Oinatz hace lo que quiere en Arrasate

Listo como pocos, se dio cuenta muy pronto de que su zaguero no transmitía buenas sensaciones. Ander Imaz salió con miedo, los fantasmas de su anterior partido en Arrigorriaga no habían desaparecido del todo. No gozaba. Ezkurdia y Ladis Galarza se las prometían felices. El zaguero de Baraibar mandaba en su zona y el delantero de Arbizu contaba con pelota a placer para entrar al remate (0-2 y 2-4).

Pero lo que no esperaban, al menos tan pronto, es que Oinatz mostrara sus galones. Al leitzarra, competitivo por naturaleza, no le gusta perder a nada. Sabedor de las limitaciones de la pareja en cuanto a pegada, no quedaba otra que tirar de pico y pala. Meterse en la zanja y luchar. Hasta el momento su trabajo no había dado el rendimiento esperado. En cambio, ayer en Arrasate se salió (8-4, 12-6, 14-9, 16-10).

Ladis Galarza fue de más a menos y acabó como un manojo de nervios. Ezkurdia, que finalizó con buenos números, le puso mucha pelota en la mano al leitzarra y éste no perdonó. Aún así llegaron a ponerse a un tanto (16-15) y luego a dos (20-18). Pero quien tampoco perdonó al de Arbizu fue el juez principal. Mikel Arroyo le marcó falta de saque por botar la pelota por delante de la raya del cuatro y medio. En su pueblo, hace dos jornadas, hicieron la vista gorda o no se dieron cuenta los responsables de impartir justicia. En el Uarkape, no. De un posible 20-19 se pasó a un 21-18. Oinatz, quién si no, paró la pelota en el txoko y adiós.