La Argentina post-Kirchner recupera 'sex appeal'
El incremento de las posibilidades electorales de Macri tras la primera vuelta electoral ha inflado un 15% la Bolsa del país ante la expectativa de unas reformas que favorezcan el clima de inversión
maría gómez silva
Jueves, 5 de noviembre 2015, 18:29
La primera vuelta de las elecciones en Argentina, el 25 de octubre pasado, supuso una sorpresa positiva para los inversores, al arrojar un mejor resultado del esperado para el candidato liberal y alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, que quedó tan sólo 2 puntos por debajo del candidato oficialista (se hizo con el 34,3 por ciento de los votos respecto al 36,9 por ciento que cosechó el peronista Daniel Scioli). Este resultado -que no habían pronosticado las encuestas y que coloca a Macri como favorito de cara a la segunda vuelta- fue recibido con alzas en el principal índice del país, el Merval, que sube un 15 ciento desde entonces; así como las empresas argentinas y algunos títulos de deuda.
Macri «es el candidato favorito delos inversores» porque es el «más favorable a hacer cambios rápidos», explica un informe de Aberdeen. En concreto, «quiere recortar el déficit fiscal desde el 7 al 3 por ciento el año que viene, devaluar la divisa rápidamente y embridar el gasto público», detalla el documento. Ramón Casilda, profesor del IEB, abunda en esta idea: «Los mercados piensan que, si gana Macri, habrá un cambio profundo de la política que va a dar más seguridad a los inversores».
Pero, ¿si quedó por debajo de Scioli en votos, por qué es favorito? Desde Citi explican que los votantes que optaron por el tercer candidato en liza durante la primera vuelta (Sergio Massa) se inclinarán probablemente por un candidato del cambio, tras 12 años de kirchnerismo, que han dejado un legado económico cuestionable, con una inflación que se situó en el 25 por ciento en septiembre -un nivel similar al que están los tipos de interés- y un banco central a punto de quebrar debido a la agresiva venta de reservas para defender la moneda. «Los resultados de la primera ronda llevan a creer que la carrera por la presidencia será más ajustada de lo que pensábamos y, también, que las probabilidades de una victoria de Macri han aumentado significativamente. De hecho, creemos que Macri puede tener una ligera ventaja sobre Scioli», defiende Citi.
Gane quien gane, una de las cuestiones clave para mejorar la percepción de Argentina entre los inversores internacionales es resolver el contencioso con los fondos buitre americanos que poseen bonos del Estado que no entraron en la reestructuración de la deuda de 2005 y 2010. «Resolver esta disputa volverá a dar acceso a Argentina a los mercados internacionales, permitiendo que los dólares vuelvan a fluir y comenzando a reconstruirlas reservas de divisas. Los inversores en renta fija recibirán la garantía de que el Estado vuelve a cumplir con sus compromisos y volverán a meter dinero. La inversión extranjera directa será el siguiente paso», dice el informe de Aberdeen.
La depreciación del peso
Otro importante reto es la depreciación oficial del peso, actualmente muy sobrevalorado en detrimento de las exportaciones y del flujo de inversión extranjera en el país. Desde Citi apuestan por que Macri favorecería una rápida devaluación de la moneda en el corto plazo, que redundaría en una estabilización a medio plazo. «Esperar un ajuste más rápido por parte de Macri es lógico debido a temas políticos. Si devalúa rápido, puede culpar a Cristina Fernández de Kirchner, pero si lo retrasa no. Además, cuanto antes se haga frente al déficit, mejor para la divisa (pues se reducirá la impresión de moneda)».
Por otro lado, desde Citi también apuntan a que una eventual victoria de Macri podría redundar en otro factor positivo para el país: una mejora de la calificación de la deuda, que se podrá producir si el candidato «reduce el déficit estructural y toma medidas para fomentar el crecimiento». En este contexto, algunos expertos proponen estrategias para sacar provecho del cambio político en Argentina. Cullen Thompson, jefe de inversiones de Bienville Capital, apuesta por la bolsa y, en especial, por las 'utilities', las compañías agrícolas y los bancos. En concreto, le gusta Pampa Energía, una compañía de transporte de gas cuyos márgenes se han visto muy castigados por la fijación de precios y la inflación; y Adecoagro, una empresa agrícola que podría beneficiarse de una potencial rebaja fiscal y una divisa más competitiva.
Por último, Thompson cree que una moderación de la inflación y un mayor crecimiento económico podrían favorecer una expansión del crédito que redundaría en un mejor comportamiento de la banca. Por su parte, Michael Roche, estratega de Seaport, propone la compra de warrants ligados al PIB del país, en la creencia de que Macri adoptaría medidas que podrían estimular el crecimiento. Asimismo, Stuart Culverhouse, economista en Exotix, aconseja una operación que ya se está haciendo en Wall Street: comprar bonos de la bancarrota de Argentina en 2011 que estén en circulación y que no entren en el litigio con los fondos buitre.
Títulos de deuda
Las recomendaciones de Citi también van en esta línea, al proponer una estrategia 'long-short' con ciertos títulos de deuda argentina. En concreto, propone largos con bonos discount en euros (un papel que considera barato) y cortos con el par en dólares (que ve caro). Aun así, no parece que vaya a haber colas para invertir en el país. Alejandro Varela, gestor del fondo de Renta 4 Latinoamérica, explica que se trata de un mercado pequeño, de riesgo, poco representativo de la economía del país y al que es difícil acceder desde España si no es a través de un fondo.
«Si llegamos a ver un cambio político real va a ser muy bueno para el país, que tiene un grandísimo potencial y una riqueza muy amplia. No obstante, no miro apenas la Bolsa argentina. En términos nominales se ha comportado bien, pero si a eso le aplicas el factor correctivo delas sucesivas devaluaciones de la moneda y los altos niveles de inflación, te quedas como estás», relata este experto. «En 2001, dejó de pagar y se quedó fuera delos mercados de capital. En 2014, pasó por su octavo impago», añade Simon Lue-Fong, de Pictet AM, un gestor con posiciones en deuda en dólares de Argentina.
Todo esto, sin tener en cuenta la cautela con la que los inversores están mirando a los países emergentes, debido a la caída de las materias primas y la desaceleración de China. Por último, hay que tener en cuenta que, aunque venciese Macri, otro obstáculo para cualquier medida drástica son las elecciones parlamentarias, previstas para 2017.