencia Energética) y por último el margen bruto mayorista. Es decir la ganancia del empresario por cada litro que vende.

¿Cuáles son los impuestos que gravan las gasolinas?

Por un lado está el Impuesto Especial sobre Hidrocarburos (IEH), que representa una cantidad fija para cada litro de carburante. A su vez, este gravamen se divide en tres tramos: el tipo estatal general (40 céntimos por litro en el caso de la gasolina y 30,7 en el del gasóleo), el tipo estatal especial (antiguo Impuesto de Ventas Minoristas de Determinados Hidrocarburos, IVMDH) que supone 2,4 céntimos por litro para ambos combustibles) y por último, el tipo autonómico, anteriormente conocido como céntimo sanitario. En la actualidad sólo hay cinco comunidades autónomas que no aplican este gravamen: Euskadi, Castilla y León, La Rioja, Cantabria y las Islas Canarias. En el resto se aplican un máximo de 4,8 céntimos y un mínimo de 1,6.

Por otro lado está el IVA, un 21% que se aplica al precio antes de impuestos del carburante en cuestión (PAI), y al IEH.

Entonces, ¿los componentes que conforman el precio tienen el mismo peso en la gasolina y en el gasóleo?

No, en la medida que los impuestos fijos que gravan la gasolina son más elevados que los del gasoil. Y como el IVA es un porcentaje que se aplica sobre el resto de componentes del precio, el peso de los mismos es diferente para ambos carburantes. Por ejemplo -y según datos facilitados por la Asociación de Operadores Petrolíferos, AOP- en un litro de gasolina 95 a un precio de 1,14 euros, 66 céntimos se corresponden con los impuestos. Es decir, aproximadamente el 58%. El 27% responde al coste del carburante al por mayor (21 céntimos), el 13% a los gastos de distribución (15 céntimos), y el 2% restante (2 céntimos) es el margen bruto mayorista.

En el caso del gasóleo, y tomando como referencia un precio de 97 céntimos por litro, el 55,5% de destinarían a impuestos (54 céntimos) y un 27% al coste al por mayor del combustible (26 céntimos). Los costes de distribución y el margen bruto mayorista serían los mismos que los de la gasolina en términos absolutos, aunque diferentes en porcentajes.

¿Por qué?

Porque la cotización del producto en los mercados internacionales es mayor en el caso de la gasolina 95 que en el del gasóleo. Y en estas últimas semanas se ha agrandado esa brecha. Fundamentalmente "porque el precio del gasóil al por mayor ha bajado. En eso ha tenido que ver las cálidas temperaturas que se han registrado a finales de año, que han reducido el consumo de gasóleos de calefacción, lo que ha repercutido en el abaratamiento del gasoil en general", apuntan fuentes de la AOP.

¿Cuánto le cuesta a un usuario medio llenar el depósito?

Pues hoy en día los conductores de vehículos propulsados a gasoil gozan de una notable ventaja respecto a los de gasolina. En el primer caso el llenado de un depósito de 50 litros sale por 47,85 euros. A los usuarios de la gasolina 95 les costará 56,5 euros. Es decir, casi 9 euros más. Para un hogar con un consumo medio de 1.000 litros de gasoil al año el ahorro respecto a la gasolina 95 -siempre a los actuales precios- es de 173 euros.