Beñat Zubizarreta, tras los pasos de su hermano Iraitz

El apellido Zubizarreta se ha convertido en habitual en las finales de las últimas ediciones del Torneo Bankoa Abanca-DV. Beñat Zubizarreta, benjamín del cartel a sus 16 años, será protagonista en la de promesas de este domingo a las 10.30 horas en el Aritzbatalde de Zarautz. Llevará la compañía de Gorka Ugartemendia frente a Oñatz Arrillaga y Martxel Iztueta. El menor de la saga ataundarra toma el relevo de su hermano Iraitz, ahora profesional en las filas de Baiko, que disputó y ganó las dos suyas en 2015 y 2019.

«Vi aquellas dos finales desde la grada», apunta Beñat. «Apenas tenía 10 años en la primera, en Zumarraga. Iraitz jugó con Martinez contra Salaberria y Martija. En la de hace dos ediciones, en Zarautz, jugó con Iker Mariezkurrena –hermano del zaguero de Baiko– ante Elola y Uriondo. Me hace mucha ilusión ser yo quien estará ahora sobre la cancha».

Beñat Zubizarreta, delantero como su padre Rafael y su hermano Iraitz, despunta desde niño. Ataundarra, se ha formado en las filas del club Lapke de Lazkao. Su progresión ha llamado la atención de Baiko, que hace un tiempo le incluyó en su lista de futuribles: «Suelen llamarme para ir a entrenar a Astigarraga con Aimar Olaizola y Unai Apeztegia. De mi preparación física se encarga Etor Mendia, responsable de ese apartado en la empresa».

Comparte lista de Baiko con dos de otros dos de los cuatro finalistas de promesas, Ugartemendia e Iztueta. «Coincido con ellos en esos ensayos de frontón. En cambio, no hacemos juntos la cuestión física, ya que ellos acuden a Hernani para entrenarse con Unai Legarreta», preparador reclutado por la empresa bilbaína para los aficionados que tiene bajo su paraguas.

Apunta Zubizarreta que «para progresar debo mejorar a la hora de mandar hacia atrás la pelota con las dos manos, así como de zurda en defensa. Me arreglo bien en el juego en corto, aunque también tengo cosas que pulir en ese apartado». Está en ello.

Tres victorias han colocado a Zubizarreta y Ugartemendia en la final. Relata el ataundarra la trayectoria de la pareja: «En el primer partido nos encontramos bien ante Aimar Egiguren y Petite. También empezamos a gusto frente a Erkiaga y Azpiroz, pero luego nos costó. No hicimos nuestro mejor partido. Por último, resolvimos la semifinal con mayor facilidad de la esperada ante Aranbarri y Peñalver, que llegaban fuertes de abajo».

La experiencia al lado de Ugartemendia ha sido positiva: «Solo habíamos jugado juntos en una ocasión, en el torneo de Ataun, donde posteriormente fuimos rivales en la final. Nos llevamos bien. Gorka le da mucho a la pelota de derecha. Abre huecos grandes. ¿Mi papel en la pareja? Jugar listo. Trato de quitarle las difíciles, de dejarle las buenas y de fallar poco. Con el saque, dado que la pasa es falta, prefiero no arriesgar y sacar con fuerza por abajo para hacer daño».

Una de las curiosidades de la final de promesas es que se enfrentan dos primos. Beñat Zubizarreta Agirre da cuenta de su vínculo familiar con Oñatz Arrillaga Agirre. «Nuestras madres son hermanas. Las dos son de Ataun, aunque ellos viven en Orexa. Mantenemos un trato estrecho desde niños».

Sabe Beñat qué pareja van a encontrar en el Aritzbatalde: «Empezaron desde la parte de abajo del cuadro y llevan cuatro victorias. Eso significa algo. Iztueta atraviesa un gran momento de forma. Arrillaga no falla y sabe aprovechar las ocasiones de remate. Será difícil superarles. Pero si hacemos bien nuestro trabajo, tendremos oportunidades».

En la trayectoria de Beñat Zubizarreta, que en los últimos tiempos ha dado un buen estirón hasta el 1,84-1,85 de estatura, llama la atención que su club le alinee a menudo en categorías superiores a las que le corresponden por edad, lo que dificulta la victoria. Acaba de dar el salto a juvenil y se halla inmerso en el Campeonato de Gipuzkoa de mano a mano... sénior. Ha alcanzado las semifinales. «Nos ponen difíciles las cosas», señala. «La exigencia es mayor con el fin de ir mejorando. A veces es mejor sacrificar los resultados para tratar de aprender más».