Darío entra sin rodaje al Manomanista después de «casi dos meses sin jugar»

Darío (Ezcaray, 28 años) lleva desaparecido de las programaciones desde el 18 de febrero, fecha en la que jugó en el Labrit con Arbizu frente a Senar y Eskiroz. Posteriormente estuvo anunciado para el 2 de marzo en el Ogueta de Vitoria de nuevo como delantero del zaguero de Etxarri en su despedida de Aspe, pero unos días antes sus manos se resintieron durante un entrenamiento y suspendió.

«Llevo casi dos meses sin vestirme de blanco», computa el delantero de Ezcaray. «En realidad, desde el verano no he podido enlazar dos o tres semanas en condiciones. Así resulta dificíl adquir confianza en tu juego».

El mano a mano en toda la cancha es la modalidad preferida de Darío, aquella «a la que más rápido me amoldo. El trabajo está hecho. Aunque no he jugado por parejas, he estado centrado en los entrenamientos y he podido hacer alguno con compañeros –alternó un día con Aldabe en Idiazabal–. También he estado con mi hermano y con Jokin Etxaniz, que me lanza pelotas con el bote de plástico. La mayoría no han sido sesiones largas». Le tranquiliza que «en varios tramos de entrenamiento me he encontrado bien».

El trabajo físico con el punto de mira puesto en el Manomanista empezó antes, «a primeros de año. Cuando te quedas sin un objetivo a corto plazo y te pones un objetivo con tiempo, haces una especie de pretemporada. Llevo tiempo sin vestirme de blanco y se hace largo. Pero estoy con ganas de que llegue el primer partido».

Cabeza de serie gracias al tercer puesto obtenido en la pasada edición, Darío entra directo a la liguilla de cuartos como integrante del grupo B, compartido con Altuna III, Laso y Zabaleta, contra quien debutará el sábado en Pamplona. No es la primera vez que el pelaire y el de Etxarren cruzan sus caminos en la competición reina. «Nos hemos enfrentado en dos ocasiones y me ha ganado en ambas».

Darío conserva intacto el recuerdo de aquellos dos compromisos. «El primero, en 2021, fue una eliminatoria de cuartos de final en el Atano III. Me superó 22-5». En los prolegómenos del encuentro avisó el riojano de que igual necesitaba una escalera para responder a los pelotazos del oponente.

«El segundo fue al año siguiente, en 2022, dentro de la liguilla. Jugamos en Legazpi. Caí 22-14». Además, terminó con las manos tan castigadas que no pudo saltar a la cancha en la siguiente jornada.

«Seguramente, Zabaleta es el rival que más se me ha complicado mano a mano en toda la cancha», explica Darío. «También otros me han creado problemas, pero si Jose tiene el día de sacudirle... Si goza con la derecha, marca diferencias. Cuando el contrario pega el doble que tú, aumentan los problemas. Además, Zabaleta ha crecido mucho a nivel físico y ha mejorado su juego de aire. Tienes poco que hacer si planteas el juego a base de sotamanos».

Conoce el riojano el mejor camino hacia la victoria contra Zabaleta. Al mismo tiempo, es consciente de las dificultades que entraña desarrollar el juego necesario para sacar de su zona de confort a un pelotari tan pegador. «Quien más daño le ha hecho hasta el momento en el Manomanista es Jokin Altuna. La idea es que esté incómodo, intentar que no golpee la pelota a pie quieto».

Los dos están citados este martes a las 11.00 horas en el Labrit para elegir cuatro pelotas del lote de ocho preseleccionado hace un par de semana por Martin Alustiza sin conocer quiénes iban a ser protagonistas. A las 13.00 será el turno de Elordi y Zabala en el Ogueta. El miércoles, a las 11.00, están convocados en el Astelena Ezkurdia y Artola.