El premio se lo merecían los cuatro
El premio se lo merecían los cuatro | La final del Navarra Arena fue muy dura, disputadaa gran ritmo, con dos partes bien diferentesy en la que el público disfrutó del espectáculo
«El premio siempre es bienvenido». De esta forma se refería Jokin Altuna a los 6.000 euros que se repartieron él y Zabaleta por ... ganar la final del Master Codere en el Navarra Arena. Era la segunda que ganaba el delantero amezketarra tras la conseguida con Albisu en 2017 y la primera del zaguero de Etxarren tras perder la de 2018 con Ezkurdia. «El año pasado los perdedores tenían premio -1.500 euros- y es una pena que éste no lo reciban», declaraba Jokin Altuna.
No le falta razón al amezketarra. Tras el partidazo que cuajaron los cuatro protagonistas, el premio debía haber sido repartido entre todos a partes iguales. Irribarria no puede quejarse ya que al liderar la clasificación del Master Codere se embolsará 6.500 euros. Si llega a ganar la final, la cifra hubiese ascendido a 9.500. Una suculenta paga extra.
Irribarria-Rezusta
19
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22
Altuna III-Zabaleta
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Tiempo de juego: 76 minutos y 59 segundos.
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Pelotazos a buena: 694.
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Tantos de saque: Irribarria, 1. Altuna III, 2.
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Faltas de saque: Irribarria, 0. Altuna III, 1.
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Tantos en juego: Irribarria, 9. Rezusta, 1. Altuna III, 11. Zabaleta, 4.
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Tantos perdidos: Irribarria, 2. Rezusta, 3. Altuna III, 3. Zabaleta, 4.
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Marcador: 0-1, 6-1, 6-2, 8-2, 8-3, 9-3, 9-8, 13-8, 13-10, 14-10, 14-13, 15-13, 15-14, 16-14, 16-15, 17-15, 17-16, 18-16, 18-20, 19-20 y 19-22.
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Momios de salida: 100 a 80 a favor de Altuna III y Zabaleta. 60 a 100 por abajo.
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Incidencias: tres cuartos de entrada en el Navarra Arena de Pamplona. 2.300 personas. Altuna III fue atendido en vestuarios por el doctor Urrutia tras un fuerte golpe contra la pared izquierda en el 17-16 al ir a devolver una pelota. Continuó jugando.
El público que cubrió más de tres cuartos del aforo del coliseo pamplonés dio por bien invertido el dinero de la entrada. Altuna III y Zabaleta se subieron a lo más alto del podio, pero también pudieron hacerlo Irribarria y Rezusta. La pareja guipuzcoana llevó la manija del partido en la primera mitad y todo parecía indicar que la victoria era suya. El campeón manomanista dio una imagen bien distinta a la ofrecida el viernes en Zalla en el Cuatro y Medio ante Víctor. Comprometido, el de Arama se empleó en defensa como si le fuese la vida en cada pelota. Altuna III no encontraba el hueco para hacer el tanto y, para más inri, cuando lo encontraba, ahí aparecía Rezusta para cubrir el txoko. El rostro del amezketarra era bien expresivo. Por mucho que lo intentaba, no había manera.
Tres rebotes
Zabaleta, su zaguero, manifestó el día de la presentación de la final que el frontis del mausoleo pamplonés era poco agradecido, que solo se verían rebotes si el material era exagerado. No tardó mucho tiempo el de Etxarren en comprobar que sus declaraciones no habían sido correctas. Era su opinión y hay que respetarla. Rezusta, de un zurdazo magnífico que supuso el 1-1, la puso allí. E Irribarria volvió a hacerlo en el 13-8 al empalmar con la zurda desde el uno y medio y también en el 18-16. No es casualidad.
Irribarria y Rezusta se compenetraban a la perfección. En la zaga, el bergararra imponía su ley ante un dubitativo Zabaleta. Y adelante, el aramarra afinaba su gancho. La diferencia en el marcador y en el juego era notable. Del 0-1 inicial se pasó a un 6-1 y después a un 8-2. No había color, pero el gen competitivo de Altuna III no le permitía tirar la toalla. Lo evitó a base de orgullo y, poco a poco, la diferencia en el marcador se fue recortando (9-8), coincidiendo con el primer error de Rezusta al intentar un dos paredes que se le fue abajo. El partido iba a tirones. Volvían a tomar la delantera Irribarria y Rezusta (13-8), pero tampoco conseguían despegarse (13-10 y 14-13). Altuna ya no era el mismo del principio. Zabaleta, tampoco. Se habían venido arriba. Al binomio guipuzcoano comenzaron a entrarles las dudas a pesar de seguir comandando el luminoso (18-16) con dos pelotas perdidas por el de Etxarren y el susto protagonizado un tanto antes por Altuna III al golpearse la rodilla izquierda contra la pared.
«El golpe en la rodilla me ha espabilado», dice el amezketarra
Jokin Altuna puso en el Navarra Arena el broche de oro a la temporada estival. El amezketarra, campeón del Cuatro y Medio Navarro, de los torneos de Zarautz con Martija y de Lekeitio junto a Rezusta, protagonizó el susto de la final. Se golpeó la rodilla izquierda contra la pared en el 17-16 al intentar devolver una pelota. Parecía grave, pero pudo seguir jugando. «Sabía que no era muy fuerte, pero tengo una herida grande. Ahora tengo la rodilla dormida, mañana seguro que me dolerá. Lo importante es que he podido seguir jugando. Ese golpe me ha espabilado», bromeaba el amezketarra quien reconoció que «Zabaleta ha llevado el peso del partido, ha mandado en la pareja».
Justo en ese momento cambiaron las tornas. Altuna acertó en una apertura y ni Irribarria ni Rezusta lo hicieron después. Quien sí lo hizo fue Zabaleta (18-20) en el duelo de dejadas a la punta que mantuvieron Altuna e Irribarria y que finalmente resolvió el de Etxarren. Y fue el amezketarra quien acabó por ser letal con una parada al txoko y un gancho que dio por concluida una final que se alargó por espacio de 76 minutos y en la que se dieron a buena 694 pelotazos.
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