Rezusta, especialista en campeones

«Ganar mano a mano a un campeón como Oinatz Bengoetxea es bonito», confesó Beñat Rezusta pocos minutos después de ganarle este domingo en el Bizkaia y cerrar su pase a cuartos de final del Manomanista de Primera, competición de recorrido irregular para el zaguero de Bergara. Venía de ceder el año pasado en una previa ante Peio Etxeberria y de perder a la primera tanto en 2019 como en 2018. Sin embargo, atesora una marca de la que no pueden presumir todos. Bengoetxea, doble ganador de la txapela en 2008 y 2017, es el tercer campeón que cae en sus garras. Antes lo hicieron Xala en 2015 y Altuna III en 2017, si bien el amezketarra no había ganado aún la txapela. Se la caló al año siguiente.

Estas tres victorias hablan bien a favor de Rezusta, que de paso reivindica la figura de los zagueros en esta competición. «Que hayamos pasado a cuartos Zabaleta y yo es bonito para los que juegan en nuestra posición. No estará fácil a partir de ahora, pero esperamos dar guerra».

Cuajó Rezusta un partido serio ante un Bengoetxea VI venido a menos a sus 36 años. En el ambiente del frontón Bizkaia pululaba la sensación de que el partido 41 de Oinatz en la competición reina podía ser el último de sus dilatada y brillante carrera. «Termino contrato en enero», declaró. «Me gustaría seguir un año más», añadió entre una mezcla de esperanza y resignación. Dependerá de si Baiko le renueva o no.

Ha perdido gas y electricidad, sus diabluras ya no crean tantos dolores de cabeza al contrario y su sotamano tampoco abre los huecos de hace unos años. Pero no ha perdido ni un ápice de su espíritu guerrillero. Los «¡vengas!» previos a cada saque llenaron un Bizkaia casi vacío. Sus miradas a los ojos del rival tras ponerse a su altura cuando este se dispone a dar el pelotazo, en un movimiento reservado a los grandes manomanistas, transmiten genio y fe.

Sin embargo, hacen falta más y mejores argumentos para doblegar a un Rezusta que corrigió rápido sus dudas iniciales y supo endurecer el peloteo. Alternó los pelotazos atrás con dejadas certeras en la mayoría de las ocasiones. No le importó que Oinatz alcanzara alguna de ellas. Buscaba el zaguero zurdo incomodar a su oponente, crearle dudas sobre dónde colocarse para que no le esperara siempre en la misma zona de la cancha. También le funcionaron las de derecha, su mano mala, que le proporcionaron dos tantos preciosos.

El choque también se disputó en el plano físico, donde la superioridad de Rezusta quedó patente, sobre todo una vez gastado el descanso obligatorio del tanto 12. El delantero de Leitza agotó los tres que le concede el reglamento mientras el bergararra no hizo uso de ninguno de los suyos.

Una tacada de siete tantos entre el inquietante 7-4 y el 7-11 puso en ventaja a Rezusta y le tranquilizó. Su saque no causa temor, ni mucho menos, pero al menos lo puso a menudo en la pared izquierda y le suministró golosas oportunidades de castigar con el segundo pelotazo.

Rezagado 10-17, Oinatz Bengoetxea recuperó el saque, lo varió y protagonizó una reacción para acercarse a cuatro tantos en el 13-17. Un resto de sotamano de derecha en escapada cortó la racha de raíz. La fortuna estuvo del lado de Rezusta. Elezkano II será su rival en cuartos el viernes en Idiazabal. «Nos tomaremos el pelo durante la semana», afirmó. Sube el nivel.