Las urgencias afloran para la tercera jornada

Estamos todavía en la tercera jornada de un Campeonato de Parejas al que le restan once para completar la primera fase. Un mundo. Sin embargo, las urgencias ya afloran. Quedó de manifiesto este domingo en el Astelena de Eibar, donde Jaka y Martija vieron aliviada su situación gracias a un apurado triunfo por 22-21 frente a Ezkurdia y Ladis Galarza. Los dos delanteros, ejes en uno y otro bando, aceleraron demasiado, les pudo el afán de hacerse con las riendas del peloteo y de facturar los tantos... Olvidaron que todo necesita una cocción previa.

Erik Jaka y Julen Martija respiran gracias a un punto que tocaban con la yema de los dedos cuando el cronómetro acababa de completar la hora de juego. Adelantados 21-16, les faltaba precintar el partido. Volvió a quedar patente que eso no es tan fácil cuando la premura aprieta. Se le cayó al campeón manomanista un derechazo claro y en el siguiente tanto su machete de zurda, que tan bien le había funcionado minutos antes, tocó la chapa. Necesitaron otro cuarto de hora.

Joseba Ezkurdia y Ladis Galarza vieron abierta la puerta y se colaron por ella en los cuatro últimos tantos, los que mejor jugaron como pareja durante toda la tarde. Si se les escapó el bote salvavidas al que se agarraron con las uñas fue porque con 21-21 Jaka acabó con una dejada al txoko tras cruzar su gancho y provocar la meritoria devolución del delantero de Arbizu. Ladis no la puso en el frontis pese a su intento.

No hace falta sentir el calor del público para notar la presión. Los invisibles tentáculos de la clasificación agarrotan también a pelotaris curtidos en finales, incluso cuando en el frontón reina un silencio sepulcral roto solo por los gritos de los protagonistas.

Jaka había perdido ya cuatro tantos para el 7-8, la mayoría en ataque. Ezkurdia le empató en errores para el 12-9. Los colorados habían iniciado una tacada de siete tantos que les permitió pasar a dominar 14-9 después de ir dos por detrás en el 7-9.

Pesó en el generoso despliegue de Joseba Ezkurdia sobre la cancha la losa de los dos malos partidos de los que venía su zaguero, quien en el arranque tampoco dio motivos para la confianza. El de Baraibar, por contra, tuvo la virtud de enderezar su actuación a partir del 17-10. Dejó de fallar y se pareció por fin al que hace dos años tan buen papel desempeñó junto al propio Ezkurdia. Es la noticia positiva para la pareja dentro de la derrota.

Quien menos acusó las urgencias fue el más joven de los cuatro, un Martija inmune frente a las prisas. Demuestra tablas de veterano. Para ver su único error hubo que esperar hasta el 21-20. Aguantó atrás. Contribuyó de manera fundamental al triunfo.